La garganta del río Moros, un lugar impresionante para los amantes del ciclismo y la naturaleza
El
ciclismo en la Garganta del río Moros es una forma de conocer una de las
zonas más bellas y desconocidas de la sierra de Guadarrama, un lugar que
sorprende por su belleza y su diversidad
En verano,
pidiendo los permisos necesarios para acceder a la zona y, el resto del año,
acudiendo cada vez que los compañeros espinariegos, sabedores del tesoro que
poseen, nos animan a una nueva visita que nunca defrauda.
Recuerdo
que en este blog ya escribí una crónica en diciembre de 2010 de un pequeño
grupo de amigos, de ciclistas, que recorríamos la Garganta del Río Moros y
hasta nos atrevimos a subir al altiplano de Las Barandillas. Se
diría que poco ha cambiado desde entonces.
Pero
lo cierto es que muchos otros amigos se han sumado desde aquellas fechas y muchas otras
historias y anécdotas hemos compartido.
Este
domingo, el grupo de ciclistas entusiastas y aguerridos lo han formado: Andrés,
Ángel, Enrique, Fer, Luis Ángel, Nacho, Pawel, Rafa, Santi y Alfonso.
Deporte,
naturaleza y aventura están asegurados y todos los asistentes, sabedores de que
recorrerán muchos tramos ya visitados en innumerables ocasiones, esperan que,
una vez más, se les enseñe ese bello rincón nuevo que les haga asombrarse.
Partimos
de La Estación de El Espinar, buscando pronto zonas escarpadas que
ayudarán a calentar en una mañana más fría de lo habitual. El
monumento de piedra, cerca de la fuente de Los Navazos, ve nuestra
primera parada.
No
hace tanto frío como se esperaba en el Cerro de Asperillas, pero se nota
humedad cuando nos adentramos entre los pinos y descendemos hasta el río
Moros. Sorprendentemente, más agrupados de lo
habitual, disfrutando del entorno.
Durante
la mañana, veremos a nuestro paso viejos molinos abandonados, refugios aquí y
allá (unos restaurados y otros no) y, por supuesto, tendremos la visita
inexcusable al pino Cardosillo, ese habitante privilegiado de la
Garganta, ese pino silvestre que fue una y otra vez indultado gracias a un guarda
forestal (Esteban).
A sus
pies, un cartel informa de que se estima tiene unos 250 años, año arriba, año
abajo, una altura cercana a los 35 metros y un diámetro superior al metro
cuarenta. Considerado como el de mayor valor en La
Garganta.
Nuestras ruedas recorren muchos kilómetros de pista, por la solana y por la umbría, alternando el paso por verdes praderas tapizadas de hierba verde y fresca mojada por el rocío de las noches.
En
más de una ocasión, desafiantes cortafuegos que parecen imposibles de superar y
que, sin embargo, se culminan con el entusiasmo de todos.
No faltarán recorridos por preciosos senderos, sólo aptos para las bicicletas de montaña y los habituados a zigzaguear entre piedras y ramas secas caídas, arroyos pedregosos que esperan con ansia la lluvia y muchos pinos que, inevitablemente, obligan a izar la vista hacia las alturas.
Y sobre el leve murmullo del agua de algunos afortunados arroyos y de las aves que todavía no han buscado refugio por el otoño, las conversaciones animadas y las risas de un grupo de amigos que, una vez más, han disfrutado de los rincones de La Garganta del Río Moros.
Por repetidas e infinitas veces que entremos y rodemos por la Garganta del Río Moros, no nos cansamos no nos casaremos, del espectáculo de naturaleza, en cualquier época del año.
ResponderEliminarCada uno tendrá su estación favorita, la mía es la otoñal.
La planeada este Domingo, era casi calcada a la que se hizo hace dos semanas.
Y me ha gustado más, éramos dos puñados de amigos, entre pinos y helechos, fantástico.
Sed Felices. Un abrazo.
Después de tantos años he perdido ya la cuenta de las veces que he recorrido la Garganta del Río Moros. Sin ir mas lejos hace quince días en una ruta prácticamente calcada a esta de este pasado domingo. Y sin embargo siempre parece que se descubren nuevos rincones de naturaleza que ayudan a afrontar la semana hasta una nueva ruta.
ResponderEliminarGracias Alfonso por descubrirnos estos nuevos rincones y por repetir esta ruta con amigos que no la habían podio hacer un par de semanas atrás. Genial esta ruta y maravillosa la Garganta que nos da tantísimo juego a lo largo del año.
Y gracias amigos por compartir otro domingo de naturaleza y bici.
Un abrazo y recordar que el domingo que viene esta........cada vez mas cerca.
Preciosa la Garganta en toda ocasión, pero como siempre lo mejor, compartir la mañana con los amigos.
ResponderEliminarUn abrazo.