Cuando nos reunimos frente a la casa de Fernando, contábamos con Ferluy, Fernando Paco y Javier, pero vemos llegar a José y a Santi, de El Espinar.
Iniciamos la marcha junto a la Carretra de Galapagar, siguiendo la Cañada Real Segoviana y bajando por sendero repleto de toboganes llegaremos hasta la primera pantalla del Embalse de Valmayor. Nuevos toboganes, pero esta vez dando pedales, hasta la primera presa.
Pasaremos junto al Embalse Arroyos (el de la foto) y el Embalse Las Lagunas, realizando tramos que requieren de habilidad, pero que son del agrado de todos. Después de un fuerte repecho ya recorreremos zonas llanas por senderos de fácil transitar.
Embalse de los Arroyos |
Cruzaremos varias puertas que nos aseguramos de dejar cerradas, pero en una de ellas, aparentemente sin complicaciones, Fernando engancha un cuerno de su bicicleta en la lazada de alambre que sirve para asegurar la precaria puerta, se estrecha el lazo y detiene violentamente la bicicleta, lo que provoca que Fernando, que no se lo espera, salga literalmente volando por la cabeza, para caer sobre su espalda.
Susto de campeonato, la caída ha sido muy dura, pero Fernando ya empieza a levantarse. Dice haber oído crujir todo su cuerpo y estamos seguros de que su camel-bak le ha salvado de alguna lesión de espalda. Algún rasponazo en brazos y piernas, sin mucha importancia, golpe muy fuerte en la rabadilla y herida en su orgullo. Le duele, pero podrá seguir pedaleando como un campeón. Más adelante, Ferluy le tendrá que dar una pequeña friega con RadioSalil.
Al llegar a El Escorial, no nos quedará más remedio que afrontar dura subida por carretera, en tres tramos, hasta las inmediaciones del Monasterio. Parto en cabeza, seguido de José y de Santi, pero Ferluy, poco acostumbrado últimamente a chupar rueda, nos pasará para marcar un buen ritmo.
Lo cierto es que tengo un buen día, no siempre es así, las piernas van fluidas y me piden meter un piñón más, con lo que consigo ponerme nuevamente en cabeza hasta culminar.
Callejeamos por El Escorial, para pasar junto a churrería. Lo propongo, pero nadie está dispuesto a tomarse un chocolate calentito con churros... El calor ya se empieza a notar.
Nuevo ascenso duro por carretera, hasta pasar bajo la presa del Embalse del Romeral y seguiremos subiendo y subiendo hasta poder coger pista forestal, pero que tampoco nos dará alivio en los primeros tramos.
Agrupamiento, fotos y captura de agua, que nos hará falta. Seguiremos por el Cordel, hasta coger un segundo desvío que nos llevará al inicio de las Zetas.
Este es el terrero de Ferluy y lo demuestra saliendo disparado. Le sigue Santi, que en algún momento tendrá una caída. José tiene fuerzas, pero tiene problemas para afrontar con su rígida-total los escalones de piedras y raíces que se nos presentan. Yo opto por intentar superar el mayor número de zetas sin poner pié en tierra. El resto se lo toma con mucha calma.
Arriba espera Ferluy y Santi intenta curar una herida producida en su caída. Reagrupamiento y merecido descanso.
Seguiremos por pista mucho más llevadera, pasando junto a Refugio y fuente sin agua junto al Área Recreativa de los Llanillos. A la izquierda abandonaremos la subida dura al Puerto de Malagón (1536 m.). Más a la derecha estaría el Pico de Abantos (1753 m.), pero eso son palabras mayores.
Más adelante, disfrutaremos de la única fuente del recorrido, con agua muy fresca, antes de seguir por forestal asfaltada que primero subiendo y después en fuerte descenso nos llevará hasta la Carretera, de camino para el Valle de los Caídos.
Giro a la derecha por la entrada hacia el Camping de El Escorial y últimos kms hasta nuestro destino. Los de cabeza, con todo el desarrollo, mantendremos un estupendo ritmo siguiendo la Colada del Camino de Villalba hasta la antigua Finca Mayra en ruinas, primero y después hasta los coches.
Cervezas, comentarios y risas. Genial ruta del agrado de todos. Creo que se nota en las fotos lo bien que lo hemos pasado. Nos han salido 42,02 kms y 4 horas 12 minutos de marcha.