Contábamos con que las temperaturas nos dieran un respiro y lo hemos aprovechado
Hay
rutas que parecen estar diseñadas para una época concreta, para unas
circunstancias especiales, para aquellos días del año en los que aprovechar la
sombra de los árboles no es un requisito imprescindible.
El
servicio meteorológico anuncia un descenso brusco de temperaturas por un par de
días y rápidamente aprovechamos a lanzar la propuesta de esta ruta que nunca y
a nadie deja indiferente.
Andrés,
Ángel, Eduardo, Fernando, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Santi y Alfonso.
No
somos muchos, ni somos pocos, pero a los que estamos se nos notan las ganas de darlo
todo en una mañana que de inicio nos marca entre 4 y 5 grados de temperatura. Vamos, lo que se diría una mañana fresquita,
que a todos ha aconsejado abrigarse más de lo habitual, menos a un Nacho que
con el maillot de AlfonsoyAmigos
parece no haber consultado las previsiones o estar dispuesto a desafiarlas.
Vídeo "Arco de Santo Domingo"
La
puerta metálica que habitualmente encontramos cerrada de camino hacia El Potril
hoy estará abierta (parece que hay
cazadores por la zona, se escuchan algunos disparos), pero los compañeros
tendrán que ayudarme con la súper pesada e-bike en más de una ocasión.
La
Cerca Portillo nos da paso a la Cañada Real Soriana Occidental y es ahora, tras
unos cientos de metros sin complicaciones, cuando los senderos se intuyen más
que se ven y avanzamos campo a través intentando sortear los números cardos que
se diría han afilado sus espinas antes de nuestra llegada.
En
lugar de tomar giro habitual con ascenso al collado del Camino de
Vallestuertos, Ángel nos propone seguir camino más empinado para ascenso
directo a Peña Morena y toma cabecera para guiar y demostrar que SÍ SE PUEDE.
Próximo
destino el Parque Eólico de Villacastín, de nuevo intuyendo los senderos y
siempre con la duda de si estamos en el lado correcto de la cerca de piedra. Os aseguro que el avance es muy complicado: Desnivel, rocas, cardos, hierba alta que
oculta agujeros donde hocicar… pero el ánimo sigue intacto.
Encontrarnos
en pista asfaltada junto al primer molino nos da un respiro y parece que
ninguno hemos pinchado. Las
ruedas tubelizadas hacen bien su trabajo.
Impresionantes
los molinos cuando te encuentras al pie de ellos y más con el ruido fuerte y constante
que provocan los aerogeneradores, aunque dicen que a 400 metros sería
comparable al ruido de un frigorífico. No
sé, no sé. Pero
bien se merecen una buena sesión de fotos que ninguno se quiere perder.
Repechos
que se superan con un esfuerzo que se va acumulando en las piernas y el viento,
que aquí parece permanente, no ayuda. El
sudor se queda frío a pesar de que ninguno nos hemos quitado ropa de abrigo.
Nueva
sesión de fotos en el Puerto de la Cruz
de Hierro (1467m), que recordamos nevado en nuestra anterior visita. Y esta vez estamos dispuestos a cambiar un recorrido
de 9 kms con descenso hasta Aldeavieja y posterior aproximación a la Ermita del
Cubillo, por el descenso trialero que nos acercará a la misma Ermita en 3 kms.
Esta
vez no hay barro ni placas de hielo, pero la tierra está muy suelta. Ángel toma la delantera y nos guía, pues a
derecha e izquierda aparecen alternativas que pueden confundir. Y está claro que se nos ha avisado de que
encontraríamos bastante desnivel, pero nada se dijo de hacer rápel por paredes
casi verticales.
O así nos lo ha parecido en algunas ocasiones. Voy delante de él y Santi reconoce haberme
visto desaparecer de repente tras una línea y encomendarse a los santos antes
de seguirme.
Aviso: Comprueba tus pastillas de freno antes de realizar
este trazado.
Bajada
sin percances, con caras de haber disfrutado y sin poder evitar soltar un ¡Caray! Bien fuerte y un resoplido (al menos) al juntarte al final del
sendero con los compañeros.
La
parada en la Ermita de Nuestra Señora
del Cubillo bien se merece un descanso un poco más largo y además, todavía
no habíamos parado para tomar algún tentempié. Se
agrade el sol junto a los muros del santuario.
Y
orientamos ya nuestras miradas hacia el regreso, recorriendo vías pecuarias que
a grandes tramos han sido cubiertas de gravilla para facilitar el tránsito de
vehículos, pero que le quitan encanto para nuestras bicicletas.
Se
mantiene muy buen ritmo de marcha hasta las proximidades de Las Navas de San
Antonio y ahora queda duro ascenso hasta la torre del Telégrafo Óptico en El Espinar. Afortunadamente
con excelente temperatura.
Desde
el telégrafo es ya todo descenso… o casi todo pero llegamos a El Espinar antes
de lo previsto. El
tiempo empleado para las fotos se ha compensado con una excelente marcha y
aunque se han recortado kilómetros con algunas variantes, lo cierto es que han
endurecido el recorrido.
PINCHA EN LA CARPETA PARA VER TODAS LAS FOTOS