No te estoy diciendo que será fácil, te estoy diciendo que valdrá la pena
¿A dónde dijisteis que ibais? – Al Pirineo Aragonés… pero ya os contaremos
Por
tierras castellanas quedamos un grupo más reducido de AlfonsoyAmigos, pero aprovecharemos la mañana del domingo con una
magnífica ruta.
Como
si se tratara de buscar la vacuna para algún extraño virus, primero se hicieron
pruebas con una cobaya exploradora y ahora se ha contrastado con sujetos voluntarios
para comprobar los resultados. Si no
se detectan más efectos secundarios que un lógico cansancio y alguna “cara
tonta de satisfacción” con rubor facial, la ruta quedará lista para ser
propuesta al resto del Grupo.
Al fin y al cabo, senderos, caminos y paisajes por todos conocidos, a los que se les añade alguna guinda o variante novedosa. Los sujetos voluntarios de hoy han sido: Edu, Fernando, Juan, Juan Carlos, Pawel y Alfonso.
Valientes
que no se han dejado intimidar demasiado por la niebla que acampa en el Paseo Rivera y unas temperaturas
que a alguno le ha recomendado ponerse ya culote largo. La lluvia caída por la noche y el chirimiri
que acompañó en los primeros kilómetros de ruta fue agradecida por el sediento
terreno y dieron un encanto especial al entorno.
Por sendero
ya conocido nos acercamos a cruce con el tendido eléctrico y paso más o menos
habitual de la prueba MTB Madrid-Segovia (este
año suspendida). No me resisto a enseñar a los presentes una
nueva trialera que primero nos acerca al Camino de Los Lomitos y después a
pista forestal que nos sitúa en la Calle Carretera de la Estación para acabar
en la Nacional VI frente a la ya clausurada Residencia Guadarrama.
Trialera que a tramos puede parecer solo para expertos pero que seguramente todos negociemos mejor a nada que la vayamos conociendo. En cualquier caso, parece que hoy hemos pasado la prueba con un notable alto.
Descendemos
por la Nacional hasta parar junto al Restaurante Casa Tere e iniciamos ascenso
por forestal que la lluvia ha dejado en muy buen estado en los primeros tramos
y muy rota en los posteriores de descenso. Avanzamos
rápidos hasta cruce con la pista de La Jarosa (nuestro “Cruce de los Plátanos”).
Superamos la Fuente del Arroyo de la Chorrera sin detenernos y ahora la pista va tomando el desnivel conocido que a ninguno sorprende, pero que se logra hacer a buen ritmo. Vamos muy bien de hora, las contadas paradas han sido breves.
El
mapa, consultado una vez finalizada la ruta, nos muestra que hemos dejado
búnker a nuestra derecha y nidos de ametralladora a diestro y siniestro cada
pocos cientos de metros pero no detuvimos la marcha. Tal vez nuestro recorrido sea otro en próxima
ocasión.
Juan
Carlos se ha adelantado y espera junto al desvío habitual pero al llegar el
resto de compañeros seguimos adelante sin detenernos por la zona de Los
Regajos, para abandonar el trazado natural (que
a más de uno ha despistado en otras ocasiones) y situarnos en la pradera, o
altiplano de La Gamonosa, donde siempre se hace notar un fuerte viento.
Desde
este punto se puede ver con claridad la inclinada y dura ladera que tendremos
que superar y que a alguno hace resoplar, pero antes propongo otra variante.
A
nuestra izquierda, abriéndose paso entre altos arbustos, se encuentra la Senda de los Álamos Blancos. Doy cuenta de que será un ir y venir, pero que
merecerá la pena. Y
arranco para no dar tiempo a que se lo piensen demasiado, pero no hay problema
pues me siguen de inmediato.
La
senda se abre y lo que muestra delante es un auténtico repechón pedregoso. Juan teme que le haya engañado al decirle que este
intento no tenía nada que ver con la subida a la Cruz de Pedroálamo.
El
desnivel se suaviza y permite rodar con facilidad en una amplia zona en la que
es fácil seguir el sendero a la par que se disfruta del paisaje y de las
vistas.
El
avance nos lleva hasta la fuente de La
Pinosilla que era uno de los objetivos de la ruta de hoy, situada en un
apacible paraje que invita a regresar con más calma. Se cuenta en lo leído que esta fuente tiene habitualmente
un abundante chorro de agua, pero nosotros, lamentablemente, no la encontramos
seca.
A
nuestras espaldas podemos ver el Pino de
la Pinosilla, catalogado con árbol singular de la Comunidad de Madrid. Pino silvestre o pino albar al que se le
calcula una altura de algo más de 26 metros, un perímetro de 4,15 y una edad
aproximada de 250 años.
Petroglifos
Ya de
regreso, les cuento que en mi anterior incursión me parece ver grabados en la
roca varios dibujos, pero el que me
llamó la atención fue uno que a mí se me antojaba se trataba de un
elefante o acaso un jabalí. Muestro
el lugar y solo Juan parece darme la razón aunque sea por caridad. He buscado
información de la zona y no encuentro
nada.
IMPORTANTE: Ayúdanos a despejar dudas. ¿Logras tú ver algún animal? ¿Sabes algo acerca de petroglifos en la zona? Cuéntanos.
Afrontar
la dura cuesta hasta la Pista de la Mina ayuda a despejar la mente buscando la
concentración y al poco rodeamos los restos de la cruz de hormigón abatida en
la que aún se distingue con claridad el yugo y las flechas; símbolo que aunque
se asocia a tiempos más recientes de la historia, ya fueron divisa del escudo de
la monarquía de Fernando e Isabel.
El Collado de la Gasca nos aguarda mientras la niebla vuelve a hacer acto de presencia. Recuerdo a todos precaución por donde Miguel Ángel tuvo un par de leves caídas en rutas pasadas. ¡¡Recupérate pronto!! Un fuerte abrazo y recuerdo de todos.
Trialeras
que se solventan bien, que se cruzan con los “toboganes” y que acaban en
trazado que vuelve a ser novedad para todos. Algún
resbalón, pero todos sanos y salvos cuando llegamos junto a Arroyo Mayor.
Adrenalina
pura, semblantes sonrientes y cuerpos cansados con moderación con estupenda
ruta dada por finalizada a muy buena hora. Unos
regresan a Madrid y otros a El Espinar o Los Ángeles y los dos que nos quedamos a tomar una cerveza la elevamos
a la salud de todos.
¡¡Hasta
Pronto!!