Es el domingo que sigue al
Sábado Santo y en el que se conmemora la resurrección
de Jesús. Se celebra el domingo inmediato al plenilunio después del equinoccio
de primavera.
Hoy nos guiará Ferluy, que ha estado preparando el recorrido en estos días, con el interés y cariño que siempre le pone.
Los que acudimos al Paseo Rivera de San Rafael avanzamos al encuentro de los que partieron de El Espinar y juntos bordeamos El Estepar. El grupo formado por
Andrés, Belén, Eva, Ferluy, Juan, Luis Ángel, Pawel, Rafa, Santi, Toño y Alfonso.
La mañana está muy fresca,
nada que ver con la del día anterior en la que hubo Ruta de la Abuela.
Bordeamos Las Tejoneras y
La Tejeruela, sorprendiéndonos encontrar cuasi autopistas donde antes recorríamos
senderos y caminos pedregosos.
Alcanzamos la Estación de El Espinar y lo hacemos también por otra pista
arreglada, el Camino de las Carboneras,
con ausencia total de piedras, que permitiría incluso el tránsito de cualquier
vehículo.
Mina de Wolframio en Cabeza Reina |
Ascenso por la calle
Esperillas y paso de cancela para volver a terrenos naturales que nos obligan a
rodar con habilidad por senderos pedregosos y lanchas de piedra que bien
conocemos hasta más allá de la Fuente de
los Navazos. El tramo tiene trazas de dureza, pero siempre gusta ascenderlo,
hoy en fila india.
Mina de Wolframio en Cabeza Reina |
Paramos lo justo, hace
frío y tomamos dirección hacia Cabeza
Reina, para coger en descenso senderillo que acerca a la Fuente de Majada Alta y a las bocas de
la antigua mina de wolframio, donde
nos detendremos. Difícil creer que a estas alturas resulte desconocida para varios
compañeros.
Mina de Wolframio en Cabeza Reina |
Cuando ya tenemos a la vista
el Apeadero de San Rafael, giramos a
la izquierda para tomar el camino paralelo a las vías del tren, que resulta
siempre divertido en cualquier sentido. Cruzamos el Río Gudillos junto al Puente
del Colchonero.
Puente Colchonero |
Dejamos a nuestra derecha
las instalaciones del Campamento Alto
del León y tomamos desde su inicio la “alfonsina”, que se deja recorrer sin
problemas.
Cuando alcanzamos el Camino del Agua, que nos conduce hacia la Casilla de Peón Caminero, la cosa cambia y desagrada a todos. La pista que tantas veces hemos recorrido y disfrutado está destrozada por el paso de vehículos de cadenas y el arrastre de pinos.
Rafa a las puertas de la Mina de Wolframio de Cabeza Reina |
Rodadas profundas y barro
es lo que nos toca sortear hasta poder coger nuestro desvío hacia el Alto del León, pero que esta vez hay
que esquivar por dura alternativa para evitar otro nuevo destrozo originado por
el arrastre de árboles. SIN COMENTARIOS.
El ascenso es duro, ya lo
sabemos, pero todo el grupo alcanza las espaldas de la Antigua Casa Hilario. Una breve parada que intentamos sea a
resguardo del frío aire que llega y se cuela por cualquier rendija de nuestra
equipación. Hemos sudado con el esfuerzo y nos quedamos fríos.
Estamos a poco más de 1
grado centígrado y con sensación térmica inferior. Curioso comprobar que a las
18,30 del mismo día, cuando viajo hacia Madrid, la temperatura en el Alto es de
9º y de 16º en la ladera madrileña.
Llegamos a creer que tendríamos
una mañana con el sol como testigo, pero el cielo se cubre y el aire es cada
vez más frío y húmedo.
Cruzamos la carretera con
precaución, pues hay bastante tráfico a estas horas y los vehículos no pasan
tan lentos como sería deseable. Superamos las antenas de comunicación y radar
que se encuentran en instalaciones militares. Me atrevería a decir que han
aumentado la seguridad de la alambrada exterior.
Santi cruzando el Arroyo Lagasca |
A nuestra izquierda
dejamos el Cerro Piñonero o Cerro de la Gamonosa, que ya atacamos
en anterior ocasión y por el que preguntaba Luis Ángel.
Nos adentramos en la zona
que nuestro grupo conoce como la de “los toboganes”, y la nieve aparecerá dando
un encanto especial al recorrido pero dificultando la marcha.
Ferluy avisa, porque lo ha
visto en días anteriores, que más adelante hay mucha más nieve y barro, por lo
que la opción buena es descender hacia los depósitos de agua por una senda
trialera que ya se está haciendo popular.
En el Arroyo Lagasca |
Pérdida de una hora de
sueño, cansancio de la ruta del viernes, temor a posibles atascos de regreso a
casa, compromisos familiares, intenciones de regresar pronto ya preavisadas,
compañer@s que están sufriendo con dolor el frío húmedo de la zona… tal vez influye algo
o todo a la vez para que en este instante el grueso del grupo opte por coger el
camino más corto hacia San Rafael.
Cruzando el Arroyo Lagasca |
Todavía quedaban algunos
kilómetros para completar la ruta tal y como Ferluy la había diseñado y serán Luis
Ángel y Santi los que sigan con él adelante, a la postre los más fuertes, pues
hoy ni siquiera Toño se encontraba con fuerzas para regresar a El Espinar.
Damos las gracias a Ferluy
por el interés que puso en diseñar un recorrido atractivo para todos, pero que
estuvo condicionado por la nieve, el frío y las circunstancias del día.
Afortunamente, jugábamos en el “salón de casa” y la podremos volver a repetir en cuanto lo proponga.
Nuevamente felicitamos a
Eva por su cumpleaños, que además tuvo el detallazo de invitarnos en Las
Farolas.