Las zetas trialeras de El Escorial
El jueves día 6 se nos emplaza desde AlfonsoyAmigos a acudir
a El Escorial, en concreto al aparcamiento de la Herrería, frente al arroyo del Batán
Sin posibilidad de acudir a la cita de hoy, Alfonso ya se hizo ayer sábado la misma ruta en solitario y en esta jornada dominical nos reunimos: Enrique, Fer, Juan, Luis Ángel, Pawel, Rafa y Samuel, para formar un grupo de 7 valientes.
Comenzamos
a rodar por el Bosque de la Herrería
para alcanzar en unos minutos el paseo de Carlos III, con espléndidas vistas al
Monasterio de El Escorial y la
posibilidad de disfrutar del amanecer desde el precioso estanque de los cisnes,
lo que augura que tendremos un maravilloso día a pesar de la niebla que casi
tocaremos con la punta de los dedos.
Callejeamos
un poco y pronto entraremos en calor pues a partir de ahora nos espera subir y
subir, comenzando por la parte alta del embalse del Romeral, con muy poca agua
y en obras. Resulta
fácil vadear el arroyo del Romeral
para coger camino forestal con tramos pedregosos y toboganes que nos van entonando
hasta situarnos a los pies de las zetas, de las 17 zetas.
Que
cada cual comente, si es su antojo, cómo le fue en el ascenso trialero, pero a
fin de cuentas todos finalizamos encontrándonos en el alto y dispuestos a
superar las duras pendientes que nos restaban en busca del Puerto de Malagón (1536 m). Ya
arriba, es momento de felicitarse y bajar pulsaciones mientras nos tomamos unas
barritas energéticas.
Hoy
no miramos hacia el Pico de Abantos sino a nuestra izquierda, hacia el Embalse
del Tobar y la zona de Las Cercas, que no tardaremos en visitar en fechas
próximas. Saltamos
puerta y atacamos en subida el Camino del Pinar o Camino de la Cancha, dejando
a un lado la bajada hacia el Prado Retamal y al otro el Pico del Helechal y el
Pico de Risco Alto
Un
pequeño desvío hacia gran canchal de piedra que será el punto más alto de
nuestra ruta y que alcanzamos a pie los últimos metros (1618 m). Merece la pena disfrutar de los 360º de
formidables vistas que se pierden en la lejanía. Aprovechando
la parada y viendo que el sol empieza a jugar al escondite, Juan, Pawel y yo
nos pondremos ropa de abrigo antes de comenzar el rápido y largo descenso hacia
Robledondo.
No
llegamos a tocar el pueblo y si la M-535 que enseguida abandonamos para coger a
escasos 100 metros de carretera sendero muy roto al principio y más transitable
a continuación, aunque va faldeando por los Corralillos el Collado, el Puerto de
la Paradilla (1347 m) y la carretera de Santa María de la Alameda, pasando bajo
el mirador de Ángel Nieto y desembocando finalmente en el puerto de la Cruz Verde (1256), conocido punto de encuentro de
numerosos motoristas que hoy también se han reunido.
Recorremos
apenas un kilómetro por carretera, dejando atrás y a nuestra derecha la antigua
mina de magnesita trabajada durante más de 40 años y hasta 1980. Actualmente, se ha reconvertido a escenario de
teatro a cielo abierto donde se celebran festivales en julio y agosto. Abandonamos el asfalto tomando desvío en curva
pronunciada a izquierda y entramos sin detenernos en pista forestal rota y
polvorienta en descenso pero que se logra trazar bien por la Umbría de
Matarrubia.
Algo
más de 3 kilómetros de rápido y divertido descenso por zona que conocemos tanto
de bajada como de subida y que sabemos nos llevaría en otra ruta hacia Las
Navas del Marqués, Robledo de Chavela y la ermita de Navahonda.
Estamos
por encima del Túnel de la Cañada de las vías del ferrocarril. Cogemos descenso pronunciado, pero también se
podría haber cogido senderillo revirado más a la izquierda hasta superar puente
por encima de las vías, para llegar igualmente a La Estación y Pajares,
considerada barrio de Zarzalejo.
Juan
propone que nos tomemos allí mismo un refrigerio, pues en las cercanías del
coche no tenemos ningún Bar, así que allí nos detenemos a tomarnos un refresco,
unos torreznos y una tortilla. Pawel
decide que es mejor continuar para no quedarse frío y allí nos despedimos de
él. Degustamos los ágapes y
continuamos la ruta con pocos minutos de diferencia, pero no nos volveremos a
encontrar.
Antes
de desviarnos descubrimos antiguos pilares de madera de potro de herrar que no
habíamos visto antes. Nos vamos
acercando a los pies de La Machota Baja
(1404 m), pasando por zona donde están urbanización actualmente y coger el
camino de los Ermitaños, siempre agradable de recorrer.
Por
aquí tenemos varias opciones para coger senderillos trialeros o pista que nos
acercaría a la Silla de Felipe II,
pero ya vamos encontrando muchos andarines y excursionistas que nos hacen
ralentizar la marcha. Parece
ser que hoy se está celebrando una misa multitudinaria junto a la Ermita.
Un
poco más adelante, surgió el único contratiempo de la mañana. Rafa tuvo que tirar de freno para no toparse
con un bonito roble y Luis Ángel, al detenerse junto a él, tuvo el infortunio
de ser agredido hasta en dos ocasiones por unas avispas traicioneras por las
que no fuimos bienvenidos. En un
principio, no parecía muy serio, Rafa le proporcionó un poco de Afterbite y
pudimos llegar a los coches sin mayor problema.
Choque
de manos y abrazos de despedida hasta la próxima ruta, donde esperemos que
Alfonso, nuestro anfitrión y “Alma Mater” se encuentre de nuevo con nosotros.
Muy bonita ruta, por fin tuve la sensación de bajar por lo menos todo lo que subí, parece que estaba pensada para mis lamentaciones 😂
ResponderEliminarRuta realizada a muy buen ritmo como podréis comprobar, mucha subida al principio para acabar bajando y disfrutando.
ResponderEliminarEl domingo que viene más.