A los jóvenes puedes transmitirles tus conocimientos, tu experiencia, pero ellos no dejarán de sorprenderte con su energía y entusiasmo
A pesar de que se solicitaba una
inscripción previa, lo cierto es que muchos amigos parecen tomar la decisión de
acudir a última hora y te impide hacer planes antes del día elegido.
Listos y con ganas de colaborar
los amigos de Protección Civil, que siempre velan por nosotros, así como el
amigo Germán, Policía Municipal, que hoy está de guardia y no duda en
facilitarnos las cosas.
Acudo el primero a la Plaza del Ayuntamiento de El Espinar, pero en pocos minutos ya van acudiendo los que se manejan bien con el frescor de la mañana.
Veo a compañeros y grandes
amigos, algunos con sus hijos, que acuden con ganas a la convocatoria. Algunas
nuevas caras que prueban por primera vez y echo de menos a algunos que habían
quedado en venir.
En la primera Marcha para Padres
e Hijos que realizamos, se solicitó que los jóvenes fueran mayores de 13 años y
aún así, padres confiados en las capacidades de sus hijos con menor edad acudieron juntos a la
cita.
En esta ocasión ha vuelto a
ocurrir lo mismo, tal vez fiándose de nuestro criterio a la hora de fijar el
recorrido, lo que resulta harto difícil.
De Madrid han venido unos buenos amigos, Aitor padre, Aitor hijo. Y también tendremos una fémina entre nuestros jóvenes, que ha marchado como una campeona.
La experiencia de guiar a un
grupo de adultos, en ocasiones más grande, te puede valer pero solamente en su
justa medida. Los niños son otro mundo.
Basta con que les hayas dejado
moverse un poco con sus bicicletas, para que al final te dejen sorprendido.
Tendrán mayor o menor habilidad en algunos senderos, pero sus ganas les darán
el coraje que necesitan.
La Policía Municipal abre la
marcha y realizamos pequeño recorrido urbano. Pasamos por la Frutería Hnos. Fernández de nuestro
amigo Santi, que nos obsequia a todos con unos plátanos. En la antigüedad, los
vecinos de los pueblos lanzaban pétalos de flores desde la ventana a los que marchaban a la aventura, pero los
plátanos nos han sido entregados en mano para evitar incidentes. Gracias Santi y familia.
Poco más adelante, hacemos notar
que tenemos a la vista, lejos de nuestro alcance, la Casa de las Lanchas, antigua casa
de guardas forestales, que es nuestro primer punto de destino.
A los jovencitos les cuesta
mantener un ritmo constante. Son como caballos desbocados ansiosos de gloria,
pero somos muchos los mayores que guardamos la marcha. Protección Civil, con
Chema en bicicleta y el resto de amigos en el vehículo cierran la comitiva.
En cruce con la Carretera de Ávila para pasar hacia la finca de La Fuensanta, ya nos espera nuestro poli más
deportivo. Allí está Germán, que ayuda a que crucemos agrupados y sin
problemas.
Casa de las Lanchas |
Y los caminos fáciles han
finalizado, pero también abandonamos la zona menos protegida por árboles y
sombras. Hace dos semanas el paisaje hubiera sido diferente, pero no menos
bonito.
El recorrido hacia Las Lanchas es muy conocido por nosotros. Las monturas te llevan por inercia, podrían ir a ciegas, pero hoy tenemos de quien ocuparnos.
E grupo de hoy es variopinto, de edades y capacidades, pero todos sabemos que no se trata de correr, de batir metas, de ser el mejor, sino de pasar unas horas en un agradable entorno de naturaleza y amistad.
La ansiedad y expectativas que se
generan de cara a una prueba, a cualquier prueba, son malas consejeras. Nos
ocurre a los mayores, pero también a los pequeños, que quieren dar todo de si
mismos en los primeros kilómetros.
Pero cuando se les sujeta de las riendas, cuando finalmente se dan cuenta de que lo importante es estar entre
el grupo de amigos, de que van a tener ayuda y no exigencia, las cosas se
normalizan, se serenan las pulsaciones y cada uno da lo mejor que tiene, su
amistad y su sonrisa.
En la Casa de las Lanchas tenemos
un primer avituallamiento, para tomar algún bollito que amablemente nos ha
regalado GRUPO SIRO de El Espinar, o tal vez los plátanos de nuestro amigo frutero.
Protección Civil, con mucho
cariño, dará atención a Jakob. Le ayuda a normalizar su ansiedad y ya no tendrá
problemas el resto de la ruta.
Al pequeño Aitor también le ha
costado romper el ritmo, pero animado por muchos va solventando lo complicado
del camino.
Aquí no hay grandes pistas, son
senderos que no siempre están marcados, pero vamos guiando la marcha en todo
momento.
Zonas habilidosas, con repechos y toboganes, con frecuentes curvas cerradas, con ramas sueltas en el suelo, con zarzas y arbustos que mejor esquivas; piedras y camino desigual.
Hemos cruzado también el cauce del
Arroyo Goyato, ahora seco, y cuando algún repecho es muy duro, te dejas ayudar
o pones pie en tierra, pero esto es MTB y los jóvenes van adquiriendo control.
Guiados para indicarles la mejor
trazada, pero los aspirantes a campeones van muchas veces al frente y en cuanto
se “estira la goma” proponemos una parada para reagrupar.
Superada la zona dura y difícil
sobre los depósitos de agua, alcanzamos explanada junto a la pista forestal.
Parece que todos van contentos.
Único punto en el que el grupo se
separa en dos. Unos seguiremos por zona más trialera y complicada y otros
seguirán por la pista forestal escoltados por Protección Civil hasta la Fuente
de La Barranca.
Foto, agua fresca y damos cuenta
del resto de la bollería que nos ha regalado SIRO.
Algún padre pregunta irónicamente:
-¿... Y esto es una ruta para niños?- pero creo que es él mismo el que duda de
sus posibilidades, porque los críos ya “han calentado” y marchan sin quejarse.
Abandonamos una vez más la pista
forestal para tomar nuevos senderos, ahora en descenso y nos agruparemos de
nuevo cuando ya tenemos a la vista El Espinar.
Protección Civil nos escolta por
pista forestal, cruce de carretera y zona urbana que nos pone a la vista de la
Iglesia de San Eutropio.
Los vecinos, que ya están a estas horas en la calle, aplauden la marcha del grupo, sobre todo de los más pequeños, que
ahora tienen ganas de apretar y tener su “minuto de gloria”. Nos suele pasar igual a
los mayores.
Nuestra amiga Mary, de La Típica,
nos tendrá listas unas jugosas viandas y refrescos con los que celebrar nuestro
triunfo.
Mientras los mayores comentamos laA jornada y alguna cosa más, los pequeños siguen jugueteando con sus bicis por las calles peatonales. Aún les sobran energías.
Mientras los mayores comentamos laA jornada y alguna cosa más, los pequeños siguen jugueteando con sus bicis por las calles peatonales. Aún les sobran energías.
Alfonsoyamigos felicita a todos
los participantes, a la familia Carboneras que ya tiene récord de asistencia, a
nuestra fémina campeona entre tanto muchachote y a todos los compañeros por su
colaboración y buen hacer.
Dar las gracias a Policía
Municipal, voluntarios de Protección Civil, Oficina de Turismo y al MI Ayuntamiento de El
Espinar por su inestimable colaboración.
la foto de mi hijo con su padre haciendo deporte, lo mas grande del corazon
ResponderEliminartenemos relevo garantizado! grandes!
ResponderEliminarpispa
¡¡ENHORABUENA Y FELICIDADES A TODOS¡¡¡¡. en especial al organizador. Preciosa mañana llena de buenos amigos y diversion deportiva pasando un buen rato a pesar del gran esfuerzo por parte de los mas pequeños, e incluso de algunos grandes. Espero que para la siguiente la lista de apuntados sea mayor. Un saludo. CHARO
ResponderEliminar