jueves, 29 de septiembre de 2022

...y los sueños, sueños son

 

Para Ernesto y para los amigos que le acompañaron a San Miguel de Valero la escapada del fin de semana no fue una ruta más, está claro


San Miguel de Valero

Para casi todos, el sábado y domingo fueron la excusa para alcanzar otras cimas, descubrir diferentes parajes, ponerse a prueba con grandes desniveles y superar nuevos retos en la compañía de amigos pero, acaso sin saberlo, estaban siendo partícipes de un viaje onírico al pasado en la búsqueda de recuerdos de la niñez.


Sueño

Han regresado encantados y habiendo realizado muchas fotos, pero sólo Ernesto se habrá dado cuenta de que la memoria es capaz de recoger y archivar en nuestra mente momentos maravillosos que jamás podría capturar una fotografía.


Sueño

Quiera nuestra propia naturaleza que seamos capaces de conservar nuestros recuerdos por muchos años, sobre todo los buenos, para que podamos rememorarlos viajando en el tiempo a la velocidad de la luz una y otra vez o para que seamos capaces de transmitirlos a quienes con paciencia y cariño estén dispuestos a escucharlos.


Contar historias

De momento, a modo de apuntes o de “chuleta”, nos seguiremos apoyando en la tecnología, más y más obsesionados cada día en fotografiar cada uno de nuestros instantes y gestos, hasta que se descubra la fotografía que sea capaz de plasmar nuestros sentimientos. 


SÁBADO, 1 de Octubre de 2022

 

Sí, ya me he dado cuenta... Entramos en el mes de Octubre.

Hora de encuentro: 8,30

Lugar de encuentro: Calle Manuel Gómez Amezúa, semiesquina con calle Almacenes - Cercedilla.



Mirador Poetas

Track de referencia de la ruta que hicimos el pasado 7 de Agosto 
        


miércoles, 28 de septiembre de 2022

Fin de Semana en San Miguel de Valero con AlfonsoyAmigos - Jornada I

 

LA SIERRA DE LAS QUILAMAS


Recuerdo con felicidad los veranos de mi infancia en San Miguel de Valero (Salamanca), el pueblo de mis padres, abuelos, bisabuelos…


San Miguel de Valero



Crónica: Ernesto Alonso
 

No teníamos piscina ni internet ni móvil, pero podía bañarme en las charcas o en el rio de la Viñuela, podía ir de nidos, trillar, comer moras, cazar ranas… y disfrutar de la libertad que no tenía en invierno en la capital... Luego vino el primer beso, la primera borrachera, los primeros bailes, los amigos para toda la vida y mil anécdotas e historias que contar. Allí tengo familia cercana y como me dijeron este verano, en el pueblo todos somos una gran familia. 

 

San Miguel de Valero

He montado en bici por muchos sitios, pero sobre todo conozco la Sierra de Guadarrama y los Montes de Toledo. Muchas veces me he lamentado de conocer mejor la Sierra de Madrid y Toledo que los montes de mi propio pueblo, no porque no me gusten los primeros (todo lo contrario) sino porque no conocía los de mi tierra. Así se lo dije a Luis Ángel, quien no recuerdo si me contestó ¡¡Ponle fecha!! o directamente ¡¡Voy!!!’, pero sus ánimos y ayuda al proponerlo me dieron las fuerzas necesarias para organizarlo.


San Miguel de Valero
 

Tras las oportunas deliberaciones sobre fechas y en espera de recibir las confirmaciones de los que querían/podían apuntarse, finalmente se decidió ir del 23 al 25 de septiembre. Las rutas hace tiempo que las tenía en la cabeza y sólo las tenía que meter en un archivo para los GPSs, el alojamiento también fue fácil de encontrar y sitios donde comer conocía de sobra. Así que allí nos presentamos el viernes 23 de septiembre Andrés, Enrique, Jesús Alberto (Nano), Juan, Luis Ángel, Miguel Ángel, Santi y Ernesto, lo cual celebramos con una estupenda cena.

 

San Miguel de Valero
San Miguel de Valero

Reconozco que dormí poco esa noche. Yo soy el nativo y el que en teoría conocía la zona y había embaucado al resto, gran responsabilidad, pero hacía 45 años que no iba por la Sierra de las Quilamas. Había preparado tracks que en cuanto a distancia y desnivel se adecuaran a nuestra condición pero… ¿y si los caminos estaban impracticables? ¿o cortados y no se podía pasar? Para colmo le dije a alguno de mi pueblo donde íbamos a ir y noté miradas que decían estáis locos, vosotros veréis, para qué ir tan lejos, ¿en bicicletaaaaa????… Pues sí, di unas cuantas vueltas en la cama.


San Miguel de Valero
 

Costó arrancar por la mañana pero a las 8:45 tras opíparo desayuno ya estábamos en marcha. Primera foto en el Arco que está a la entrada del pueblo y luego, tras cruzar este, foto a la estatua del Rey Rodrigo y la Reina Quilama, los dos enamorados que fueron perseguidos por el padre de ella. Decidieron refugiarse en este Espacio Natural donde escondieron en una cueva el tesoro visigodo de Toledo que Rodrigo llevó consigo. Dicen que todavía está allí para quien lo encuentre. Rodrigo fue muerto en la batalla de Segoyuela de las Cornejas pero la Reina Quilama nunca abandonó la zona y se dice que todavía muchas noches se oyen sus sollozos, lamentándose por su amado. Yo la he oído, doy fe.


San Miguel de Valero

 

Tras los primeros 6km con desniveles que llegaron al 11% y que todos superamos de forma fortísima, llegamos al área recreativa de la Honfría, que admiramos por ser un paraje increíble. No paramos pues íbamos en modo ascenso y sabíamos que el plato fuerte llegaría en otros 6km cuando subiéramos al Pico Cervero. Tiene 1522m de altitud, desnivel de 500m y con un último km al 9%. Todos subimos a buen ritmo, y alguno reservándose en exceso pues se esperaba superior dureza. Este es el punto más alto de la Sierra de las Quilamas con magníficas vistas de todo el campo charro al Norte y Oeste y de toda la sierra al sur, incluida la Peña de Francia (visitada por AlfonsoyAmigos hace unos años). 


San Miguel de ValeroSan Miguel de Valero

Tras disfrutar del Pico y sus magníficas vistas, emprendimos la bajada dejando una antigua cantera a la derecha. Al llegar al km 18 encontramos la ascensión más dura del día con porcentajes del 20% sostenidos según Enrique. Yo no veía el GPS, solo la rueda trasera de la bici de Juan, y bastante tenía con intentar regular la respiración y el dolor de piernas. La Cueva de la Mora iba quedando en todo momento a nuestra izquierda.


San Miguel de Valero

 

A partir de aquí terreno fácil de sube-baja por la zona del Castillo de Valero, con abundancia de buitres, y que nos guiaría a una bajada prolongada hasta un merendero a la altura de Garcibuey donde repusimos fuerzas con cervezas, refrescos y hasta un mini-bocadillo preparado por muy amable señora. La piscina natural estaba disponible, pero Andrés pasó en esta ocasión y prefirió tomar un baño de sol en confortable silla del merendero.

 

San Miguel de Valero

Continuamos la bajada que nos llevaría hasta los Puentes del Alagón, paraje donde se juntan el río Alagón (afluente del Tajo) con el río Quilamas. La bajada es disfrutona y nos tiramos para abajo a saco. Al terminar paramos para reparar la rueda trasera de Enrique con agujero que el líquido no taponaba.


San Miguel de Valero
San Miguel de Valero
 

Ya iba relajándome, pues los 12km que nos quedaban eran fáciles de seguir, cuando noto que Jesús Alberto y Andrés no llegan, no pueden tardar tanto. Menos mal, ahí viene Nano pero… ¿y Andrés? Intentamos llamar pero no hay señal de móvil. Me temo lo peor y paso un mal rato que intento no exteriorizar para no preocupar a los demás. Al final conseguimos contactar y resulta que Andrés se había perdido un desvío y está a 4km. Enrique va en su busca y lo trae de vuelta al redil.  

 

San Miguel de Valero

Ya sólo quedaba llegar a Valero y subir el puerto que sube a San Miguel (6km al 6,6%) que iba a ser la guinda del pastel. Los compañeros tiraron con fuerza hacia adelante. Andrés y yo decidimos tomarnos la subida con calma mientras le contaba las mil historias que me venían a la mente. Todavía le debe estar doliendo la cabeza.


San Miguel de Valero
 

La ruta terminó con una estupenda comida, en la que Nano y yo tuvimos la suerte de que hubiera Chanfaina en el menú, cosa que a los salmantinos nos vuelve locos. A los demás les gustaron más los chuletones de la barbacoa que por la noche Santi y Nano se encargaron de preparar. Un buen final para un día perfecto y, aunque Juan y Andrés tenían ganas de salir a ver cuál era el origen de la música que se oía en el Hotel cercano, decidimos acostarnos pues al día siguiente también había ruta.


San Miguel de Valero


Accede a la siguiente ruta:

Fin de semana en SAN MIGUEL DE VALERO 

Jornada II - MONLEÓN 


domingo, 25 de septiembre de 2022

De San Rafael al Refugio de La Naranjera con AlfonsoyAmigos

 

Amanece fría la mañana en San Rafael. Hace un par de días que hemos dejado atrás la primavera y el otoño ya se cuela por la puerta entreabierta


Refugio La Naranjera

El monumento a Alberti, en el Paseo Rivera, seguro que se alegra de vernos pero no lo demuestra, permanece frío e impasible dando la espalda a quienes hoy acudimos a la cita.


Refugio La Naranjera

Apenas cuatro compañeros: Ángel, Fer, José María y Alfonso, de aquí y de allá, los que en esta ocasión nos abrazamos quizá prolongando unos segundos más el contacto.


Refugio La Naranjera

A hora temprana nos ponemos en marcha sin demora y a punto estamos de dejar en tierra a José María, que ha acudido sin avisar. Es posible que algunos vecinos cercanos agradezcan la ausencia del bullicio que montamos en otras ocasiones, pero nosotros echamos de menos a los amigos que hoy ruedan por otras tierras.


El Caloco con nieblaEl Caloco con niebla


No he anticipado track, pues no se ha realizado antes recorrido tal y como lo he configurado en mi cabeza, así que “a seguir a papá”. Fer no me ha llamado estos días para preguntar sobre el recorrido y ahora nos cuenta que esta semana se ha pegado buena zurra… ¡Uy, uy, uy! Tengo la impresión de que ha imaginado que, porque íbamos a ser pocos, la ruta sería poco más que un paseo de la abuela.


Santa Quiteria

Arrancamos hacia El Espinar y procuro coger el recorrido menos habitual pero al primer repecho veo a Fer torcer el gesto…. ¡Uy, uy, uy! De nuevo gesto torcido acompañado de carraspeo cuando abandonamos los Prados de la Vieja y empezamos a ascender por la Vereda de San Quiteria.


Vereda San Quiteria

El terreno, no tan seco como en anterior ocasión, permite que las ruedas agarren mejor en los tramos más empinados y pedalada a pedalada, con duro esfuerzo, alcanzamos cruce con el Camino del Ingeniero. Apenas 1 km para localizar el desvío que nos llevará, ya por tramo conocido, hasta la cotera y la puerta que nos da paso a Ávila.


El Espinar


La puerta está abierta y junto a ella encontramos a tres amigos espinariegos que han optado por subir a pie hasta este punto. Cuando ellos ya piensan en el regreso aún nos queda a nosotros bastante ruta.


Boca del Infierno
Bunkers

Atravesamos la Boca del Infierno, primero en descenso y luego afrontando repecho por zona de bunkers, dejando a nuestra derecha el enclave madrileño de La Cepeda, otras veces visitado. Tenemos por delante un largo descenso, por el Prado Nuevo y la Majada del Viento, donde siempre comprobamos que el nombre es más que apropiado.


Observatorio de Estrellas
Observatorio de Estrellas

Junto a zona ganadera y muy cerca de la urbanización Las Damas, encontramos una instalación, probablemente inconclusa, de superficie y bloques de granito, que se nos dice se utilizará para la observación de estrellas… ahí lo dejamos.


Peguerinos
Embalse Aceña

Tenemos a la vista Peguerinos y un Embalse de la Aceña con poca agua pero quizá más de la esperada. Cruzamos la pantalla sin problemas y nos disponemos a iniciar ascenso. Por allí encontramos a otro José María, un biker solitario que nos pregunta acerca de los posibles ascensos desde ese punto. No dudamos en proponerle tramo que hicimos en ruta de Octubre de 2020, sin ocultarle los desniveles que tendrá que afrontar, pero marcha encantado y sin asustarse.


Embalse Aceña
Embalse Aceña

Por nuestra parte, rodeamos parte del embalse y cogemos “teórica pista forestal”, siguiendo el cauce del Arroyo de Navalacuerda. Poco más de 3 kms, pero por terreno muy sucio, roto, empedrado, hasta que llegamos junto al albergue La Casa de la Cueva. Fer hace rato que lamenta no haberse traído la e-bike, pero no dirá que no cuando propongo seguir subiendo.


Casa de la Cueva
Casa de la Cueva

Nuestro tapete de juego es ahora la carretera de Peguerinos a El Escorial, de más fácil rodar, pero ¡OJO! que no van a faltan repechos hasta alcanzar el Alto de Abantos (1640 m) y más adelante, por un nuevo tramo de la Cañada Real Leonesa, quedarnos a las puertas de entrar en Madrid, porque ahora giramos a la izquierda en busca de cruce y puerta de los Portillos de los Pozos de Nieve (1703 m) que ya visitamos hace años. Recordamos varias ocasiones en las que atravesamos estos parajes con nieve y hielo, bastante abrigados.


Casa de la Cueva
Casa de la Cueva

Con el fin de animar a Fer, le recuerdo que ahora encontraremos buenos tramos de trialeras y me parece descubrir varios destellos de luz en sus ojos.


Casa de la Cueva

Un par de repechos y superamos el hito (San Juan – 1734 m) del punto más alto de nuestra ruta. José María pega varios tirones, tal vez animado al decirle que ya nos encontramos de regreso, pero antes hay que realizar descenso muy largo y trialero que superamos los cuatro con un sobresaliente. Tramo de sendero más divertido y ya nos damos de frente con los restos del refugio de La Naranjera.


Embalse Aceña

La hora se nos va echando encima a pesar de que hemos rodado rápido y sin apenas paradas. Después del refugio llega el peor tramo, el más duro aunque es en descenso, donde parece haberse acumulado todos los pedruscos de la zona y el agua ha provocado torrenteras peligrosas. Fer logra superar la mayor parte y con admiración le veo alejarse, siguiéndole de cerca José María, que ha mejorado mucho con su bici desde la última vez que nos acompañó.


Pozos de Nieve

Ángel y yo nos miramos sorprendidos por haber superado bastantes más tramos que en anterior ocasión, pero no nos hemos librado de tener que poner pie en tierra en más de un momento por las zonas con peligro de malas caídas.


Abantos

Nos felicitamos al llegar abajo y nos entra cierto relajo, pero sabemos que nos queda un tramo largo de pista en sube y baja continuo, un tramo de sendero revirado y el ataque final hasta el Collado Hornillo, que aguarda con los brazos abiertos.


Refugio Naranjera

Pero esta vez no nos detenemos y emprendemos descenso rápido por la Cañada Leonesa, también muy rota, y otras sendas que nos devuelven a toda velocidad a San Rafael. Pequeña diferencia de un GPS a otro. El mío indica que hemos recorrido 50 kms con un desnivel acumulado de 1235 m y tramos bastante complicados.

Uauuuu, y nos lo queríamos perder.