Fin de semana, tan
completo como este pasado, me cuesta recordar.
Relato de Ángel Sierra
Viernes, ya despierto antes de lo habitual, aunque tenía previsto ir a la hora
de comer a recoger el dorsal, pero el come-come no me dejaba en paz.
En el trabajo por la
tarde, no me vieron ni el pelo y corriendo a buscar el coche, enfilé la
carretera de La Coruña, Zarzuela y allí mi bici me esperaba más ansiosa qué yo.
En Segovia a las 5:10 h. con
la bici, en el camión, encartonada, esperando su viaje a Madrid, y yo a la 5:30
h. sentado en el bus esperando a que apareciera Toñín y que arrancaran pronto. Se nos hizo largo el viaje.
En la salida nos reunimos
6 emocionados compañer@s y esperamos el turno y... hasta el infinito y más
allá.
En los primeros kilómetros
había más dureza de la esperada, pero iban pasando y se formaron dos grupos,
Eva, Santi y Toñín y en el que iba yo con Ernesto y Antonio, que llevábamos un
ritmo más alto. Y mientras pasaban los Kms. más llanos del recorrido, Ernesto,
comentó que no le esperáramos si veíamos que se quedaba atrás.
Con un ritmo bueno nos
presentamos en Cercedilla alrededor de las 14 h. donde comimos y nos esperaba
Chicho para darnos ánimo y compartir un rato comentando cómo había transcurrido
lo qué llevábamos de ruta y si sabíamos por dónde iban los compañeros, pues la
retransmisión de Santi por Wikiloc se había parado.
En apenas 15'm. nos
pusimos en marcha despidiéndonos de Chicho, qué nos deseó suerte y empezamos
Los Lomitos y... salió el sol... y la digestión... Y sudar... y la bici ni
subía ni yo era capaz de divisar la fuente...pero llegue y no sé si el estómago
se centró o si ya había sudado todo lo que podía sudar...
Fin del primer capítulo.
El caso es que poco a poco
me fui encontrando cada vez mejor hasta llegar al Alto del León y sobre todo qué, por la senda del Arcipreste bajé andando, no como Antonio que lo hizo casi
sin bajarse, y el estirar las piernas durante un par de Kms. me vino fenomenal.
Llegamos a la puerta de Campanillas,
había un avituallamiento, y bajamos hasta la garganta de Río Moros, por donde iríamos a coger el cordel.
Y nada más pasar los Ángeles de San Rafael ya empezaron las
piernas a decirme ¡cuidadin! ya conoces el cordel y no has hecho nada más que
empezarle.
Así que trataba de dosificarme y qué las pulsaciones no me subieran de 150, pero
Antonio daba pedales como endemoniado y aunque por momentos se alejaba yo
seguía a mi ritmo cogiéndole en los tramos más llanos y favorables a mi pedaleo
La experiencia de conocer perfectamente estos parajes, debido a las
innumerables rutas con AlfonsoyAmigos
y recordar algunos momentos de risas y charlas con ellos, me ayudó un montón. Y
sobre todo agradecer a Antonio su ayuda, pues en los repechos antes de llegar
al río del pantano le dije "ya voy muy justito, los voy a subir andando,
si quieres vete”, pero me iba esperando.
Y por fin el embalse de Puente Alta.
Esto ya está chupado, pensé y me baje a darle más aceite en la cadena pues
sonaba, otra vez con mil chirridos.
Pero quedaba todavía
"mucha tela que cortar" y mucho desnivel que salvar y llegamos al
último avituallamiento, donde Antonio, me preguntó si parábamos, pero le dije "si
me bajo de la bicicleta, ya no vuelvo a subir " así que continuamos.
Calculamos que quedaban
9Kms. Y se nos abrió una pista prácticamente llana y veíamos Segovia a nuestra derecha, pero los Kms, parecían eternos y eso qué el cuentakilómetros marcaba entre 20 y 23
Kms por hora y Segovia parecía alejarse. Antonio tiraba de mi con una fuerza increíble y más increíble
era que yo pudiera seguirle...
De repente el arco azul de meta a unos 300 m.
Nos felicitamos y yo quería qué entrase él primero, pero me extendió su mano y entramos a la par.
(En la clasificación, estoy antes qué el por el orden alfabético, es anecdótico,
por supuesto, me hubiera gustado qué él constara delante de mi).
Quedaba otro momento
emocionante, el más emocionante, bajar por las escaleras del acueducto hacia la
plaza del Azoguejo, con bastante
gente animando y aplaudiendo, fue sensacional.
Un abrazo con Antonio, con
la medalla al cuello y unas fotos y a comer que me sentó de maravilla... Pero,
después de una media hora de estar sentado lo que me costó ponerme en pie,
menos mal que la ducha de agua fría me curó y conseguí llegar al coche, guardar
la bici y llegar a Zarzuela. Y la
cama directamente.
Fin del segundo capítulo.
A las 7 de la mañana, otra vez sin que sonará el despertador, preparar la
impedimenta del ciclista, otro día con AlfonsoyAmigos,
también hoy muchos amigos de Machoteros
en bici, sexmo de Santa Eulalia...
En Bernardos, saludé a Santi y a Toñín,
unos abrazos llenos de orgullo por lo conseguido y yo más orgulloso de, si
cabe, por haberlo compartido con ellos y con Eva y Ernesto.
Después de un chaparrón, nos dieron la salida desde la plaza del pueblo, en un
principio me costó ponerme en marcha, pero a medida que transcurrían los Kms
las piernas se iban soltando y entre conversaciones y risas y algún piscinazo,
sin agua y el árbitro mirando para otro lado, con Andrés partiéndose la caja de
tanto reír transcurrió la ruta dónde el aire nos dio una buena paliza.
La llegada y entrada en la
plaza de Bernardos, donde también
estaba situada la META, estuvo muy bien, llegamos juntos un buen número de
miembros de AlfonsoyAmigos. Después
de los abrazos de felicitación... A por la paella, muy buena, después tomamos
un café en la plaza sentados tan ricamente, al sol compartiendo anécdotas y
sucedidos de este fin de semana, para mi tan completo.
Un abrazo a los que estuvisteis viendo al Boss, ya sabéis, os echamos de menos.
Un abrazo para tod@s,
gracias por estar ahí.
Colorín, colorado este
cuento se ha acabado.
SED FELICES.