No confundamos
No se trata de la NOVENA Sinfonía de Beethoven.
Tampoco es la NOVENA al Santísimo Cristo del Caloco...
Es la Novena Ruta MTB Nocturna que realiza en el 2014 Alfonsoyamigos.
Novena, nueve... Vuelta Ciclista a España 2014, pero echemos la vista atrás 9 años, para ver cómo TVE promocionaba la Vuelta Ciclista a España 2005. ¿Y la Vuelta Ciclista a España 2009?
En esta ocasión el punto de encuentro se fija en la Plaza del Ayuntamiento de El Espinar, teniendo frente a nosotros la Iglesia de San Eutropio. Curiosidad: En la localidad de Paradas (Sevilla) existe otra iglesia dedicada a San Eutropio.
Rutas no faltan y ánimo para realizarlas tampoco, así que es fácil lanzar la propuesta y esperar a ver quién acude.
Se fijan las 21,00 horas para que de comienzo la ruta, pero estamos todos contagiados de un espíritu de vacaciones y los compañeros van llegando poco a poco, muy tranquilos. La salida se demorará.
Ángel, Antonio, Carlos Cobos, Carlos Iglesias, Carlos Soto-Largo, Chicho, Eduardo, Eusebio, Ferluy, Javier, Miguel, Juan, Paco, Paco Martín, Ramón, Sergio, Toño y Alfonso.
Y creo que cuento 18, pero hoy no consigo reunir a todos para una foto de familia. Hay bastante movimiento en la plaza y ruido de ambiente, los críos gritan junto al tiovivo e incluso algunos amigos y familiares han venido a despedirnos.
Ferluy y yo tenemos que iniciar la marcha y alejarnos para obligar a que el resto de compañeros nos sigan. Recorremos algunas calles de El Espinar e incluso atravesamos la Plaza de la Corredera, a conciencia de que están prohibidas las bicicletas en esta zona, pero queremos que se nos vea y puedo asegurar que se llamó la atención. Más aún con las luces leds de las ruedas de Antonio y mías, que no pasan desapercibidas.
El ir agrupados dura poco... ¡qué novedad! Algunos compañeros marchan al frente cuando compruebo que ya hay otros que se descuelgan. Dejo ir a los primeros.
Siempre que sucede igual ocurre lo mismo, a saber:
El que va en cabeza sigue el sendero que cree oportuno y debe pensar -"mientras no me digan nada es que voy bien"-
Los que siguen al primero deben razonar -"este tira porque debe conocerse el camino"- y allá que van todos.
Yo se silbar alguna balada, pero tengo que recurrir a Paco para que pegue un buen silbido y haga detenerse y regresar al grupo de cabeza... claro, se han equivocado de camino.
El salto de puerta con candado o el superar algún murete de piedras nos permite reagrupar. Hasta ahora vamos bien, los cardos acechan a nuestro alrededor pero, de momento, no hay víctimas.
Y comienza lo más duro, el ascenso a la loma donde se encuentran los restos del Telégrafo Óptico de El Espinar.
El grupo se estira y los que marchan con más fuerza compiten por coronar los primeros en zona que requiere fuerza y habilidad. Se alejan de los que prefieren subir a otro ritmo y otros nos descolgamos para acompañar a los más rezagados.
Todos arriba, la temperatura es excelente y ponemos al descubierto las viandas que cada cual ha traído. Eduardo ha pinchado y al instante tiene a Juan a su lado ayudándole con la reparación.
Arriba, también junto al Telégrafo, podemos saludar a grupo de andarines que ya se disponen también a cenar, veo a Raquel Rincón, a Juan (del ambulatorio de San Rafael) y a otros amigos que no alcanzo a reconocer, pero que nos ofrecen amablemente un trago de vino de la bota que les acompaña.
En unos instantes, compruebo que nuestro grupo se desperdiga en todos los sentidos... un olor penetrante y desagradable flota en el ambiente a pesar de estar a cielo descubierto. A estas alturas la mayoría ya sabemos lo que es pisar una "mina antipersonal" de las vacas y sabemos cómo se las gastan, pero esto, esto es diferente.
Acabamos coincidiendo en que algún compañero, algún desaprensivo, repleto de orgullo por haber alcanzado el alto de la loma, no ha podido contener "sus emociones". La oscuridad de la noche encubre el más que seguro rubor del terrorista que ha lanzado la bomba lacrimógena.
La mayoría ya han salido escapados ladera abajo, a pesar de estar la pista muy complicada. Huyen de la Zona Cero.
No nos están esperando, es que ha pinchado Eusebio. Ramón y Juan le auxilian.
Regreso a El Espinar y a la Plaza de la Corredera donde en Bar Basilio nos atienden con gusto una vez más. Hoy no es aún medianoche y la temperatura acompaña a que algún curioso se haya quedado a darnos la bienvenida.
Rutas no faltan y ánimo para realizarlas tampoco, así que es fácil lanzar la propuesta y esperar a ver quién acude.
Se fijan las 21,00 horas para que de comienzo la ruta, pero estamos todos contagiados de un espíritu de vacaciones y los compañeros van llegando poco a poco, muy tranquilos. La salida se demorará.
Ángel, Antonio, Carlos Cobos, Carlos Iglesias, Carlos Soto-Largo, Chicho, Eduardo, Eusebio, Ferluy, Javier, Miguel, Juan, Paco, Paco Martín, Ramón, Sergio, Toño y Alfonso.
Y creo que cuento 18, pero hoy no consigo reunir a todos para una foto de familia. Hay bastante movimiento en la plaza y ruido de ambiente, los críos gritan junto al tiovivo e incluso algunos amigos y familiares han venido a despedirnos.
Ferluy y yo tenemos que iniciar la marcha y alejarnos para obligar a que el resto de compañeros nos sigan. Recorremos algunas calles de El Espinar e incluso atravesamos la Plaza de la Corredera, a conciencia de que están prohibidas las bicicletas en esta zona, pero queremos que se nos vea y puedo asegurar que se llamó la atención. Más aún con las luces leds de las ruedas de Antonio y mías, que no pasan desapercibidas.
El ir agrupados dura poco... ¡qué novedad! Algunos compañeros marchan al frente cuando compruebo que ya hay otros que se descuelgan. Dejo ir a los primeros.
Siempre que sucede igual ocurre lo mismo, a saber:
El que va en cabeza sigue el sendero que cree oportuno y debe pensar -"mientras no me digan nada es que voy bien"-
Los que siguen al primero deben razonar -"este tira porque debe conocerse el camino"- y allá que van todos.
Yo se silbar alguna balada, pero tengo que recurrir a Paco para que pegue un buen silbido y haga detenerse y regresar al grupo de cabeza... claro, se han equivocado de camino.
El salto de puerta con candado o el superar algún murete de piedras nos permite reagrupar. Hasta ahora vamos bien, los cardos acechan a nuestro alrededor pero, de momento, no hay víctimas.
Y comienza lo más duro, el ascenso a la loma donde se encuentran los restos del Telégrafo Óptico de El Espinar.
El grupo se estira y los que marchan con más fuerza compiten por coronar los primeros en zona que requiere fuerza y habilidad. Se alejan de los que prefieren subir a otro ritmo y otros nos descolgamos para acompañar a los más rezagados.
Todos arriba, la temperatura es excelente y ponemos al descubierto las viandas que cada cual ha traído. Eduardo ha pinchado y al instante tiene a Juan a su lado ayudándole con la reparación.
Arriba, también junto al Telégrafo, podemos saludar a grupo de andarines que ya se disponen también a cenar, veo a Raquel Rincón, a Juan (del ambulatorio de San Rafael) y a otros amigos que no alcanzo a reconocer, pero que nos ofrecen amablemente un trago de vino de la bota que les acompaña.
En unos instantes, compruebo que nuestro grupo se desperdiga en todos los sentidos... un olor penetrante y desagradable flota en el ambiente a pesar de estar a cielo descubierto. A estas alturas la mayoría ya sabemos lo que es pisar una "mina antipersonal" de las vacas y sabemos cómo se las gastan, pero esto, esto es diferente.
Acabamos coincidiendo en que algún compañero, algún desaprensivo, repleto de orgullo por haber alcanzado el alto de la loma, no ha podido contener "sus emociones". La oscuridad de la noche encubre el más que seguro rubor del terrorista que ha lanzado la bomba lacrimógena.
La mayoría ya han salido escapados ladera abajo, a pesar de estar la pista muy complicada. Huyen de la Zona Cero.
No nos están esperando, es que ha pinchado Eusebio. Ramón y Juan le auxilian.
Regreso a El Espinar y a la Plaza de la Corredera donde en Bar Basilio nos atienden con gusto una vez más. Hoy no es aún medianoche y la temperatura acompaña a que algún curioso se haya quedado a darnos la bienvenida.
¡Hasta la próxima!
Me adelanto al comentario de Charo....ja, ja....
ResponderEliminarMuy entretenida salida, y aprovecho para agradecer a Toño que me facilito una batería para el foco.
Por cierto, bonita crónica,
JB
Vaya JB, me has sacado una cabeza!!!
ResponderEliminarMe parece que la ruta ha sido divertida aunque un poco desperdigada y con un aroma especial en el ambiente.
Pero como siempre lo habéis pasado bien.
Un saludo. CHARO
Felicito a los primeros en llegar en la noche de ayer al Telégrafo: Marcelino, Raquel, Rodri...y demás familia; que cuando llegamos ya estaban disfrutando de una esplendida cena y de un mejor vino. Una alegría compartir con mas gente estas rutas nocturnas.
ResponderEliminarUna forma diferente de entender el mundo de la noche.
JB
Doy fe de que anoche en el telégrafo a nosotros sólo nos olía muchiiiiisimo aparte de a tomillo, a buen rollo, jeje, sobre todo cuando llegaron Alfonso y amigos...para nosotros fue un placer coincidir, y ojalá esta sea una de muchas coincidencias biciosos vs andarines...un fuerte abrazo a todos!
ResponderEliminarRaquel