Y la marcha continúa
La Luna Llena, que da un encanto especial a las noches, ya se ha retirado, dando paso a su hermana la “cuarto menguante”, (no mangante), que realiza su paso por los cielos con menos ánimo, con menos luz que la anterior.
La Luna Llena, que da un encanto especial a las noches, ya se ha retirado, dando paso a su hermana la “cuarto menguante”, (no mangante), que realiza su paso por los cielos con menos ánimo, con menos luz que la anterior.
Pero las aves nocturnas, búhos,
mochuelos y lechuzas, no renuncian a disfrutar de su vuelo cuando la mayoría de
los animales comienzan a entrar en sus horas de merecido descanso.
Se diría que la falta de luz
echaría para atrás a más de uno y, sin embargo, a la hora prevista allí nos encontramos
15 búhos y 1 lechuza (con perdón), ahora también bici-osos de la noche.
Fallo del fotógrafo, no tenemos foto de familia.
Fallo del fotógrafo, no tenemos foto de familia.
José “Bombi” ha quedado con
Isidro, también bombero, que sube desde Leganés. Alberto Herrero, que ya nos ha acompañado en otras ocasiones, de día,
se acercará desde Las Rozas. Otro compañero, de Alicante para más señas (¡perdóname!, ahora mismo no
recuerdo tu nombre, pero con un mensaje tuyo corrijo el desatino) se nos une
mientras está de vacaciones en La Casona de San Rafael.
Y a todos ellos, hay que añadir a
los que ya se están convirtiendo en reyes de la noche, aves noctámbulas amantes
del riesgo: Andrés, Antonio “pastelero”, Belén, Ferluy, Galo, Isidoro, Joss,
Juan, Paco, Sergio, Toño y este vuestro siervo.
La tarde anterior, Andrés y yo
estuvimos perfilando y realizando la mayor parte de la ruta que propondríamos
para esta ocasión. Ninguno conoce el recorrido y sienten curiosidad, pero se
dejan guiar sin quejas.
Pero, ¡ah! que diferente es
cuando se apagan las luces a las que estás acostumbrado. No se si todos los
gatos son pardos, pero todos los senderos se asemejan mucho y cada helecho
puede ocultar alguna pequeña trampa.
Es ahora, cuando se echa de menos a la luna llena, cuando hay que extremar la precaución, no confiarse y
recurrir más que nunca a focos y linternas que te permitan ver con claridad y
ser visto.
A pesar de todo, hay quien sigue intentándolo con alguna “linterna de llavero” y finalmente no les queda
más remedio que convertirse en la sombra de algún compañero.
Insistimos: En rutas como esta,
sobretodo, sería conveniente que cada cual tuviera un seguro de accidentes. Lo
único que podemos nosotros asegurar es que el que nos acompañe lo va a pasar en
grande.
Y debe ser así, pues en cada
salida... un poco más lejos, un poco más rápido, un poco más alto, un poco más difícil, como en el circo o en las olimpiadas, porque
debe existir algún mosquito que te inocula algún tipo de virus contra el que no tienes amparo.
Debo reconocer que hicimos
también pistas de fácil rodar, en las que se caen los amigos como Javi
de Cafetería Jara (un fuerte abrazo amigo), pero la mayor parte del recorrido
se realizó por senderos de a uno, en los que resultaba espectacular ver la
hilera de luces en la noche.
Por volver la cabeza en varias ocasiones, estuve otras tantas a punto de caerme ¿verdad Toño? Envidio a los que desde atrás podían verlo todo de forma natural.
Por volver la cabeza en varias ocasiones, estuve otras tantas a punto de caerme ¿verdad Toño? Envidio a los que desde atrás podían verlo todo de forma natural.
Desde el Paseo Rivera de San Rafael tomamos
altura para llegar a la pista forestal, pasando muy cerca de La Casona, pero
con esfuerzo desde el primer momento y por senderos campo a través. Las últimas
luces del día todavía ayudaban en el recorrido.
Abandonamos la pista forestal y
cogemos sendero habilidoso paralelo, por el que hay que circular con mucha
precaución. Este sendero que, a falta de otro nombre, ya denominamos como el del
Aparejador, es conocido por casi todos y se disfruta en todo momento.
El entorno es una maravilla, vamos
lo que se puede ver. Falta luz y la que tienes te obliga a mantener la vista
poco más allá de tu rueda delantera.
Ya se escucha el agua de Arroyo
Mayor y enfilamos hacia Peña el Águila. Zona complicada de piedras y después,
senderillo muy habilidoso que, flanqueado por matas de jara, te deja recuerdos
en las piernas.
Abandonamos el recorrido natural,
giro a la izquierda y hacia los toboganes que nos llevarán, no sin varios duros
esfuerzos, sobre el depósito de agua.
Os aseguro que, preparando el día
anterior la ruta, Andrés y yo pensamos que tendríamos varios tramos
complicados, como el descenso hasta el depósito o el paso bajo el Puente
Primero, pero nuestros compañeros se empeñan en aliviar nuestros temores y lo
superan todo con sobresaliente.
Justo después de pasar este
puente, hay zona en la que fluye siempre agua por la ladera y debe ser el paraíso
de toda clase de insectos, que una y otra vez nos saludan en cara y cuerpo
mientras pasamos o esperamos para agrupar. Alguno habrá que no se haya librado de una picadura.
Después la “alfonsina”, conocida
de todos y que recorremos hasta su último extremo, disfrutando de cada metro.
El espectáculo de luces es genial.
Nos dirigimos hacia la Casilla de
Peón Caminero y a todos se les ve, bueno no les veo pero tampoco les oigo quejas, o es que les falta el resuello,
incluyendo a los tres espontáneos que se nos han unido hoy y no están
acostumbrados.
Último tramo duro que ya a nadie
sorprende, para alcanzar el Alto del León, pasando muy cerca del trazado del
tendido eléctrico, donde quebró una de las torres de alta tensión hace no
mucho.
Ya en ascenso nos dan atrás una
voz de alerta. ¡Avería!
Se trata de Joss: Una rama en la
rueda le ha partido el cambio. Mal asunto que últimamente es muy habitual.
Manos no faltan para intentar
solventar el problema y se resuelve hasta “tomar la bastilla”, bueno, el Alto
del León.
Corre mas aire que la última vez,
pero allí aguantamos y hoy nadie se queda sin bocata. Alguno tira de manzana, pero
debe ser por guardar la dieta.
Un recuerdo ahora para Fernando
que, antes de comenzar la ruta de hoy, se presentó en mi casa: Quería
acompañarnos y traía preparados un par de bocadillos, pero sus maltratadas
posaderas (y no doy más pistas) le recomendaban renunciar.
Joss no puede dar pedales, ha
perdido ya la cadena y solo puede dejarse caer. Después, Galo, Juan, Sergio,
¡¡UNOS FENÓMENOS!! le empujarán con auténtica maestría hasta traerle de vuelta
a casa. ¡Hay que verles!
En San Rafael están cerrados casi
todos los establecimientos, las fiestas han acabado y es la 1,20 horas de la
madrugada. Algún otro búho, de otra especie, observa extrañado la comitiva. Por lo demás, las calles vacías.
Pero allí nos está esperando
nuestro amigo Pedro, amable y generoso, del Bar Orly, para darnos la bienvenida y las cervecitas que
necesitamos para quitarnos el polvo de la garganta. Nos invitarán a otra ronda,
así da gusto. Lástima que los espinariegos deciden marchar.
Es tarde para finalizar esta ruta, pero pronto para la próxima.
En ausencia del maestro rutero, Andrés toma las riendas del rebaño para este fin de semana y solicita que se convoque:
Domingo 4 de Agosto
Lugar: Paseo Rivera de San Rafael
Hora: 8,00
¡¡Que ustedes lo pasen genial!!
Ruta en Wikiloc - mikymontero
En ausencia del maestro rutero, Andrés toma las riendas del rebaño para este fin de semana y solicita que se convoque:
Domingo 4 de Agosto
Lugar: Paseo Rivera de San Rafael
Hora: 8,00
¡¡Que ustedes lo pasen genial!!
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