Hay ocasiones en las que las narraciones de las que estoy más satisfecho —aquellas sobre las que me gustaría entrar en diálogo— son, precisamente, las que obtienen menos comentarios
El silencio también tiene vida
El otro día, la rueda de mi bici decidió, una vez más, llevarme hacia el corazón de la Sierra de Guadarrama. No había un destino claro, ni un tiempo que cumplir. Solo el crujir de la tierra seca bajo mis neumáticos, el vaivén rítmico del pedaleo y el vasto silencio.
En ese silencio, se escucha una voz interior que me habla sin interrupciones. Esa voz, la que me guía en la montaña, es la misma que me inspira a escribir aquí, en este rincón digital que ha sido, durante más de quince años, primero mi compañero y después mi refugio.
Sin embargo, hace poco me he detenido a pensar en otro tipo de silencio: el de los comentarios.Y me he dado cuenta de algo: al igual que el silencio de la montaña no significa ausencia de vida, el silencio de vuestras respuestas no significa que no haya una conversación. Las cifras hablan, y me dicen que cada mes sois muchos los amigos y amigas que pasáis por aquí.
Eso no es vacío: es una conversación
silenciosa y profunda. Son vuestras miradas
cómplices, vuestros corazones que se asoman a través de la pantalla para
acompañarme en mis reflexiones.
La bicicleta, a medida que la ruta se volvía más personal y guiada por el sentimiento, se ha transformado en mi confidente. Y veo que vosotros, los que leéis, me estáis dando la misma confianza.
Entiendo que, a veces, la emoción que genera una historia es tan íntima que no necesita un comentario público. Que leer mis textos es, para algunos, una forma de pedalear en soledad… pero sintiéndose acompañados.
Por eso, no me inquieta el silencio. Lo
reconozco como parte del paisaje; como una forma de estar sin ruido, sin prisa,
sin necesidad de respuesta.
Porque hay palabras que no buscan eco, sino
compañía.
Y hay lectores que no comentáis, pero estáis.
Y eso, creedme, se siente.
Seguiremos pedaleando juntos, —en la soledad sonora de la montaña o en la quietud de una conversación que no necesita palabras.
Domingo, 2 de Noviembre de 2025
El Desafío Pendiente: Retomamos la Ruta del 27 de Julio
Ángel:
Propongo volver a intentar la ruta que diseñé
y que se nos atragantó el pasado julio. ¡Lo confieso, tengo una espina
clavada!
Quiero resarcirme, y que me acompañéis para
hacerla bien: con una climatología más acorde y garantizando un trazado del camino que no nos obligue a saltar como si fuéramos rebecos.
Estoy confiado en que, esta vez sí, el recorrido nos dejará a todos mejores sensaciones y recuerdos imborrables. ¿Quién se apunta a esta revancha?
¡Nos vemos en Zarzuela del Monte!
S/C , yo
ResponderEliminarRecuerdo esa ruta de finales de julio y como se desarrolló perfectamente. De hecho hice un comentario en el que hoy me reitero pero no puedo cumplir el domingo que viene al estar tan lejos, pero créeme Angel que lo llevaría a cabo si estuviera allí.
ResponderEliminarQue tengáis un magnífica ruta.
Abrazos.
_“Aún con todas las incidencias mecánicas e impedimentos de puertas cerradas me quedo con esta mañana de bici. Es más, Angel, si me dijeran que íbamos a pasar exactamente los mismos problemas que hemos tenido, yo sería el primero en repetirla. Exactamente igual.
Y ese final de Campanazo!!
Muchas gracias Angel por proponer la ruta y guiarnos por senderos y pistas con un montón de trabas que no podían ser previstos.
Volveremos pronto a ZarzuelAngel. Yo seguro.
Y ahora si, me despido unas semanas empezando mis vacaciones.
Nos vemos a la vuelta.
Septiembre……cada vez más cerca.”_
Luis Angel.
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