Jorge asoma la cabeza por detrás |
Alguno como José se presenta justo de tiempo sin previo aviso. Sabe a que hora solemos salir y ha acertado.
El que más ganas tenía hoy de salir era Fernando, que está como loco por recuperar su forma física. Se le verá disfrutando toda la ruta. Nos alegramos.
Esta noche ya le daba yo vueltas a la cabeza para intentar visualizar la ruta que seguiríamos, que a alguno le ha podido parecer improvisada, pero nada más lejos de la realidad.
El único que sabe lo que nos espera es Javier, pues ya le mostré el recorrido la semana pasada. Distingo alguna cara temerosa a mi alrededor.
Miguel avisa: “eh, que a mí me han hablado de una ruta suavecita”.
La primera variante se presenta tras circular por detrás de Iberpistas.
Repecho duro que es eso, una variante para calentar piernas y que toman con optimismo.
Diferentes opciones seguirán, por pequeñas veredas a derecha e izquierda, sin perder los márgenes del Río Gudillos, que trae muy poco agua, hasta llegar a las proximidades de la Cerca Montosa.
Recorrido muy del gusto de los que en época buscan níscalos y setas.
Charca de ranas, sin ranas aún, donde unos amigos andarines serán tan amables de hacernos una foto de grupo. Un saludo para ellos y confiamos en que dejen su firma a través de un mensaje.
Habremos llegado junto al “Pilón”, la Fuente de los Aserradores, y sin descanso tomaremos desvío que, tras amplio recorrido siempre agradable, nos llevará hasta Las Mesas.
Las lagunas congeladas de días atrás ya han desaparecido con las altas temperaturas.
En esta época tendría que estar esta zona encharcada, pero no es así, se circula sin complicaciones.
Marcha agradable y distintos cambios de parejas con animosa charla. A Carlos y a Miguel se les ve bíen.
Por aquí pinchará Jorge, pero solo por dar la nota y se solucionará en un pis-pas con la ayuda de amables voluntarios.
Poco más adelante nos encontraremos con Juan “plato grande”, que viene a buen ritmo y que ya se ha castigado un poco el cuerpo.
Cuando le digo nuestras intenciones, no duda en acompañarnos. Ya somos 10, bonito número.
Acabaremos en la puerta de Campanillas.Jorge se empeñará en “visitar a unos amigos”. Juan, Samuel y yo le esperaremos, mientras el resto del grupo cogen la pista, en dirección al desvío que les he marcado.
En este desvío, junto a la cuarta o quinta curva que nos encontramos, la opción será trepar más que subir por repecho muy duro, que cada uno afronta como puede. No se ha llevado control, pero al final estamos todos arriba.
El constipado que llevo encima y el esfuerzo me han dejado sin aliento. Alguno no consigue ni articular palabra. No se ha oido ni una queja.
La opción nos llevará cuesta abajo y a paso de puerta metálica por la izquierda.
Sendero sencillo entre árboles y bajada rápida algo trialera, que disfrutarán a tope los más arriesgados, que nos situará en la pista principal, en el Camino del Agua.
Resto ya conocido hacia la Estación de Gudillos y hacia Las Farolas, donde disfrutaremos de los torreznillos y daremos buena cuenta de una tortilla de patatas.
Carlos, Fernando, Javier B, Jesús, Jorge, José, Juan y Miguel... gracias a todos, por tan buenos momentos.