domingo, 26 de enero de 2025

Aventura bajo la Niebla. Ruta MTB en Valmayor y Valdemorillo

 

De Borrascas y Caídas: Otra ruta épica de AlfonsoyAmigos



Continúa la ida y venida de borrascas y tormentas, subidas y bajadas de presión que nos transportan en una montaña rusa emocional, especialmente a aquellos que, en estas fechas, estamos para pocos trotes y zarandeos.


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En lugar de empastillarnos, hacemos un esfuerzo por recurrir a rutinas de relajación, mantenernos activos y pasar tiempo al aire libre en contacto con los amigos… aquí estamos.

Sí, aquí estamos hoy, sin miedo a mojarnos o llenarnos de barro y poniendo una gran sonrisa al mal tiempo: Andrés, Ángel, Enrique, Ernesto, Fer, Jesús, Juan, Pedro, Rafa, Santi y Alfonso.

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El lugar de encuentro es tan conocido y familiar como el pasillo de casa, el punto de partida de incontables rutas desde hace más de 15 años, ya sea para una salida rápida o improvisada, con calor, viento o, como hoy, con frío, jugando al escondite con la niebla y esquivando los avisos de lluvia.

Presente de principio a fin: la niebla


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Arrancamos, dando las primeras pedaladas por el Camino de la Cañada y cruzando el puente sobre las vías de tren de la línea Madrid-Hendaya, inaugurada en 1864. Tras superar la ermita del Cerrillo, giramos a la derecha para tomar el camino hacia el embalse de Las Lagunas y vadear el arroyo Ladrón.

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Por delante, un sendero que se alegra de vernos, rápido, disfrutón y más aun de bajada, que era uno de nuestros preferidos en los inicios de este Grupo y que, por entonces, parecía complicado y se saldó con más de una caída.

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Sigue cerrado al paso el acceso a la presa del embalse de los Arroyos, lugar que aprovechamos para reagrupamos y seguir adelante, teniendo pronto a la vista el Embalse de Valmayor, construido sobre el río Aulencia.

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Nuevo tramo espectacular y divertido, pero tenemos que cruzar al otro margen y lo hacemos por el puente en la carretera de Madrid a El Escorial. Al otro lado, tomamos un desvío por la derecha y vemos los restos del antiguo Puente del Tercio, del siglo XVIII, pero que en la actualidad casi siempre está sumergido bajo las aguas.

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Abandonamos la pista principal para coger el trazado de un senderillo apenas marcado, con la arena dificultando nuestro avance, pero que nos da ocasión de hacernos unas fotos y tomar después el desvío por el Camino de la Parra, ahora sí, en ascenso.

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La cañada o Camino del Rey, con desnivel negativo, nos permite avanzar rápidos hasta llegar al cruce con la M-510, donde cogemos un desvío, que nuestro track no marca, por el camino Vilanillo, por el que nos acercamos a la Estación de Tratamiento de Agua Potable. ¿A pedir agua? No, a dar un rodeo, poder ver la impresionante pantalla del embalse y coger una subidilla hasta las inmediaciones del Poblado Valdemayor, de actividades deportivas.

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Reagrupamos y cruzamos la pantalla con mucha precaución. Más adelante, teníamos previsto coger un sendero para evitar el tramo de la carretera de Valdemorillo, pero nos encontramos con una puerta con un gran candado. A seguir por asfalto toca, hasta rotonda donde tomamos desvío por el Camino de Navalroble.

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Avanzamos con fluidez, pero nuestro gozo en un pozo, cuando vemos pasar algún ciclista a toda velocidad con placas de números en las bicis. ¡Tate! Hoy es la XXXIV Edición de La Clásica de Valdemorillo, la prueba MTB de más historia del calendario español… y nosotros sin caer en ello.

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Zona pedregosa, complicada y más si te encuentras en sentido contrario a ciclistas en plena competición. Mal asunto. Mejor pensar en una alternativa que nos obligará a dar un buen rodeo y dejarse llevar por quienes se manejan mejor en estas lides: Enrique, Santi.

Retomamos el Camino de Navalroble, entretenido, pero que nos aleja de nuestra propuesta original y nos obliga a tomar tramo de la M-600, hasta el desvío junto al Helipuerto de Valdemorillo, para rodar con facilidad.

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Una puerta de fácil apertura nos invita a adentrarnos en una zona de dehesas y llegar a una explotación ganadera, que se “cerrará en banda” sin ofrecernos una nueva puerta por la que continuar. Nada, toca volver a la pista principal. Vamos bien de hora, pero parece disgustar a algún compañero rodar de más “pa na”.

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Tomamos un nuevo desvío, ahora por la Vereda del Camino de Robledo de Chavela, en subida continua, que a todos nos resulta familiar de una forma u otra, pero que cuesta estar seguros cuando la niebla te impide ver referencias.

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Giramos a la derecha y la que se deja rodar es la Cañada Real Leonesa Oriental, sí, la que pasa también por el Collado Hornillo y San Rafael, hasta reagruparnos donde comienza la colada del Camino de la Crucijada

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Charcos y las lagunas de Castrejón

Charcos hay, encontraremos unos cuantos en nuestro recorrido habilidoso por la zona, pero no logramos ver con agua las lagunas, se ve que necesitan más lluvias. Y ya estamos en las inmediaciones de Zarzalejo (Estación)

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El GR-10 se nos ofrece para que continuemos nuestra marcha, al pie de Las Machotas, pero estamos en el punto más alto de nuestra ruta.  El recorrido es muy conocido para todos, por la colada del Camino del Chicharrón, con algunos tramos complicados entre lanchas de piedra y restos de una antigua calzada romana.

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Tal vez por confianza, un despiste, un mal trazado, un resbalón en la piedra mojada… vaya usted a saber. Unos metros delante de mí veo a Enrique que se está incorporando del suelo, dando muestras de que ha tenido una caída. Parece estar bien y así me lo indica, salvo por que el quinto dedo de la mano derecha está mirando para Murcia, según dice él mismo.

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No voy a dar más detalles sobre los intentos de minimizar el daño, que apunta a una luxación. Con el dedo dañado fijado al cuarto dedo y seguramente soportando un dolor no reconocido, Enrique y Ernesto se adelantan para llegar cuanto antes a los coches. ¡Que vaya todo bien, amigo!

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El resto reanudamos también la marcha, hasta El Escorial por el Camino de Tierra del Molino, para coger después la colada del Camino del Chicharrón. No nos queda nada más que acercarnos a la colada de las Cebadillas y apretar la marcha.

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Senderos con charcos que sorteamos de la mejor forma y cancelas que hay que abrir y cerrar. Aunque no bajamos el ritmo, yo al menos no volveré a ver a Enrique, pero Juan ha apretado para intentar alcanzarle y esto da origen a un nuevo despiste...

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Un árbol de hojas bajas esconde una rama traicionera que ha intentado comprobar la resistencia del casco de Juan. Prueba superada: el casco bien, pero él se ha llevado algún rasguño y un minuto de flipe por el golpe.

¡Vaya mañanita!, menos mal que ya finalizamos… pero la niebla sigue presente

Recuperaros TODOS pronto, amigos. Nos vemos en breve.


domingo, 19 de enero de 2025

Más Allá de la Ruta: Amistad y Esfuerzo

 

Era un día claro y frío de enero; los relojes marcaban las nueve cuando un grupo de ciclistas se preparaba para la marcha

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No, hoy no va a ser la crónica habitual. Rebobinemos:

… marcha la para preparaba se ciclistas de grupo un cuando nueve las marcaban relojes los; enero de frío y claro día un Era.

 

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Conversación por WhatsApp con amiga y seguidora habitual, la semana pasada.

Alma: ¿Cómo fue la reacción de tu grupo cuando leyeron la última crónica?

Alfonso: Todavía no tengo respuestas. Están acostumbrados desde hace años a mis crónicas y creo que ya no las valoran.

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Alma: Entiendo cómo te sientes. A veces, cuando algo se convierte en una costumbre, las personas pueden pasar por alto el esfuerzo y la dedicación que conlleva. Pero no te desanimes, tu habilidad para narrar y transportar a los lectores a tus aventuras es notable. Recuerda que la satisfacción personal y el orgullo por lo que haces también es importante. ¡Sigue escribiendo con pasión y entusiasmo!

Alfonso: Gracias, amiga.

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Al llegar a casa tras la ruta de hoy, estaba cansado pero feliz, no pude evitar sonreír. Estas salidas en bici son mucho más que una simple actividad física; son un bálsamo para el alma, una oportunidad para desconectar de la rutina y disfrutar de la naturaleza en compañía de amigos de los que me siento orgulloso.

Hoy estuvimos presentes: Andrés, Ángel, Enrique, Fer, Juan, Patrick, Pawel, Pedro, Raúl y Alfonso.

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Rodearse de gente positiva, abrazar, sonreír, disfrutar de cada instante y dar las gracias por ello

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Ya una vez todos en casa, se recibe el siguiente mensaje:

Patrick:

Cuando vi el track de 40km y más de 1000 metros de desnivel positivo… me dije: Vaya, esta ruta no va a ser moco de pavo.

Además, junto con el track que nos pasa Alfonso, se podían ver los waypoint que anunciaban las pendientes a las que nos íbamos a enfrentar y su duración"

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El que avisa no es traidor… es avisador


Nos sigue diciendo:

"Al final, un día perfecto de sol y temperaturas frías pero muy soportables al sol y sin viento. Ruta exigente física y técnicamente… y con muchos tramos inéditos. Incluido un tramo de “marmotada” pero cortito, para la que ya se ha encontrado alternativa para próxima ocasión.

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Buen ambiente y buena actuación del grupo, sobre todo cuando se hizo el movimiento de “bordear” el Cerro de la Golondrina. Bordeando, con pendientes acercándose al 20% de desnivel y que nos llevó a la cima del cerro con vistas espectaculares.

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Creo que Alfonso se perdió el episodio de Barrio Sésamo donde se explicaba la diferencia entre bordear y subir.

Una ruta que he sufrido y disfrutado al mismo tiempo”. 

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Si te hago sufrir es porque te quiero

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Y algo más tarde se recibe también mensaje de

Enrique:

El otro día escuché a alguien decir que era rica, porque cuando iba al supermercado no miraba el precio, compraba lo que le gustaba; cuando veía la ropa, compraba lo que le gustaba, y si se le rompía el coche o la lavadora, no pasaba nada, se reparaba o cambiaba sin dudar.

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Después de la ruta de hoy, exigente, ya que de las 8 subidas que incluía, en 6 de ellas había tramos que superaban el 18 %, he pensado que algunos de mis compañeros y amigos hoy eran ricos, ya que no les importaba la cuesta, jaja.

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Gracias Alfonso por intentar encontrar caminos nuevos y enlazar rutas, de verdad, muchas gracias. Es muy difícil contentar a todos, pero la próxima un pelín menos dura. Un abrazo”.

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No era un grupo cualquiera, ni eran desconocidos, eran amigos que compartían la pasión por el ciclismo

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Habrá lluvia, o puede que hasta nieve, pero la próxima ruta ya nos está esperando a la vuelta de la esquina.