Como si me leyera el
pensamiento, Jorge me propone salir de Collado Mediano y subir hacia el Puerto
de Navacerrada, pero sin tocar nada de carretera en el ascenso.
A las 9 de la mañana ya estamos los dos preparados para la marcha. El ambiente
es fresco y húmedo. No da tiempo a calentar, a los tres minutos del inicio, ya
estamos atacando las primeras rampas duras para llegar a atravesar la “Sierra
del Castillo” y dejando a la derecha (no sé si llegamos a subirlo) el “Cerro de
la Cobañera”.
Caminos que nos obligan a ir sorteando los numerosos charcos y lagunillas que
nos vamos encontrando. Después de atravesar urbanización de chalets, giramos a
la izquierda para seguir subiendo hacia el Cerro de los Agregados. Hemos dejado
abajo, a la derecha, el Embalse de Navacerrada. No sabemos el desnivel de la
subida, pero damos fe de que es duro. (¡Creo que me he traído mucha ropa!).
Dejamos a la izquierda la
Ermita de San Antonio (se ve de reciente construcción, o está muy rehabilitada)
y, poco más adelante, a la derecha, fuente en los “Altos del Guijo”. Descenso
largo sin complicaciones, que me hace pensar que hemos subido “pa na”. Cruzar
carretera y ya estamos en la senda principal, por “El Pinarcillo”. Realizamos
un par de fotos, teniendo a la vista el Embalse de Navalmedio, que debe ser el
único que no está lleno a estas alturas.
Al rato, Jorge pincha la
rueda delantera, que cambiamos en pocos minutos. A toda la subida damos en
llamarla “El Calvario”, pero realmente se trata del “Regato del Puerto”, que
discurre por el “Collado de los Emburraderos”. Después de dos duras subidas, y
de atravesar arroyo, giro a la derecha y saludamos al árbol encadenado (1840 –
1924). Todavía nos queda otro fuerte repecho antes de giro a la izquierda y
pequeño alivio.
Subimos a marcha lenta, pero
después de unos cientos de metros, ni esa marcha es suficiente. Hay que subir
aún más lento y con el esfuerzo adicional de sortear y superar las piedras que
siembran todo el camino.
Todos nos acordamos de haber
realizado esta subida con anterioridad y de su extrema dureza, pero siempre
tienes la esperanza de que tu forma física haya mejorado o de que, algún
alma caritativa, se haya entretenido en quitar piedras en los últimos días.
Ayer no paró de llover y hoy cae chirimiri continuo. El recorrido está
especialmente difícil, pero Jorge, en su línea, supera la prueba.
Sin llegar a alcanzar la
estación de Navacerrada, decidimos emprender el regreso por el mismo camino.
(El descenso tampoco es sencillo). Tomamos desviación a izquierdas, para salir
cerca de la Estación Biogeológica y la Fonda Real a tomar carretera con
numerosas curvas en descenso. Nos ceñimos a la derecha para permitir el paso de
coches que nos adelantan con precaución.
Nuevo pinchazo de Jorge, esta vez la
rueda delantera. Además, la llanta le sigue dando problemas. Parada obligatoria
y nuevo cambio de cámara. Llegando a Collado Mediano, Jorge me lleva a saludar
a otro conocido suyo hostelero, que nos recibe con saludos, botellines y alguna
gratificante ración.
Finalmente, 33 kms., en dos
horas y media de marcha.