domingo, 22 de octubre de 2023

De Valdemorillo a Malagón con AlfonsoyAmigos


Una nueva ruta, dura y desafiante, para AlfonsoyAmigos


Todo el verano iniciando las rutas a las 9 de la mañana y justo antes del cambio oficial de hora… se intentó


El Escorial

Para este domingo, nuestro amigo Enrique nos proponía revalidar la ruta que ya recorrió AlfonsoyAmigos en noviembre de 2020, en aquellos tiempos de distanciamiento y fractura obligada del Grupo por culpa de esa terrible pandemia de cuyo nombre no quiero acordarme.

Ermita Valmayor

Ahora, con los virus bajo control, son las normas y restricciones locales las que cada día proliferan como hongos en otoño y han obligado a Enrique a meter un tijeretazo al track original, pero que nadie se engañe, apenas ha hecho un zurcido.

Fuente de la Reina, La Herrería

Adelantamos la hora, sí, la ruta se prevé dura, síiii, ha habido que abrigarse más de lo habitual, sí, y con todo o a pesar de todo, respondemos a la convocatoria: Andrés, Ángel, Enrique, Fer, Luis Ángel, Nacho, Santi y Alfonso.

El Escorial

Equipo “norte” y equipo “sur”, hoy nos citamos y nos encontramos en Valdemorillo, aprovechando un cielo en calma mientras la borrasca Aline ya se despide y apenas asoma por la ventana la borrasca Bernard. Los chubasqueros en la mochila, por si las moscas.

Monasterio de El Escorial
El Escorial
El reportero gráfico parece haberse quedado hoy en casa, pues con la marcha que se lleva casi no da tiempo a sacar la cámara de su funda y los ocho ciclistas presentes apenas se tomarán un breve respiro de vez en cuando para inmediatamente volver a dar pedales.

El Escorial

Mezcolanza de rutas conocidas, recorridas muchas veces por separado, de las que alguna mente maquiavélica parece haber extraído y aglutinado los tramos más difíciles, más duros y habrá quien diga que también los más divertidos… para todos los gustos.

AlfonsoyAmigos
Embalse del Tobar
No negaremos que, en alguna ocasión (o más de una), todos hemos tenido que poner pie en tierra para solventar los tramos más pedregosos y empinados, los más complicados, sobre todo aquellos causados por las lluvias torrenciales pasadas, pero los suspiros y jadeos se han mezclado de manera armoniosa con las sonrisas de satisfacción y el sentimiento de orgullo.

AlfonsoyAmigos

Casi 1150 metros de desnivel acumulado para un recorrido de 65 kilómetros, distancia en la que ha habido tiempo para coger una excelente velocidad, para tener que driblar con terreno muy roto y para emplear todas las fuerzas para avanzar cada metro. 

AlfonsoyAmigos

Nuevos retos aguardan a AlfonsoyAmigos pero, dejadnos descansar de este último y… ya os contaremos.


domingo, 15 de octubre de 2023

Los Rincones de La Garganta del Río Moros

 

La garganta del río Moros, un lugar impresionante para los amantes del ciclismo y la naturaleza


Rincones Garganta Río Moros

El ciclismo en la Garganta del río Moros es una forma de conocer una de las zonas más bellas y desconocidas de la sierra de Guadarrama, un lugar que sorprende por su belleza y su diversidad


Rincones Garganta Río Moros

En verano, pidiendo los permisos necesarios para acceder a la zona y, el resto del año, acudiendo cada vez que los compañeros espinariegos, sabedores del tesoro que poseen, nos animan a una nueva visita que nunca defrauda.


Rincones Garganta Río MorosRincones Garganta Río Moros

Recuerdo que en este blog ya escribí una crónica en diciembre de 2010 de un pequeño grupo de amigos, de ciclistas, que recorríamos la Garganta del Río Moros y hasta nos atrevimos a subir al altiplano de Las Barandillas. Se diría que poco ha cambiado desde entonces.


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

Pero lo cierto es que muchos otros amigos se han sumado desde aquellas fechas y muchas otras historias y anécdotas hemos compartido.


Rincones Garganta Río Moros

Este domingo, el grupo de ciclistas entusiastas y aguerridos lo han formado: Andrés, Ángel, Enrique, Fer, Luis Ángel, Nacho, Pawel, Rafa, Santi y Alfonso.


Rincones Garganta Río Moros

Deporte, naturaleza y aventura están asegurados y todos los asistentes, sabedores de que recorrerán muchos tramos ya visitados en innumerables ocasiones, esperan que, una vez más, se les enseñe ese bello rincón nuevo que les haga asombrarse.


Rincones Garganta Río Moros

Partimos de La Estación de El Espinar, buscando pronto zonas escarpadas que ayudarán a calentar en una mañana más fría de lo habitual. El monumento de piedra, cerca de la fuente de Los Navazos, ve nuestra primera parada.


Rincones Garganta Río MorosRincones Garganta Río Moros

No hace tanto frío como se esperaba en el Cerro de Asperillas, pero se nota humedad cuando nos adentramos entre los pinos y descendemos hasta el río Moros. Sorprendentemente, más agrupados de lo habitual, disfrutando del entorno.


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

Durante la mañana, veremos a nuestro paso viejos molinos abandonados, refugios aquí y allá (unos restaurados y otros no) y, por supuesto, tendremos la visita inexcusable al pino Cardosillo, ese habitante privilegiado de la Garganta, ese pino silvestre que fue una y otra vez indultado gracias a un guarda forestal (Esteban).


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

A sus pies, un cartel informa de que se estima tiene unos 250 años, año arriba, año abajo, una altura cercana a los 35 metros y un diámetro superior al metro cuarenta. Considerado como el de mayor valor en La Garganta.


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

Nuestras ruedas recorren muchos kilómetros de pista, por la solana y por la umbría, alternando el paso por verdes praderas tapizadas de hierba verde y fresca mojada por el rocío de las noches.


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

En más de una ocasión, desafiantes cortafuegos que parecen imposibles de superar y que, sin embargo, se culminan con el entusiasmo de todos.


Rincones Garganta Río Moros
Rincones Garganta Río Moros

No faltarán recorridos por preciosos senderos, sólo aptos para las bicicletas de montaña y los habituados a zigzaguear entre piedras y ramas secas caídas, arroyos pedregosos que esperan con ansia la lluvia y muchos pinos que, inevitablemente, obligan a izar la vista hacia las alturas.


Rincones Garganta Río Moros

Y sobre el leve murmullo del agua de algunos afortunados arroyos y de las aves que todavía no han buscado refugio por el otoño, las conversaciones animadas y las risas de un grupo de amigos que, una vez más, han disfrutado de los rincones de La Garganta del Río Moros.




jueves, 12 de octubre de 2023

Hoy completamos la ruta sí o sí – Al puerto de La Cruz de Hierro

 

12 de octubre, Fiesta Nacional para tod@s y que cada cual la celebre como guste. Nosotros, dando pedales.


Puerto La Cruz de Hierro

Convocatoria un tanto o un mucho atípica pues, por circunstancias, decidimos marcar la hora de partida a las 10 horas. Y así, nos presentamos a la cita: Andrés, Fer, Juan, Nacho y Alfonso, ni más, ni menos.


El Espinar

En mi mente, la ruta que la lluvia nos obligó a recortar-modificar el pasado 17 de septiembre. Ruta muy engañosa que, en anteriores ocasiones, nos ha originado problemas por averías, lluvia, barro o nieve y que siempre se nos ha ido de hora. Hoy, precisamente, no es que hayamos madrugado.


Ermita de San Isidro

No madrugamos y tampoco partimos puntuales, pues nos pondremos en marcha poco después de las 10,30. En ese momento, no quiero pensar, ni comento a mis compañeros, la que nos puede esperar… aunque todo vaya bien.


Mata de Santo Domingo
Mata de Santo Domingo

Desde El Espinar y como si le hubiéramos cogido gusto al inicio de ruta, nos dirigimos hacia la ermita de San isidro y la Mata de Santo Domingo, cogiendo rápido buen ritmo. Pero nos surge el primer contratiempo: En la puerta metálica de la zona de La Cuadrada cuelga un cartel que avisa de que están cazando. Mejor no pasar.

Cantera de Navalvillar

Retrocedemos y buscamos alternativa, acercándonos a la cantera de Navalvillar, que siempre invita a dejar algún recuerdo fotográfico y viéndonos obligados a atravesar alguna finca en la que encontraremos un pacífico rebaño de búfalos “de agua”, (originarios del sudeste asiático), para acabar tomando la Cañada Real Soriana Occidental.

Búfalos
Búfalos

Dejamos a la izquierda la Cerca Portillo y uno de los nueve mojones conmemorativos de la Carta Puebla y seguimos adelante atentos a realizar desvío y coger sendero a media ladera, que procuramos no perder a lo largo de casi 5 kms y que nos sitúa en collado (sin nombre) por el Camino de Vallestuertos. ¡Por fin he conseguido que Fer hiciera este trazado!, aunque a regañadientes.

Puerto La Cruz de Hierro

El avance se complica bastante más a partir de ahora. Hay que estar muy atentos al track e intentar además seguir sin pérdida lo que parecen ser más las huellas de vacas que un sendero. En cabeza se coloca Juan, que con habilidad y sin extravío avanza zigzagueante llevándonos al resto tras su ”sendero luminoso”.


Puerto La Cruz de Hierro

Realmente complicado y más cuando tenemos que saltar en dos o tres ocasiones el muro de piedra que se planta ante nuestro camino. Zona de roquedales, de cardos, de espigas altas que ocultan piedras o agujeros en los que poder hocicar, pero que encienden el ánimo de todos al comprobar que avanzamos sin incidencias.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Un último esfuerzo por el Alto de la Hoya, en la ladera de Peña Morena (1441 m) con estupendas vistas a Campo de Azálvaro y nos situamos en la pista de servicio del Parque Eólico de Villacastín, en la Sierra de Ojos-Albos, uno de los seis instalados en la provincia de Segovia.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Impresiona de verdad encontrarse a los pies de estos gigantescos molinos, que seguramente habrían asustado al mismísimo Don Quijote con el mover de sus largos y poderosos brazos.

Parque Eólico de Villacastín
Parque Eólico de Villacastín

Dos, tres, ¿acaso fueron cuatro? Varios repechos, de durísimo desnivel, hasta completar recorrido de algo más de cuatro kilómetros y poder llegar al Puerto de la Cruz de Hierro (1467 m). Algo más de las 13 horas y aún nos queda regresar, pero parece que nos hemos hecho a la idea.

Puerto La Cruz de Hierro

Andrés, tal vez el más sensato del grupo, opta por descender por la carretera (AV-501) y el resto, decidimos bajar por el sendero trialero a pesar de que una cuerda atravesada sugiere tímidamente no intentarlo.

Ermita del Cubillo

Malo el comienzo y peor lo que viene detrás pues, al desnivel propio de la zona, se le añade un terreno muy duro y seco, donde cuesta frenar y que además desemboca en grandes zanjas que no logras evitar si no es a pie. Después, zona de cardos, de altos arbustos que se han comido la senda y de zarzas en las que acabas dejando recuerdos de la piel de brazos y piernas. Una tortura.


Ermita del Cubillo

Recibo llamada de Andrés, que ya ha llegado a la ermita del Cubillo y de Fer para avisar de lo malo del camino, con lo que pierdo de vista al resto. Acabaré rodando bastante mejor y rápido en la segunda parte del tramo y desembocando directamente en la ermita sin más problemas, pero los que iban delante no han llegado.

Ermita del CubilloErmita del Cubillo

Parece que se han fiado de su intuición y acabarán llegando por distintos puntos algunos minutos más tarde, cuando el calor ya se deja notar. Se agradece tomar un refresco en la cantina de la propia ermita. ¡Vamos, hay que seguir!

Telégrafo Óptico
Telégrafo Óptico

La marcha se acelera en recorrido hasta Las Navas de San Antonio y será bastante duro en el ascenso hasta la Torre del Telégrafo con un calor que casi quema y el esfuerzo acumulado en las piernas. Sólo Fer parece estar fresco como una lechuga.

El Espinar

El descenso hacia El Espinar de sobra conocido. ¡Ah! No se escuchó un sólo tiro en toda la mañana.

Orgulloso de mis compañeros.