Tenemos que aprender a disfrutar de las cosas más simples, a veces son las más extraordinarias
¡Menuda semana!
Dio comienzo con
la entrada del verano, el inicio del Tour, con la posibilidad de guardar las
mascarillas en el bolsillo en exteriores, Fer cumpliendo años y más de uno
pensando en partir de vacaciones…
Se diría que
estamos dejando atrás pesadillas pasadas y que estamos en los albores de la nueva “normalidad”, que
ya no será la que un día conocimos, pero seguro que pronto nos adaptaremos a ella
para bien.
Todo indica que ha pasado un año más, pero hay cosas que no cambian: La Garganta del Río Moros cierra sus puertas en periodo estival. ¡Esperad! No echéis el candado todavía que AlfonsoyAmigos se reúne para realizar ruta de despedida con un ¡hasta pronto!
La propuesta de
una ruta tranquila y sosegada, disfrutona y serena atrae a muchos amigos. Pero
puede que la invitación de Fer por su cumpleaños y la buena ocasión para
encontrarnos, reencontrarnos y compartir algo más que la bicicleta atraiga
mucho más.
¿Quiénes han
acudido? Espera que te cuento:
Ángel, Daniel, Edu,
Enrique, Fer, Fernando, Forlán, Juan, Juan Carlos, Luis Ángel, Miguel, Miguel
Ángel, Nacho, Paco, Patrick, Pawel, Rafa, Santi y Alfonso.
José María se
apunta, acude, pero llega tarde y además no da con el punto de encuentro. Problemas técnicos nos impiden comunicarnos hasta ya entrada la tarde.
Llegó a San Rafael, pero no le quedó más remedio que organizar su propio
recorrido.
Y los que no tuvieron problemas para encontrarnos fueron Andrés y Jesús, que acudieron con tiempo de realizar cata de menú antes de que llegáramos el resto y nos pudiéramos abrazar. Veremos también a Germán, que parece competir en solitario con su Strava y viendo que marchamos “de paseo”, saluda con afecto y nos abandona.
No estábamos todos
los que somos, pero sí éramos todos los que estábamos. Se echaron de menos muchas caras, pero este día hubo una buena
representación. El cariño para los ausentes.
Como decía, una
ruta tranquila y de paseo en un día
que amanece más fresco de lo esperado. El numeroso grupo
inicia marcha con ascenso hasta las vías del tren por recorrido que Fer se
encarga de cambiar, pero no serán los únicos cambios del trazado del año pasado.
No, no sigáis
track alguno, que os va a dar igual. Avanzamos en
ascenso por la calle Esperillas, bordeando los límites de Estación de El Espinar y algunos de los que van en cabeza ya van a
girar a la derecha por el recorrido más habitual… ¡Quietos! Que seguimos adelante para introducirnos
en zona de pinares por encima de depósito de agua.
Entramos en pista
forestal que ha conocido mejores y peores tiempos, pero que con un continuo
sube y baja avanza paralelo a la carretera de la Garganta. Excelentes vistas desde aquí en una mañana tan clara, pero la vista se
fija en el terreno y en los dos duros repechos que hay que superar sin
resbalar.
La taquilla de La
Garganta queda a nuestra izquierda y poco más adelante descendemos hasta el
aparcamiento, todavía muy tranquilo, aunque ya se ve humo en alguna de las
barbacoas. Buen caudal de agua en el Río Moros a estas alturas del año y el
ruido del agua parece dar alegría.
¿Que hemos
disfrutado el siguiente tramo en descenso muchas veces? Así es, pero tiene su puntito hacerlo en duro ascenso por la zona de
Las Chufardas. Que sí, que iba a ser una ruta tranquila y
sosegada… y lo es, ¿no ves
lo despacito que vamos?
Alcanzamos el
cortafuego y avanzamos pero, aunque podríamos haber seguido ganando altura,
preferimos tomar desvío a la derecha y superar tramos complicados hasta
acercarnos al archiconocido y familiar Pino
Cardosillo para realizar parada y fonda.
Por delante casi
10 kilómetros de pedaleo por la pista alta, con temperatura muy agradable, con
paisajes conocidos pero siempre impresionantes, por las zonas de Los Horcajos,
Cerro Pajoso, Tabladillas, Peñas Blancas y no puede faltar nuestra foto de
Grupo, aunque Juan y Pawel, en un pequeño pique personal, han seguido sin
detenerse. ¡Ah, se siente!
Descenso complicado hasta tomar de nuevo la pista y avanzaremos rápidos, saludando amigos por el camino, hasta que propongo nuevo desvío cerca del Arroyo Gargantilla, porque nos acercaremos a los restos del Chozo Madrid, uno de los parajes con más encanto.