Que el sueño es necesario
para el hombre está claro y a muchos les preocupa no dedicarle el tiempo
necesario como para encontrarse fresco y despejado al día siguiente.
En mitad de la noche tal vez angustie pensar que los
minutos van pasando y no logras conciliar ese sueño reparador.
Para todos son
conocidas las consecuencias de nuestros actos y aun así, puestos los pros y los
contras en la balanza, consideramos que la escapada ciclista nocturna de ayer
mereció la pena.
Ha sido solamente una
primera toma de contacto, una ruta de adaptación que ha ayudado a:
Acostumbrarse a la visión
nocturna: Cuando las sombras habituales en el día dan lugar a la negrura más densa
más allá de lo que abarca la luz de tu foco. Más aún cuando elegimos noche en
la que la luna parece plegarse para dormir.
Escuchar sonidos
diferentes muchas veces no identificados: Tal vez sean vacas rumiando o
caballos que trotan sin destino fijo. Alguna rama seca que cae de un árbol, el
rumor del arroyo. Ruidos que te hacen percibir que algo ocurre cerca de ti pero
que no puedes controlar. Tu mente trabaja más veloz sin la ayuda de la vista.
Que los caminos te resulten
parecidos: Si no te mueves en terrenos conocidos, puede que en algún momento
casi no sepas si subes o si bajas; si ya has recorrido antes esos senderos o si
los conoces por primera vez. La concentración es máxima sobre los pocos metros con luz frente a tu rueda.
Darte cuenta de que las
voces ganan en resonancia: Hasta nuestro compañero Forlán baja su habitual
tono, pues se le escucha perfectamente y las conversaciones de grupo son oídas por
todos.
Hacer una auténtica
parada de repostaje: Donde cada cual saca las viandas menos habituales de una
ruta ciclista. Bocatas, sándwiches e incluso alguna tartera cuyo contenido
esconde la oscuridad de la noche. No podrás impedir que alguna mosca o mosquito acabe formando parte del menú.
Dos horas y media, casi
tres, y regresamos a casa satisfechos y como casi siempre… pegando el apretón de
los últimos kilómetros.
Abrazos, alguna cervecita
y en la cabeza de más de uno saber que la adrenalina alterada te va a impedir
encontrarte con el sueño que deseas y necesitas.
¡Bueno! Qué se la va a
hacer… habrá que echarse mañana la siesta.
Domingo 15 de julio de
2018
Nos vamos hasta Revenga y nos encontraremos, como en
otras ocasiones, en el área de servicio en mitad del pueblo y junto a la
carretera.
Hora de inicio de ruta: 8,30
Recorreremos un buen
tramo del Camino de Santiago, llegaremos hasta la Fuente de la Reina y
visitaremos una vez más los rincones del acebal… pero, si nos encontramos con fuerzaaaaaasssss, habrá
guinda.
¿Te vas a perder el banquete?
Las rutas nocturnas para mí son lo mejor de todo el año!!!
ResponderEliminarEspero que repitamos!!
Chicho
Prepárate para el jueves que viene.. hacemos nocturna si o si.
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