domingo, 31 de julio de 2011

Villalba - Zetas de Abantos

Cuando nos reunimos frente a la casa de Fernando, contábamos con Ferluy, Fernando Paco y Javier, pero vemos llegar a José y a Santi, de El Espinar.
Iniciamos la marcha junto a la Carretra de Galapagar, siguiendo la Cañada Real Segoviana y bajando por sendero repleto de toboganes llegaremos hasta la primera pantalla del Embalse de Valmayor. Nuevos toboganes, pero esta vez dando pedales, hasta la primera presa.
Pasaremos junto al Embalse Arroyos (el de la foto) y el Embalse Las Lagunas, realizando tramos que requieren de habilidad, pero que son del agrado de todos. Después de un fuerte repecho ya recorreremos zonas llanas por senderos de fácil transitar.
Embalse de los Arroyos
Antes se marchaba junto a las vías, pero ahora (no se desde hace cuanto), han habilitado el paso a fincas, siendo el trayecto mucho más seguro que antes y sin complicaciones, por las Navazuelas y las Cañadillas.

Cruzaremos varias puertas que nos aseguramos de dejar cerradas, pero en una de ellas, aparentemente sin complicaciones, Fernando engancha un cuerno de su bicicleta en la lazada de alambre que sirve para asegurar la precaria puerta, se estrecha el lazo y detiene violentamente la bicicleta, lo que provoca que Fernando, que no se lo espera, salga literalmente volando por la cabeza, para caer sobre su espalda.
Susto de campeonato, la caída ha sido muy dura, pero Fernando ya empieza a levantarse. Dice haber oído crujir todo su cuerpo y estamos seguros de que su camel-bak le ha salvado de alguna lesión de espalda. Algún rasponazo en brazos y piernas, sin mucha importancia, golpe muy fuerte en la rabadilla y herida en su orgullo. Le duele, pero podrá seguir pedaleando como un campeón. Más adelante, Ferluy le tendrá que dar una pequeña friega con RadioSalil.
Al llegar a El Escorial, no nos quedará más remedio que afrontar dura subida por carretera, en tres tramos, hasta las inmediaciones del Monasterio. Parto en cabeza, seguido de José y de Santi, pero Ferluy, poco acostumbrado últimamente a chupar rueda, nos pasará para marcar un buen ritmo.
Lo cierto es que tengo un buen día, no siempre es así, las piernas van fluidas y me piden meter un piñón más, con lo que consigo ponerme nuevamente en cabeza hasta culminar.


Callejeamos por El Escorial, para pasar junto a churrería. Lo propongo, pero nadie está dispuesto a tomarse un chocolate calentito con churros... El calor ya se empieza a notar.
Nuevo ascenso duro por carretera, hasta pasar bajo la presa del Embalse del Romeral y seguiremos subiendo y subiendo hasta poder coger pista forestal, pero que tampoco nos dará alivio en los primeros tramos.

Agrupamiento, fotos y captura de agua, que nos hará falta. Seguiremos por el Cordel, hasta coger un segundo desvío que nos llevará al inicio de las Zetas.

Este es el terrero de Ferluy y lo demuestra saliendo disparado. Le sigue Santi, que en algún momento tendrá una caída. José tiene fuerzas, pero tiene problemas para afrontar con su rígida-total los escalones de piedras y raíces que se nos presentan. Yo opto por intentar superar el mayor número de zetas sin poner pié en tierra. El resto se lo toma con mucha calma.
Arriba espera Ferluy y Santi intenta curar una herida producida en su caída. Reagrupamiento y merecido descanso.
Seguiremos por pista mucho más llevadera, pasando junto a Refugio y fuente sin agua junto al Área Recreativa de los Llanillos. A la izquierda abandonaremos la subida dura al Puerto de Malagón (1536 m.). Más a la derecha estaría el Pico de Abantos (1753 m.), pero eso son palabras mayores.
Más adelante, disfrutaremos de la única fuente del recorrido, con agua muy fresca, antes de seguir por forestal asfaltada que primero subiendo y después en fuerte descenso nos llevará hasta la Carretera, de camino para el Valle de los Caídos.
Giro a la derecha por la entrada hacia el Camping de El Escorial y últimos kms hasta nuestro destino. Los de cabeza, con todo el desarrollo, mantendremos un estupendo ritmo siguiendo la Colada del Camino de Villalba hasta la antigua Finca Mayra en ruinas, primero y después hasta los coches.
Cervezas, comentarios y risas. Genial ruta del agrado de todos. Creo que se nota en las fotos lo bien que lo hemos pasado. Nos han salido 42,02 kms y 4 horas 12 minutos de marcha.

Esperemos que el golpe de Fernando se quede solamente en el susto.                                                    Pincha enlace para ver Video


lunes, 25 de julio de 2011

Puricelli - Carril del Gallo - Cotos

Partimos de Cercedilla, cogiendo las escaleras que se muestran enfrente de la Estación.


Sendero paralelo a la finca de Roblegordo, para acabar cogiendo el Camino Puricelli, cuyo nombre proviene de la empresa que inició las obras de una carretera que uniría Madrid y Segovia a través del Valle de la Fuenfría. Estas obras fueron paralizadas al comienzo de la Guerra Civil.
Pendientes soportables, para cruzar con el Camino de los Campamentos, que seguiremos para pasar por encima del Hospital de la Fuenfría.


Iremos cogiendo los senderos que se nos muestran a la izquierda y que nos llevan a través de zona muy espesa de pinos y algunos robles.

Difícil describir el recorrido que realizamos, ya que hay muchos cruces de senderos, pero acabaremos en la Calzada Romana, donde solo se atreven los que marchan a pie. (Como dice Jorge "estos romanos no sabían hacer eses") Si acaso dos o tres ciclistas realizando descenso en sentido contrario y que nos miran con extrañeza, como los excursionistas que a duras penas vamos adelantando, pero que nos facilitan indicaciones útiles para continuar.


Hemos ganado mucho tiempo, todo el recorrido a la sombra, por senderos a veces complicados por las piedras o el desnivel, pero hemos evitado subir por la Carretera de la República, plantándonos directamente en el Puerto de la Fuenfría, eso sí, por la opción más dura.

Una foto y vuelta a la marcha. Jorge sabe que ahora descendemos, pero que nos resta lo más duro.
Nuestra opción es el Carril del Gallo, que salvo en un pequeño trecho de 5 a 6 metros, es totalmente ciclable y se disfruta de principio a fin. Lástima que no haces nada más que bajar, bajar y bajar, con exigencia de habilidad, pero sin apenas tener que dar pedales.


Acabaremos junto a la carretera que baja del Puerto de Navacerrada, la CL 601, que tomaremos únicamente hasta la segunda curva, en el Km. 66 para adentrarnos nuevamente en pista forestal, en un paraje muy tranquilo. Rodar engañoso, que va tomando desnivel. Acabaremos cogiendo por la derecha, después de pinos apilados, el Camino Viejo del Paular, que en ocasiones se encuentra polvoriento por arrastres recientes de pinos.
Primero agrupados, pero después cada uno coge su ritmo, no hay más remedio. Jorge tira para adelante y ya no le veremos hasta llegar al Puerto del Paular de Cotos.



Algo más de 3 kms de pendientes continuas, muy muy duras, que no te dan apenas respiro y que te obligan a tirar de los últimos piñones y de riñones.  Un reto, como dice Fernando... llegar y no morir en el intento, añado yo.

Ya  juntos los tres, después de coger agua fresca y descansar unos minutos, marchamos por carretera hacia el Puerto de Navacerrada, pero siempre me ha gustado este tramo de poco más de cuatro kms y me lanzo con todo el desarrollo metido, como si intentara que cuajara una escapada del Tour. En Navacerrada espero la llegada de los que vienen tranquilos y charlando.



La hora y compromisos de Fernando nos obligan a bajar por carretera hasta Cercedilla. Descenso muy rápido para tomar unas cervezas y volver a casa.
A petición de Fernando, resaltar que la ruta en conjunto ha sido MUY DURA.





domingo, 24 de julio de 2011

Refugio La Salamanca

Fernando tenía dudas sobre si salir o no, pero finalmente se animó al saber que no tendríamos desplazamiento en coche. Creo que su decisión ha sido la acertada.

Salimos con exceso de puntualidad, tanto que a los pocos minutos de marcha nos llama Germán, que está en el punto de encuentro y no ve a nadie. Pequeña espera y agrupamiento.
Marchamos detrás de Germán mientras subimos a Peña El Águila, donde haremos la primera parada. Ya hemos roto a sudar.


Ascenso por la Cañada Leonesa, rodando muy tranquilos, hoy no queremos forzar.

Emparejados y charlando hasta el Collado Hornillo, donde haremos nueva parada para comentar.

Hoy no se fuerza, disfrute de paisaje y charla.

Hasta el Collado de la Mina, donde propongo realizar subida hasta el Refugio de La Salamanca.

Ascenso por sendero muy pedregoso, pero con desnivel llevadero, que disfruta especialmente Jorge y los demás, a ratos.

El jardinero se ha olvidado de podar las ramas bajas que se cruzan en tu camino y que ponen en peligro la integridad de tu cabeza.
El Refugio, a 1789 m, en la cumbre de La Salamanca, en la provincia de Madrid, podría tener plazas para 10 ó 12 personas, pero se encuentra en muy mal estado.

Apenas podría cubrirte algo de la lluvia y del viento.

Las vistas son impresionantes a 360º y las disfrutamos al máximo.

Descenso por el mismo camino pedregoso, que obliga a poner a prueba tu habilidad. Fernando comenta con satisfacción sus logros.




Seguiremos la pista, el Camino del Viacrucis, hasta el siguiente Collado, el de Lagasca.

Paso de cancela y giro a la izquierda en la primera opción, para coger el sendero que ya conocemos, que nos llevará a media ladera primero y después a descender por senderos complicados en ocasiones.

Casi con el piloto automático realizamos las mejores trazadas.

Acabaremos junto a Arroyo Mayor y, después, en Las Farolas. Hoy los torreznos están especialmente buenos, sentaditos en la terraza.

Buena salida con geniales paisajes y sin cansancio en el cuerpo.


                                        Pincha para ver otras fotos impresionantes de esta salida



jueves, 21 de julio de 2011

Camino del Ingeniero San Rafael - Siempre fiel



Cuando quieres desconectar del trabajo y quitarte la ansiedad.
Cuando quieres desentumecer músculos.
Cuando quieres respirar aire puro y fundirte con la naturaleza.
Cuando quieres aprovechar el poco tiempo de que dispones y romper con la rutina...

Ahí tienes el Camino del Ingeniero, como un perro fiel que nunca te abandona y que siempre está dispuesto a acompañarte, que te seguirá con el ritmo que tú quieras imponer y que se dará por satisfecho cuando tú lo estés.


si además tienes amigos que comparten contigo estos momentos...UN LUJO.

sábado, 16 de julio de 2011

El Boquerón - Collado Hornillo

Jorge tuvo problemas de última hora y Paco no se ha presentado. Incluso el Bombi, José, hizo intento de venir a acompañarnos. Finalmente, me encuentro con Javi “Vegas” en la puerta de mi casa y nos dirigimos hacia El Espinar, donde pronto nos agrupamos con Carlos, Javier, José y Juan.
Casi en frío, iniciamos subida y pasamos junto al Instituto y la Cruz de Santa Quiteria. Son subidas, pero nada comparado con la que nos espera, ya que nuestro propósito es ascender dejando el Arroyo Boquerón a nuestra derecha.

La primera rampa bien, la segunda también, con ánimo, pero después de ascenso continuo, llegamos a giro a la izquierda y curva a la derecha, donde algunos ya hemos puesto pie en tierra o buscamos el primer descanso. Tomaremos respiro junto al cruce con el Camino del Ingeniero, en la zona que llaman El Recodo. Muy duro.

Pequeño repecho junto a fuente y seguimos el Camino del Ingeniero, en los tramos que a mí, particularmente, me parecen los más peligrosos.

Cuando teníamos previsto bajar al Arroyo Boquerón y efectuar ascensión hasta el cruce de provincias, Juan dice conocer sendero que nos llevará al mismo punto deseado por otro camino. Los primeros tramos son muy difíciles, ya que casi resulta imposible ascender empujando y hay que echarse la bicicleta al hombro. Muy duro.

El ascenso es penoso, pero ya alcanzamos sendero que se puede realizar montado. Las ramas bajas golpean los cascos y llegan a arrancarme el mío en una ocasión.

Cruzamos cancela que ya conocemos de atravesarla en sentido contrario y, en esta ocasión, giramos a la derecha guiados por Juan para dar la vuelta al monte y llegar a encrucijada de caminos.

En anterior ruta, cogimos camino de la izquierda pero, en esta ocasión, tomaremos el que se nos presenta de frente y en descenso largo, que otras veces tomamos en sentido contrario. Cerca de la Dehesa de la Cepeda, camino en subida hasta nuevo cruce de caminos.

Nuevamente camino de frente, el de la derecha nos llevaría a la Urbanización Las Damas y junto al Camping de Valle de Enmedio. Pista para recorrer a buen ritmo hasta llegar a fuente de agua muy fresca, con breve descanso.
Un poco más adelante a la vista el Embalse de Cañada Mojada. En bifurcación, giro a la izquierda y pista siempre pedregosa que nos pondrá en unos minutos en el Alto de Gargantilla.

Se nota el cansancio en algunos de nosotros, pero Javier está animado a seguir por el Camino hacia Cueva Valiente, aunque sin intención de coronar. Le hablé de variante que nos podría llevar al Collado Hornillo y quiere que lo intentemos.

El terreno no acompaña mucho, pendiente ya conocida y mucha piedra suelta. Algunos jóvenes ciclistas trepan con soltura y nos sobrepasan. Nosotros subimos como podemos y nos agrupamos en el altiplano estipulado, para un merecido descanso. Muy duro.
No sin equivocarnos, encontraremos el sendero esperado y bajada trialera. Rápidamente perdemos de vista a Javi “Vegas”, pero tendrá que esperarnos, ya que al intentar agrupar, vemos que José y Carlos no bajan, lo que nos produce preocupación después de un rato.

Javier opta por ascender a pie en su busca y yo le sigo. Después de un buen trecho, les encontramos arreglando un pinchazo, mejor que solo sea eso, pues el descenso es muy complicado.

Collado Hornillo, Cañada Leonesa, Peña El Águila, Arroyo Mayor, Cerca de las Monjas, en descenso rápido y los de El Espinar ya no se paran a tomar una cerveza.

 La ruta ha sido dura y se ha hecho tarde.
Javi “Vegas” y yo nos tomaremos buenas cervezas a la salud de todos en Las Farolas. Esto de beber cervezas, Muy duro.

- Gracias a Carlos por las fotos que ha aportado.






La vuelta a casa


miércoles, 13 de julio de 2011

Ermita de La Losa

Salida desde San Rafael hasta la Ermita de La Losa, en una tarde tranquila de verano.
Ferluy disfruta de cada metro que recorremos. Paco y yo le seguimos y compartimos su felicidad.








Fotos: Ferluy
Laboratorio: Alfonso