Contábamos con que las temperaturas nos dieran un respiro y lo hemos aprovechado
Hay
rutas que parecen estar diseñadas para una época concreta, para unas
circunstancias especiales, para aquellos días del año en los que aprovechar la
sombra de los árboles no es un requisito imprescindible.
El servicio meteorológico anuncia un descenso brusco de temperaturas por un par de días y rápidamente aprovechamos a lanzar la propuesta de esta ruta que nunca y a nadie deja indiferente.
El servicio meteorológico anuncia un descenso brusco de temperaturas por un par de días y rápidamente aprovechamos a lanzar la propuesta de esta ruta que nunca y a nadie deja indiferente.
Una ruta pensada para disfrutar de la bicicleta y de un entorno que en ocasiones será singular, ideal para detenerse aquí, allá y un poco más allá acaso para descansar del esfuerzo o tal vez para hacer una y mil fotos de recuerdo.
Aún con ausencias por vacaciones y tal vez alguna más tras el aviso de que “esta ruta” suele alargarse más de lo esperado. Pero aun así, en el Paseo de las Bolas de El Espinar aparecemos:
Andrés,
Ángel, Eduardo, Fernando, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Santi y Alfonso.
No somos muchos, ni somos pocos, pero a los que estamos se nos notan las ganas de darlo todo en una mañana que de inicio nos marca entre 4 y 5 grados de temperatura. Vamos, lo que se diría una mañana fresquita, que a todos ha aconsejado abrigarse más de lo habitual, menos a un Nacho que con el maillot de AlfonsoyAmigos parece no haber consultado las previsiones o estar dispuesto a desafiarlas.
No somos muchos, ni somos pocos, pero a los que estamos se nos notan las ganas de darlo todo en una mañana que de inicio nos marca entre 4 y 5 grados de temperatura. Vamos, lo que se diría una mañana fresquita, que a todos ha aconsejado abrigarse más de lo habitual, menos a un Nacho que con el maillot de AlfonsoyAmigos parece no haber consultado las previsiones o estar dispuesto a desafiarlas.
El
último track que teníamos, el de enero de 2019, nos marcaba rumbo para salir de
El Espinar enfilando hacia la Vereda de la Talanquera, pero hoy decidiremos
acercarnos a la Ermita de San Isidro e iniciar enseguida ascenso por el Camino
de los Castrejones.
Ya hace poca gracia comenzar con desniveles, pero Santi propone variante a la izquierda, incluso algo más dura, para acercarnos al Arco de Santo Domingo, tal vez para que lo conozca Eduardo o para hacernos, por qué no, alguna otra foto de recuerdo.
Ya hace poca gracia comenzar con desniveles, pero Santi propone variante a la izquierda, incluso algo más dura, para acercarnos al Arco de Santo Domingo, tal vez para que lo conozca Eduardo o para hacernos, por qué no, alguna otra foto de recuerdo.
Vídeo "Arco de Santo Domingo"
La puerta metálica que habitualmente encontramos cerrada de camino hacia El Potril hoy estará abierta (parece que hay cazadores por la zona, se escuchan algunos disparos), pero los compañeros tendrán que ayudarme con la súper pesada e-bike en más de una ocasión.
La Cerca Portillo nos da paso a la Cañada Real Soriana Occidental y es ahora, tras unos cientos de metros sin complicaciones, cuando los senderos se intuyen más que se ven y avanzamos campo a través intentando sortear los números cardos que se diría han afilado sus espinas antes de nuestra llegada.
En lugar de tomar giro habitual con ascenso al collado del Camino de Vallestuertos, Ángel nos propone seguir camino más empinado para ascenso directo a Peña Morena y toma cabecera para guiar y demostrar que SÍ SE PUEDE.
Próximo
destino el Parque Eólico de Villacastín, de nuevo intuyendo los senderos y
siempre con la duda de si estamos en el lado correcto de la cerca de piedra. Os aseguro que el avance es muy complicado: Desnivel, rocas, cardos, hierba alta que
oculta agujeros donde hocicar… pero el ánimo sigue intacto.
Encontrarnos en pista asfaltada junto al primer molino nos da un respiro y parece que ninguno hemos pinchado. Las ruedas tubelizadas hacen bien su trabajo.
Impresionantes los molinos cuando te encuentras al pie de ellos y más con el ruido fuerte y constante que provocan los aerogeneradores, aunque dicen que a 400 metros sería comparable al ruido de un frigorífico. No sé, no sé. Pero bien se merecen una buena sesión de fotos que ninguno se quiere perder.
Repechos que se superan con un esfuerzo que se va acumulando en las piernas y el viento, que aquí parece permanente, no ayuda. El sudor se queda frío a pesar de que ninguno nos hemos quitado ropa de abrigo.
Nueva sesión de fotos en el Puerto de la Cruz de Hierro (1467m), que recordamos nevado en nuestra anterior visita. Y esta vez estamos dispuestos a cambiar un recorrido de 9 kms con descenso hasta Aldeavieja y posterior aproximación a la Ermita del Cubillo, por el descenso trialero que nos acercará a la misma Ermita en 3 kms.
Esta vez no hay barro ni placas de hielo, pero la tierra está muy suelta. Ángel toma la delantera y nos guía, pues a derecha e izquierda aparecen alternativas que pueden confundir. Y está claro que se nos ha avisado de que encontraríamos bastante desnivel, pero nada se dijo de hacer rápel por paredes casi verticales.
O así nos lo ha parecido en algunas ocasiones. Voy delante de él y Santi reconoce haberme visto desaparecer de repente tras una línea y encomendarse a los santos antes de seguirme.
La puerta metálica que habitualmente encontramos cerrada de camino hacia El Potril hoy estará abierta (parece que hay cazadores por la zona, se escuchan algunos disparos), pero los compañeros tendrán que ayudarme con la súper pesada e-bike en más de una ocasión.
La Cerca Portillo nos da paso a la Cañada Real Soriana Occidental y es ahora, tras unos cientos de metros sin complicaciones, cuando los senderos se intuyen más que se ven y avanzamos campo a través intentando sortear los números cardos que se diría han afilado sus espinas antes de nuestra llegada.
En lugar de tomar giro habitual con ascenso al collado del Camino de Vallestuertos, Ángel nos propone seguir camino más empinado para ascenso directo a Peña Morena y toma cabecera para guiar y demostrar que SÍ SE PUEDE.
Encontrarnos en pista asfaltada junto al primer molino nos da un respiro y parece que ninguno hemos pinchado. Las ruedas tubelizadas hacen bien su trabajo.
Impresionantes los molinos cuando te encuentras al pie de ellos y más con el ruido fuerte y constante que provocan los aerogeneradores, aunque dicen que a 400 metros sería comparable al ruido de un frigorífico. No sé, no sé. Pero bien se merecen una buena sesión de fotos que ninguno se quiere perder.
Repechos que se superan con un esfuerzo que se va acumulando en las piernas y el viento, que aquí parece permanente, no ayuda. El sudor se queda frío a pesar de que ninguno nos hemos quitado ropa de abrigo.
Nueva sesión de fotos en el Puerto de la Cruz de Hierro (1467m), que recordamos nevado en nuestra anterior visita. Y esta vez estamos dispuestos a cambiar un recorrido de 9 kms con descenso hasta Aldeavieja y posterior aproximación a la Ermita del Cubillo, por el descenso trialero que nos acercará a la misma Ermita en 3 kms.
Esta vez no hay barro ni placas de hielo, pero la tierra está muy suelta. Ángel toma la delantera y nos guía, pues a derecha e izquierda aparecen alternativas que pueden confundir. Y está claro que se nos ha avisado de que encontraríamos bastante desnivel, pero nada se dijo de hacer rápel por paredes casi verticales.
O así nos lo ha parecido en algunas ocasiones. Voy delante de él y Santi reconoce haberme visto desaparecer de repente tras una línea y encomendarse a los santos antes de seguirme.
Aviso: Comprueba tus pastillas de freno antes de realizar
este trazado.
Bajada sin percances, con caras de haber disfrutado y sin poder evitar soltar un ¡Caray! Bien fuerte y un resoplido (al menos) al juntarte al final del sendero con los compañeros.
La parada en la Ermita de Nuestra Señora del Cubillo bien se merece un descanso un poco más largo y además, todavía no habíamos parado para tomar algún tentempié. Se agrade el sol junto a los muros del santuario.
Y orientamos ya nuestras miradas hacia el regreso, recorriendo vías pecuarias que a grandes tramos han sido cubiertas de gravilla para facilitar el tránsito de vehículos, pero que le quitan encanto para nuestras bicicletas.
Se mantiene muy buen ritmo de marcha hasta las proximidades de Las Navas de San Antonio y ahora queda duro ascenso hasta la torre del Telégrafo Óptico en El Espinar. Afortunadamente con excelente temperatura.
Desde el telégrafo es ya todo descenso… o casi todo pero llegamos a El Espinar antes de lo previsto. El tiempo empleado para las fotos se ha compensado con una excelente marcha y aunque se han recortado kilómetros con algunas variantes, lo cierto es que han endurecido el recorrido.
Bajada sin percances, con caras de haber disfrutado y sin poder evitar soltar un ¡Caray! Bien fuerte y un resoplido (al menos) al juntarte al final del sendero con los compañeros.
La parada en la Ermita de Nuestra Señora del Cubillo bien se merece un descanso un poco más largo y además, todavía no habíamos parado para tomar algún tentempié. Se agrade el sol junto a los muros del santuario.
Y orientamos ya nuestras miradas hacia el regreso, recorriendo vías pecuarias que a grandes tramos han sido cubiertas de gravilla para facilitar el tránsito de vehículos, pero que le quitan encanto para nuestras bicicletas.
Se mantiene muy buen ritmo de marcha hasta las proximidades de Las Navas de San Antonio y ahora queda duro ascenso hasta la torre del Telégrafo Óptico en El Espinar. Afortunadamente con excelente temperatura.
Desde el telégrafo es ya todo descenso… o casi todo pero llegamos a El Espinar antes de lo previsto. El tiempo empleado para las fotos se ha compensado con una excelente marcha y aunque se han recortado kilómetros con algunas variantes, lo cierto es que han endurecido el recorrido.
Afortunadamente no ha habido pinchazos, ni averías, ni caídas y a todos nos ha encantado la ruta, lo que nos dejará excelente recuerdo para próxima ocasión… que la habrá. ¡¡SEGURO!!
PINCHA EN LA CARPETA PARA VER TODAS LAS FOTOS







