De Dioses y Hombres
Hoy finalizan los Juegos
Olímpicos de Río 2016 después de 15 días impresionantes de competición al más
alto nivel.
Los aficionados al deporte
hemos tenido oportunidad de disfrutar con la mayor concentración de eventos
deportivos en el menor número de días y, los españoles, la ocasión de
emocionarnos con la actuación de nuestros representantes.
En el momento de escribir
está crónica, todavía llego a tiempo de alegrarme de una nueva medalla de plata
en gimnasia rítmica y hago arder el mando de mi televisor saltando como loco desde
TVE con la disputa de España por la medalla de bronce en baloncesto y TDP con
la competición que a AlfonsoyAmigos le toca más de cerca, la de BTT.
En baloncesto peleando por
cada punto contra Australia y en BTT les vemos recorrer zonas embarradas,
superar zona de pedrolos o alcanzar repechos duros que comparamos
instintivamente con nuestros recorridos.
Nos sentimos identificados
cuando oímos comentar que los participantes compiten con ruedas de 29”, que
llevan un solo plato y un 11-42 ó 10-40 en juego de piñones. Muy atentos para
ver qué podemos aprender. Tal vez que marchan sin amortiguación trasera.
Circuito técnico, variado,
muy rápido, tal vez algo peligroso… aparatosas caídas, pinchazos, pero señores,
van como motos y aparentemente sin bajar intensidad.
Vuelvo a TVE para acertar
a ver tiros de Pau Gasol para ponernos un punto arriba…, Australia se adelanta
con rebote ofensivo…, Chacho se adelanta con tiros libres y… Medalla de Bronce.
¡Bravo! emoción que nos sale por todos los poros del cuerpo. ¡Qué orgullo!
Descendemos desde el
Olimpo, donde moran los dioses deportivos, hasta el mundo terrenal donde
paramos los que soñamos con las proezas de nuestros héroes.
A pesar de que ellos, los
olímpicos, se mueven en otra dimensión, para el que no es habitual de la
bicicleta podrá tal vez parecerle que algún tramo de nuestra ruta de hoy era
cuasi olímpica.
Cada semana competimos
contra nosotros mismos, no por obtener una medalla pero sí por conseguir
nuestra propia superación. Esa es la
base del deporte.
|
En Septiembre de 2015
AlfonsoyAmigos en el Arco de Santo Domingo
El Espinar |
Hoy hemos acudido: Andrés,
Ángel, Eva, Ferluy, Javi “Galo”, Juan Carlos, Juan Patricio, Toño y Alfonso.
En una mañana fresca pero
agradable salimos de El Espinar y nos dirigimos hacia el Polígono Industrial de
los Llanos para rodear la Ermita de San
Isidro antes de cruzar la Carretera de Ávila y emprender ascenso por el
Camino de los Castrejones.
|
Arco de Santo Domingo
El Espinar |
La Ermita de Santo Domingo (o el
arco que únicamente queda de ella) la dejamos a nuestra izquierda. Este
tramo lo hemos recorrido infinidad de veces tanto de día como de noche, como
parte de otras tantas rutas, pero siempre resulta agradable. En esta ocasión
hay que poner esmero en esquivar los múltiples cardos que amenazan con
marcarnos las piernas de forma dolorosa.
Volvemos a cruzar la
carretera e iniciamos ascenso dejando el campo de golf a nuestra derecha.
Alcanzamos a ver varias aves rapaces de pequeño tamaño junto a los restos del
antiguo vertedero.
Cuando tomamos el Camino
de Peguerinos ya empieza a hacer calor, pero los compañeros no parecen
sufrirlo. –“El invierno cada vez más cerca”.
Medalla de Bronce para
Carlos Coloma en BTT, otra a la saca.
|
Cruce de las Tres Provincias |
El grupo se acerca al
observatorio de aves y mientras se detiene yo avanzo despacio a la busca y captura de “Galo” que ha
seguido marcha sin saber que nos íbamos a detener.
Nos reunimos todos en el
cruce de las Tres Provincias y las
bromas no faltan.
Avanzamos por la Boca del Infierno, que cada día es más
amiga e intimida menos, disfrutando del sendero y de las preciosas vistas.
Nuestro siguiente destino es
el Collado de las Lagunas, que en otras
épocas del año se muestra con agua pero hoy aparacen totalmente secas como el resto del
recorrido.
Atravesamos zona con
terreno muy irregular y solamente con sendero definido a tramos, para llegar a
la puerta y cotera. Giro a la derecha e iniciamos descenso por el Camino de las
Municiones que, curiosamente, no encontramos tan sucio como otros senderos.
Dos kilómetros, habilidosos
donde los haya, que obligan a extremar precaución. Mejor apearse de vez en
cuando que acabar rodando por los suelos. No nos estamos jugando medalla.
Tenemos que afrontar
descenso con mucho desnivel para acercarnos a la Fuente de los Arteseros. Ya lo
conocemos de otras ocasiones, pero esta vez está increíblemente peligroso por
la cantidad de ramas sueltas que invaden el camino y lo seca que está la tierra
que te hace resbalar continuamente sin apenas conseguir parar cuando lo deseas.
Afortunadamente llegamos
abajo sin percances y Galo nos muestra en esta ocasión, desvío a la izquierda
para coger nuevo sendero que acabará desembocando en el Camino del Ingeniero,
que ya es como de la familia.
Nos detenemos breves
minutos para reagrupar y saludar a unos conocidos y comienza el descenso en el
que Galo y Ferluy aprovechan para realizar un face to face y liberar
adrenalina.
El resto disfrutamos al
superar cada paso complicado sin poner pie en tierra, haciendo alguna parada
breve para liberar la presión sobre los brazos y manos.
Al adelantar a unos
andarines, saludan y dan muestras de conocer nuestro grupo. ¿Por nuestro alarde
de habilidades?, ¿Por nuestras figuras esbeltas y porte sobre las
bicicletas?... No, por mi bigote blanco que destaca sobre una cara sudorosa.
Parece ser que Andrés realizó
volatines y acabó por los suelos. Las piernas cubiertas de polvo sucio dan
muestra de ello, pero no se aprecia sangre. ¡Uff! Al final, al llegar a casa descubre puntazo en la espinilla que no para de sangrar. Se resuelve al día siguiente con visita a urgencias, dos puntos y con pinchazo antitetánica.
Sobre el depósito de agua
de El Espinar y hacia el Camino de Santa Quiteria aún haremos camino con algunas
variantes.
El descenso se agradece,
ya pensamos en las cervezas, que esta vez disfrutaremos en la Plaza de la
Corredera, en la terraza del Restaurante Marcelino.
Y mientras algunos
quedamos más que satisfechos con la ruta de hoy, con cuatro horas de pedaleo…
bueno, algo menos con las paradas, Juan y Toño se animan a volver camino atrás
para intentar recuperar las gafas extraviadas de Eva. (Y dieron con ellas).
La propia Eva descarta el ofrecimiento
de Ferluy para llevarla a casa, decide volver montada en bici. Andrés hace lo
propio con mi ofrecimiento y regresa también dando pedales con la compañía de Chupo,
que se ha acercado con su bici a saludarnos.
Ferluy no descarta la
posibilidad de volver a salir a montar por la tarde y yo... de echarme una siestecita.
¿Dioses? NO. Monstruos,
hemos creado auténticos monstruos.
|
Con alegría y el chorizo frito en la mano
en Restaurante Marcelino |
* Recordad que tenemos
pendiente una escapada de fin de semana y que es preciso dar señales de vida
cuanto antes.