Tras la ruta del pasado domingo, en la que partimos desde La Herrería, nos desplazamos un poco más allá, a El Tomillar intentando huir de la lluvia
Sí,
volvemos a encontrarnos cerca de El Escorial, en un aparcamiento que no
disimula las fuertes lluvias caídas en las últimas horas: Andrés,
Enrique, Fer, Luis Ángel, Pawel, Rafa y Alfonso… echando de menos a ausentes
que saben que no les pediremos justificante firmado.
El
sábado se celebró la clásica Madrid–Segovia MTB 2023, con sus 117 km del
ala y hoy mismo, otra clásica, cumplía su periplo después de varios años con la
Marcha MTB Sexmo de El Espinar y sus 400 participantes.
En
esta última prueba, teníamos como representantes a Ángel, que luce orgulloso su
maillot dorado como “Sexmero Legend” reservado a los que han participado en
todas sus ediciones, además de a Eva (sexmera de honor) y Patrick, que hicieron
trail más suave. Nuestro abrazo más fuerte y
felicitación para ellos.
Por
nuestra parte, tal vez más abrigados de lo necesario pues no tardaremos en
echar a sudar, nos ponemos en marcha por las zetas de asfalto, intentando
evitar variantes de otras ocasiones donde seguramente hubiéramos encontrado
barro arcilloso.
Una,
dos, tres, cuatro, cinco, seis… acaso siete zetas. A
mitad de ascenso, Enrique nos tiene preparada una sorpresa. Por
la izquierda aparece corto repecho para dar entrada a un sendero, el Camino
del Agua.
Este
sendero, que atraviesa la pista de las zetas, parte de bastante más arriba para
vadear el arroyo de Agua Loyón, el arroyo Loco y el arroyo del
Barracón, pero seguramente no será viable con las bicicletas.
De
momento, giramos a la izquierda para avanzar por camino sinuoso y en suave
bajada, encontrándonos un pequeño arroyo del que desconocemos nombre (nada
aparece en los mapas) y más adelante las aguas del arroyo de las
Cebadillas, que ahora forma cascada semi oculta entre zarzas y piornos en
flor.
Una
auténtica maravilla que no perdona unas fotos, por camino que discurre por
encima de otro que hemos realizado en sentido contrario en otras ocasiones y
que hoy desemboca en el camino de Peguerinos a El Escorial.
El primer
y segundo Mirador de Abantos, el Arboreto de Ceballos y seguimos ascendiendo
hasta el Alto de Malagón (1536 m). Espléndida
la temperatura que nos acompaña y anima, pero vamos a desestimar la posibilidad
de subir hasta Abantos (1753 m), pues he tenido varios problemas, con
los pedales y una de las bielas, que nos ha demorado bastante.
Abajo,
a lo lejos, el pequeño embalse y la presa del Tobar, de 1959, que
abastece a San Lorenzo de El Escorial, pero con poca, muy poca agua a
pesar de las lluvias recientes. Desde
arriba ya se distingue el sendero por el que nos tendremos que desviar y
podemos ver a Pawel que ya ha emprendido el ascenso.
Tremendo,
terrible y no te das cuenta hasta que intentas afrontarlo. Ya he
perdido de vista a Pawel, a Enrique y a Rafa..., que cuenten cómo lo hicieron, pero
veo delante de mí el tremendo esfuerzo de Fer por avanzar sin apearse. Incluso
con la ebike es muy complicado avanzar por el desnivel, la cantidad de piedras
y pedrolos sueltos y algunos tramos con barro que te hace resbalar.
Para
próxima ocasión estudiaremos esta parte del recorrido en bajada, el Grupo me lo
agradecerá, seguro. Pero una vez que estás arriba
se olvidan las penas, creo, aunque siento sobre mí duras miradas que intento
evitar.
La
temperatura sigue acompañando, incluso empieza a hacer calor y hacemos breve
parada para recuperar fuerzas, ya buscando algo de sombra junto al Pinarejo,
que tenemos intención de rodear.
Rápido
descenso, con un par de paradas para hacernos fotos en lugar privilegiado y poco más adelante vemos a Enrique que tiene que esquivar derrote de un toro con aparente malas pulgas que,
sin embargo, no hará ascos a posar para foto.
Mi trazado
original nos hubiera llevado aún más abajo, para después visitar la Chorrera
Alta, sobre el arroyo del Hornillo, que hace años nos encontramos
totalmente helada, pero alguno pega recorte y el resto le seguimos.
Por
la cuerda de Majalasvacas, con prados que han recuperado su verdor y
ascendiendo hacia el punto más alto de la ruta, a 1575 m, en cruce con el
camino del Pinar, o de la Cancha, por el que regresamos al puerto de Malagón.
Alguno
por pista, Enrique cogiendo desvío trialero por la izquierda y otros tomaremos
el sendero que sale por la derecha… un acuerdo total. Y la
penúltima decisión del día, obviar las zetas trialeras y regresar de nuevo por pista, no sea que se cumpla el aviso de que está a punto de empezar a llover. Uff!!
Ruta
pistera, extraña, no exenta de algún tramo muy duro y lo más importante: Con
tiempo de disfrutar juntos unos refrescos.
¡¡Feliz Semana para tod@s!!
Gran ruta con muy buena temperatura y sin ningún indicio de lluvia además terminando a muy buena hora a la 13,00 en los coches, por ello me sorprendió el recorte.
ResponderEliminarPista con buena longitud y desnivel aparente que pone a prueba, con una trialera en subida muy técnica que te invita a echarle un pulso, mucha suerte necesitas para conquistarla entera sin poner pie.
En definitiva una excelente mañana la que pasamos bañada en esta ocasión con unas buenas cervezas.
Me alegro que el trazado y la mañana fue buena y disfrutarais de la ruta.
ResponderEliminarYo en el Sexmo de El Espinar, también. Discurrió por parajes sobradamente conocidos, sin sorpresas. La sorpresa fue, que el trazado definitivo cambio y quedó una ruta rápida.
Prácticamente pista al 70%. Acompañado de Juan Alfonso (chupo), que os estaba buscado, de Antonio (paste), Sergio, Fernando Matin y Edu.
Javi, (Galo) estuvo de auxiliar de la organización.
Colofón de momento, pues no sabemos para cuándo será el Sexmo de Lozoya , que es el que falta y no está previsto, junto al de Casarrobuelos en la comunidad de Madrid, que no se iba hacer.
Sed Felices. Un Abrazo.