"Si crees que puedes, ya estás a medio camino” — Theodore Roosevelt
Es fácil lanzar una
propuesta de ruta a quienes están dispuestos a disfrutar de cualquier
itinerario.
Gente confiada, entregada,
en definitiva, amigos que no descartan que tendrán que afrontar algún nuevo
reto a lo largo de la mañana del domingo.
Esta ruta, la de hoy, se
venía resistiendo en el calendario de AlfonsoyAmigos.
Nunca era el momento idóneo, la fecha correcta, la temperatura más adecuada. Además,
un fantasma me rondaba desde el año 2012 y me obligaba a olvidarme de cualquier
nuevo intento.
Pero hoy, he mirado a la
cara al fantasma y he tenido el privilegio de que me acompañaran:
Andrés, Ángel, Barri,
Chicho, Daniel, Daniel JR., Enrique, Eva, Fernando, Jesús, Juan Carlos, Juan
Patricio, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Samuel y Toño. Equipazo de 18 Cazafantasmas
Nos ha costado, pero hoy
hemos adelantado la salida a las 8,30 y creo que se ha notado en un día que
había recuperado temperatura. Tanto es así, que con el permiso de todos queda
fijada esta hora mientras dure el verano.
Con las primeras pedaladas
atravesamos zona urbana de Cercedilla y pronto nos encontramos algunas cuestas
que hay que remontar si queremos introducirnos en zona de pinos.
Disfrutamos de agradables
senderos habilidosos que nos ayudan a ir tomando altura y a coger temperatura
corporal, pero estamos a cubierto del sol y se agradece. Nos queda mucha ruta
por delante, pero pronto empieza a animarse la marcha del grupo.
En pocos minutos estamos
junto al Hospital de la Fuenfría, referente a finales del siglo XIX en la lucha
contra la tuberculosis. Y tras alguna caída sin mayores consecuencias tomamos la
Carretera de la República.
A mí me parece que pedaleamos
más rápido de lo habitual, pero la mayoría de los compañeros ya marchan por
delante. Atrás quedamos un grupo reducido en el que se encuentra un Fernando
que ya se resiente de dolor en una de sus rodillas.
El Mirador de Vicente
Aleixandre, conocido por otros como el Mirador de los Poetas, es pretexto más
que suficiente como para detenernos, reagrupar, disfrutar del paisaje y
hacernos unas cuantas fotos. Lamentablemente pondremos a prueba la paciencia de quien amable se
ha prestado a hacernos la foto de grupo, pues cada vez que se dispone a hacer
el disparo, otro compañero se une a la pose.
Toño se detiene más
adelante con algunos compañeros para enseñarles el Reloj solar de Cela en la pradera de Navarrulaque y el resto
seguimos pista arriba.
A nuestra derecha dejamos
monumento que nos indica que estamos en la Puerta
de la Fuenfría. Los mapas indican además que a la izquierda podríamos
encontrar la Fuente de Díaz Duque,
pero intentaremos buscarla en otra ocasión.
En la que si nos detenemos
es en la Fuente de Antón Ruiz, a la
que se accede subiendo unos escalones, poco antes de llegar al Mirador de la
Reina que te permite disfrutar de las vistas de todo el valle.
Cuando reagrupamos en el Puerto de la Fuenfría (1792 m), saltamos
sin darnos cuenta de la provincia de Madrid a la de Segovia. Aún no hemos
alcanzado el ecuador de la ruta y en las caras de mis compañeros puedo ver una
mezcla de prudencia, expectación y muchas ganas de seguir adelante.
La Fuente de la Fuenfría apenas nos regala un hilillo de agua, foto y ¡¡prepárate
Carril del Gallo!! que allá va AlfonsoyAmigos. Aquí se nos une Evaristo, que coincide en esta parte del trazado. Esperamos volver a verle.
Mucha piedra suelta, el
camino muy seco, raíces que atraviesan el camino, pero nos lanzamos a disfrutar
del recorrido. En estas ocasiones se forma de manera natural el turno de
avance. Los más diestros y atrevidos delante, avisando de los peligros y
marcando las mejores trazadas… el resto, avanzando en una continua pugna por
disfrutar del recorrido sin acabar por los suelos.
La adrenalina, esa hormona
que incrementa la frecuencia cardiaca, dilata los conductos de aire y pone el
cuerpo en alerta, es nuestra mejor aliada, siempre presente en los momentos
intensos.
Otro mirador natural, en
la Pradera de Navalazor nos permite ahora recrearnos con las vistas del valle
segoviano. Estupendo rincón para todo tipo de excursionistas. Aparece también en la foto Evaristo, pero ya nos despedimos de él.
¡Eh chicos!, que queda recorrido. Aún queda un tramo del Carril del Gallo, puede que el más
complicado, pero cuando cruzamos la confluencia de los arroyos del Telégrafo,
Ventoso y del Puerto de la Rinconada (ahora
apenas sin agua), sabemos que “lo bueno” ahora sí se ha acabado.
Un tramo de pista forestal
nos sitúa junto a la carretera que baja del Puerto de Navacerrada, a la altura
de las empinadas Siete Revueltas,
donde más de un inexperto conductor ha debido quemar embrague a juzgar por cómo
huele.
Con precaución cruzamos la
carretera, hay mucho tráfico. Abrimos cancela y decidimos tomar algo de
alimento, pues falta nos va a hacer. Sin embargo, Eva y Andrés no se detienen y
ya no les veremos hasta lograr encumbrar.
Estamos siguiendo el GR
10.1, sí, el mismo que nos acercó hasta la Fuente de la Reina hace un par de
semanas. Unos duros repechos nos anuncian que nos queda lo peor de la ruta y
sin querer ya empezamos a tirar de piñones. El Camino Viejo del Paular se
presenta por la derecha y avisa de que tenemos 3,2 km de durísimo ascenso.
Me alío con Enrique y
marchamos muy lentos. Los fantasmas de rutas pasadas me acechan.
Somos 18, pero ahora no
veré a todos. Sin embargo, a lo largo de la subida no me separaré de Enrique y
notaré la compañía de Nacho, de un Fernando que sufre cada vez más con su
rodilla, de Jesús, de Samuel y por supuesto de Ángel que da ánimo siempre con
su sola presencia y de Toño que, sabiendo de mis pesares me aconseja, nos
aconseja y tranquiliza a cada pedalada para que no perdamos el ánimo.
Y qué decir de Luis Ángel,
que sabiendo del duro esfuerzo que el pelotón de cola está realizando sube también
junto a nosotros, lanzando continuas palabras de ánimo, avisando del tramo más
duro y de los metros en los que podemos recuperar el aliento.
Así, pedalada a pedalada,
metro a metro conquistado llegamos todos al Puerto de Cotos, donde los
compañeros (que ni siquiera sé en qué
momento me adelantaron) esperan reagrupados para animar los últimos metros
y lanzar felicitaciones.
Sol, pero con un airecillo
que se agradece y una fuente de agua fresca. ¿Qué más se puede pedir…? Junto a
nosotros la Venta de Marcelino y
Chicho sugiere que nos tomemos aquí el refrigerio del día. Se aprueba la
moción por unanimidad.
Minutos de relajo que se
agradecen. Comentarios sobre lo duro del recorrido realizado y el orgullo de
ver a todos los compañeros arriba. El pasado cumpleaños de Samuel es recordado
y nuestro amigo cumplirá orgulloso y vitoreado con el trámite de invitarnos a
todos los presentes.
Algo más de 6 kms desde el
Puerto de Cotos al Puerto de Navacerrada, con mucha
precaución, por carretera… e incluso en tan corto tramo, no dejamos de ver la
barrabasada de algún automovilista imprudente en zona de muchas curvas y poca
visibilidad. ¡Está visto que no aprendemos!
Nacho con un tirón inoportuno,
Fernando aguantando el dolor de rodilla, pero ahora ya todo es descenso, más complicado
tras abandonar la carretera por la derecha y coger la Pista Forestal de la
Vaqueriza, tal vez más rota que nunca por chaparrones pasados.
Algo más de 3 kms muy rápidos
y complicados, que ponen a prueba nuestra pericia y control de la bicicleta. Tramos
más suaves hasta el Embalse de Navalmedio (con
muy poca agua) y desde aquí por el Camino
del Calvario de regreso a Cercedilla.
Para algunos habrá sido
una nueva ruta épica, adjetivo que
cada vez se repite más en nuestras rutas, pero para todos habrá sido una nueva
ruta llena de satisfacción y de orgullo.
… y Enrique en Wikiloc la marcaba, en
principio, como “moderada”
Este fue nuestro recorrido de hoy
Y no te pierdas el vídeo de Toño
Y de regalo un vídeo de nuestra escapada a Santo Domingo de Silos
(con imágenes captadas desde un dron)
Este fue nuestro recorrido de hoy
Y no te pierdas el vídeo de Toño
Y de regalo un vídeo de nuestra escapada a Santo Domingo de Silos
(con imágenes captadas desde un dron)