Que el mirar atrás sólo sirva para coger carrerilla y
saltar aún más lejos
Así lanzábamos
a finales de abril de 2016 la convocatoria que, tras siete años, se mantiene actual:
Que el mirar atrás sólo sirva para coger carrerilla y saltar aún más lejos
Así lanzábamos
a finales de abril de 2016 la convocatoria que, tras siete años, se mantiene actual:
Nosotros,
sobre la bicicleta o con pie en tierra, hemos tenido ocasión de reencontrarnos con
alegría con muchos amigos que en alguna ocasión u ocasiones ya compartieron
rutas con nosotros, pero también hemos conocido el nombre de otras caras, antes
anónimas, que nos han reconocido y se han acercado a saludar.
Los
que se unen a nosotros cada semana, los que lo hacen de vez en cuando o con
ocasión de la llegada de Femuka e incluso aquellos que siguen nuestras
aventuras leyendo nuestros relatos y viendo nuestras fotos… en mayor o menor
medida todos se sienten de AlfonsoyAmigos.
Gracias
a tod@s.
Con
cansancio en nuestras piernas… sí, la ruta de ayer no fue demasiado dura, pero
los nervios y la tensión de la organización ha hecho mella en algunos en mayor
o menor medida.
Aún
así, hoy era domingo y no podía faltar una nueva ruta a la que acudimos: Andrés,
Ángel, Enrique, Fer, Jesús, Nacho, Santi y Alfonso.
Arrancamos
desde San Rafael hacia El Espinar y las primeras conversaciones giran sobre la
conveniencia o no de adelantar la hora de salida de nuestras rutas, ahora que
llegan los calores. Hemos partido con 20 grados,
pero llegaremos a alcanzar los 34 bajo un sol de justicia y en pleno esfuerzo.
Rápidos
por la Vereda de la Talanquera e iniciamos ascenso, duro ascenso, por el
camino de Peguerinos mientras el sol no quiere pasar desapercibido.
Enrique
ha tirado delante y pronto le perdemos de vista, pues quiere marcarse tiempo de
ascenso y obtener comparativas, pero el resto subimos en un plan más cansino,
lamentando los desniveles y las piedras que parecen aflorar como hormigas
curiosas.
Dejamos
atrás un pilón sin caño y más arriba una fuente que retiene egoísta sus aguas,
mientras el ganado vacuno acude a un par de pilones que les ofrece agua no muy
limpia.
Una
puerta, una cancela, otra y otra más hasta tener a la vista el siempre muy
cuidado refugio de El Berceal, con su puerta pintada de verde (parece
reciente) y un interior suficientemente aseado.
La
fuente que hay al lado, sin agua, pero unos metros más allá, entre unos
arbustos y en zona cenagosa se encuentra un gran pilón que sí que nos ofrece abundante
agua fresca. Nos tomamos unos minutos de respiro antes de
reemprender la marcha.
Entramos
en la Dehesa de La Cepeda, enclave madrileño del que ya hemos dado
cuenta en otras ocasiones y solamente miraremos de reojo el monumento o mojón
de Las Tres Provincias. Enrique ha cumplido su objetivo
y regresa en busca de nuestra compañía.
Salimos
de La Cepeda y otras rutas nos han llevado y nos llevarán más adelante hacia el
Embalse de la Aceña en Pequerinos, pero hoy nuestra ruta nos hace
girar hacia la izquierda en busca de unas sombras que aparecen solamente a
tramos.
Junto a unas piedras encontramos una zona aparentemente pelada a mano y con algunas barras de hierro forjado clavadas en el suelo, pero ignoramos el objeto. Si alquien nos puede dar una pista...
Esperábamos encontrar muy secas las lagunillas que hemos conocido en toda época del año, pero nos sorprende ver las tres más grandes con agua, la suficiente como para ver retozar en ella y en buena armonía gran número de vacas y caballos. Nos pareció ver incluso un caballo buceando y una vaca nadando estilo espalda.
Dejando
atrás este espectáculo, giramos a la izquierda sin poder seguir un sendero
claro, hasta alcanzar la puerta de la cotera. A la
izquierda dejamos el duro ascenso hacia la Cruz de Pedro Álamo y por la
derecha no hay pérdida para iniciar descenso por el Camino de las Municiones.
Allá vamos.
Las
lluvias recientes o el paso de ciclistas y andarines han dejado el sinuoso
sendero en muy buenas condiciones. Avanzamos
a buen ritmo, el que cada uno se marca para disfrutar del descenso sin perder
en seguridad.
Nuestro
descenso, tras cruzar el Camino del Ingeniero, acabará finalizando en la Fuente
de Peña Morena, donde alguno no nos podremos resistir a beber sus frescas
aguas.
La ruta no ha sido de las largas, pero el sentir general es que las altas temperaturas la han endurecido especialmente. ¿Cansados? Puede, pero satisfechos de lo compartido.
Llegó
Femuka 2023 y AlfonsoyAmigos no podíamos faltar a la cita, aportando
aquello que nos caracteriza desde hace más de 14 años, amistad y cariño por el
deporte de la bicicleta de montaña.
Gran
ocasión para la alegría del reencuentro con muchos amigos con los que cruzar
con cariño sinceros abrazos, pero también para sentir punzada dolorosa por la pérdida
de aquellos otros que se fueron para siempre dejando una espina en un rincón de
nuestros corazones.
Por
todos… ¡¡VIVA FEMUKA!! Y ¡¡VIVA LA AMISTAD!!
Pincha AQUÍ o en cualquiera de las fotos para ver el album completo.