Recorrer senderos del Valle de la Barranca, placeres que no queremos perder
Último domingo de Julio,
el que marca el fin de las fiestas de San Rafael que a algunos nos cogen muy de
cerca, pero AlfonsoyAmigos lanza una
nueva convocatoria de ruta MTB.
El viernes habíamos
tenido ruta nocturna, haciéndola coincidir
con el espectacular eclipse lunar del siglo (luna roja), que los que nos juntamos pudimos disfrutar sentados
sobre un bunker histórico en el Alto del
León. Allí arriba, con el bocata en la mano, a oscuras, sentí que estaba en
un cine de verano.
El sábado éramos pocos,
pero tuvimos la Ruta de la Abuela
para montar en bicicleta a otro ritmo, aquel en el que conversas y pedaleas por
senderos disfrutones y rematas compartiendo sin prisas unas cervecitas.
La oferta es amplia, pero
las vacaciones son las vacaciones y todos tenemos derecho a disfrutarlas. Habrá
compañeros que regresen pronto, pero otros ya anuncian su próxima ausencia.
Hoy han acudido a
Cercedilla: Andrés, Ángel, Chicho, Enrique, Galo, Juanpa, Nati, Toño y Alfonso.
Para afrontar retos conocidos y otros novedosos.
No es la primera vez que
la ruta que se propone es fruto de una noche en la que el sueño se hace de rogar:
Punto de partida, sentido de marcha, enclaves de referencia a alcanzar…
El paso siguiente es
transmitir el “borrador de ruta” a quien siempre está dispuesto a aportar el
estudio de rutas ajenas o sus propias experiencias para dar la forma definitiva
al trazado que todos recorreremos.
Hoy ha vuelto a ser así y
los asistentes hemos disfrutado-sufrido las variantes que Chicho nos ha
propuesto con un entusiasmo que se transmite a la hora de atacar los repechos
más duros.
Desde Cercedilla, por el
Camino del Calvario, con temperatura más fresca de lo esperado alcanzamos el
pequeño Embalse de Navalmedio y nos adentramos en zona forestal siguiendo el
camino y la conducción del agua.
Todavía por caminos
conocidos, que coinciden con recorrido de 27 Julio de 2014, avanzamos superando repechos que tiempos atrás se
atragantaban. La primera parada breve, solamente para la foto de recuerdo, será
junto al pino encadenado o pino de la cadena.
El camino hacia la Bola
del Mundo desafía a nuestra izquierda, pero giramos hacia la derecha. No
faltarán propuestas para cambiar el recorrido de hoy y enfilar hacia el Alto de
Guarramillas. Hoy no, mañaaaana.
Un breve tramo por
carretera y un poco más abajo de la Estación Biológica El Ventorrillo cogemos a
la izquierda el inicio de la pista forestal que nos llevaría en ascenso hasta
el Mirador de la Barranca.
Aquí tendremos la primera
variante de hoy. Chicho marca el punto y nos desviamos por la derecha para
coger sendero en un sube y baja muy llevadero al principio pero que esconde
trampa en los últimos tramos con repechos muy duros. Nos hemos quitado un tramo
largo de pista y un par curvas pero ¡caray!
Un primer mirador que nos
permite reagruparnos y disfrutar de las formidables vistas. Al fondo, el
Embalse de Guadarrama que ya hemos visitado en numerosas ocasiones. La
temperatura es muy agradable.
Retomamos la marcha, aún
nos queda un tramo duro para llegar hasta el Mirador de las Canchas, en pleno
Valle de la Barranca, desde el que en un día claro como hoy pudimos observar la
Cuerda de las Cabrillas, el Cerro de Guarramillas (siempre tentador), La Maliciosa...
Estamos aquí arriba y aún
no son las 10,30 de la mañana. Apetece sacar unos bocatas y disfrutar
tranquilamente del entorno… pero hemos venido a pedalear, recuerda alguno.
Ahora en descenso, por la
pista hacia la Barranca, pero pronto tomamos desvío por la derecha, justo donde
monolito nos indica que estamos en la Puerta de la Maliciosa.
El margen del Río
Navacerrada nos ve bajar y disfrutar por tramos ahora complicados ahora
disfrutones, para terminar junto al Embalse del Ejército del Aire.
Qué duro se hace tener
que subir ahora por pista que sólo te deja rodar al trantrán. Momento de bajón
y solicito amablemente la compañía de los amigos: “Si me dejáis solo me doy la
vuelta y cojo un taxi”
Parece que me han
entendido y llegamos juntos hasta el nuevo desvío, el que nos sitúa en el
Camino Ortiz, donde esperan los que se habían adelantado.
Sin faltar desnivel que
no te da descanso y, sin embargo, parece que aquí la marcha resulta más
llevadera, a pesar de que hay que superar raíces, algún tramo complicado,
escalones y el cruce con ciclistas o andarines que, como nosotros, se esfuerzan
en facilitar el paso a la par que nos saludamos amablemente.
Esfuerzos continuos y
apenas algún tramo para recuperar la respiración y descansar las piernas. Pero
lo estamos pasando bien y si no que se lo pregunten a Toño y a Galo, que no parecen
encontrar obstáculos que les frenen.
Hemos vuelto a llegar al
primer mirador. ¡Bonita vuelta hemos dado! Recordar ahora que este trazado
quedó pendiente en anterior ocasión porque bajando de “la tubería” se nos
acumularon caídas y averías.
Otro sendero conocido, el
Bambi, que en su primer tramo se encuentra muy seco y complicado pero que
veremos a Galo superar con gran destreza.
Senderos, trialeras que
solventamos bien hasta que cruzamos la Carretera de Navacerrada y nos
adentramos tras las instalaciones de El Ventorrillo. Más senderillos
habilidosos que el calor ha convertido en recorridos polvorientos que requieren
un punto más de cuidado y habilidad.
Cuando regresamos a pista
junto al Arroyo de Fraguilla, una fuente nos ayuda a aliviar la sed y el polvo
de la garganta, pero retomamos marcha y rápidamente echamos en falta a Andrés. En un
giro rápido de sentido que hemos hecho se ha despistado y seguido adelante.
Toño va en su busca y le
llama, pero Andrés anda justo de tiempo y prefiere regresar ya por si nos
retrasamos demasiado.
Seguimos estando “on time”
pero en mis piernas se acumula cansancio que me hace recordar la ruta nocturna
y la de la abuela.
Embalse del Ejército del Aire |
Le digo a Chicho: Ni una
subida más ¿eh? Y le ofrezco pagarle la cerveza si cumple.
Cogemos sendero
disfrutón, rápido, fácil de recorrer por la zona de Los Baldíos, superando el
Embalse de Navalmedio a espaldas de por donde lo hicimos de mañana. Caminos
estrechos, entre vegetación que te hace sentir que atraviesas un tubo verde. Lo
peor las zarzas y ortigas que le ponen la pimienta al recorrido al intentar
evitarlas y nos dejarán más de una marca.
Finalmente en el centro
de Cercedilla y Chicho se queda sin invitación porque no nos ha librado de la
última cuesta hasta los coches.
Embalse del Ejército del Aire |
Impresionante ruta, con
temperatura muy agradable, sin demasiados kilómetros, liberándonos de espinas
que teníamos clavadas de anteriores rutas. Con duros repechos, senderos
novedosos, trialeras divertidas y con mucho, pero con mucho flow.
Eso sí, con un final de
ruta con llegada a muy buena hora, ansiosos por abrazarnos y en el que no faltó
el baile de guerra que hacía tiempo teníamos olvidado.
¡Felices vacaciones a los
que ahora partís!
¡Vámos Eva! Que esta ruta la acabas con podium. Muchos besos de parte de todos.