Cada año, somos muchos los ciclistas que esperamos con cierta ansiedad el poder ver en el calendario el día 1 de Octubre
Es la
fecha en la que abre sus puertas, al acceso libre, la Garganta del
Río Moros, entrañable, familiar, acogedora, pero hoy vamos a intentar buscarla
las cosquillas.
En el
aparcamiento de Renfe de La Estación de El Espinar nos damos cita: Andrés,
Ángel, Fer, Luis Ángel, Nacho, Rafa y Alfonso…, no, espera, que hoy se nos une
por primera vez JuanRo, que con su flamante e-bike, quiere darnos réplica.
Entrando
a La Panera se nota algo de fresquillo matutino a lo que ayuda el agua
que discurre por el río Moros pero, aviso: Tranquilos
que pronto vamos a entrar en calor.
Iniciamos
ascenso que puede parecer duro al principio, pero veo que mis compañeros lo
afrontan sin problemas e incluso se diría que disfrutando, dejando escapar además
palabras de admiración por el entorno.
Delante
de nosotros el Pino Cardosillo, (o pino de Esteban) que suponemos
sigue ostentando el título del de mayor diámetro de la Garganta. Buen
lugar para un breve descanso y la toma de unas fotos.
Poco
que decir del rodar por la pista, salvo que lo realizamos a muy buen ritmo, con
alguna breve parada para intentar arreglar la tija juguetona de JuanRo que le obliga
a pedalear algo encogido, pero todos sabemos que debemos detenernos donde “nunca
hemos hecho una foto”, en las peñas que dejan a nuestras espaldas formidables vistas
al Montón de Trigo (2161 m).
Ya
tenemos a la vista el embalse de El Espinar o del Vado de las Cabras
pero dejaremos la pista para acercarnos a vadear y no será la última vez, el Río
Moros y ascender hasta el altiplano de Las Barandillas.
De
nuevo en la pista, dejando para otra ocasión el endiablado ascenso al collado
de Marichiva y sin que ninguno se detenga a coger agua en la fuente de
la Chispa.
El refugio
de La Vaqueriza, con su preciosa ladera de verde vivo en estas fechas, pero
seguimos hasta el puente del arroyo Gargantilla para descender por nueva
pista hasta tomar desvío que nos llevará hasta el abandonado chozo Madrid.
Decenas
de senderos que van discurriendo bajo nuestras hábiles ruedas, que esquivan una
y mil ramas secas caídas fechas atrás, obligándonos a evitar el menor descuido
para no acabar por los suelos.
Alternancia
constante de sendas y pistas que a alguno le hace perder el sentido de nuestra
localización, pero no hay extravío, pues procuro ir en cabeza sin perder de
vista a los que marchan algo rezagados.
A lo
largo de la mañana hemos superado duros desniveles, entre el 10 y el 17%, pero
ahora, cuando en las piernas se acumulan 30 kms recorridos y se podría pensar
que llega lo fácil, parece plantarse delante una “pared”. Algo
más de 100 metros al 17% por un cortafuegos, pero no escucho ninguna queja, sólo
palabras de ánimo.
Estamos
en la zona de Navalatienda, allá donde Guillermo del Toro decidió rodar
la espectacular escena del descarrilamiento de un tren en la película de El Laberinto
del Fauno en 2005.
Ya no hay pérdida, sólo hay que dejar que las bicicletas casi rueden solas regresándonos hasta La Estación.
Creo que
la ruta de hoy, bien sea vista desde los puntos más altos alcanzados o dejándose recorrer por
senderos entre pinos, ha sido un auténtico regalo para la vista, pero no tengo
claro si mis compañeros son inmunes al sufrimiento o es que la ruta y el
esfuerzo les ha merecido la pena.
Salir por la garganta ya es un privilegio para rodar y disfrutar del paisaje y la naturaleza, pero encontrarte con tus amigos de AA ES UN REGALO!!!!.De verdad me lleve una gran alegría veros y poderos dar un abrazo a todos.......GRACIAS!!!!!!
ResponderEliminarSiempre con vosotros,Forlan
Ha sido un placer conoceros y conocer los sitios tan preciosos a los que hemos ido. Espero ponerme en mejor forma pronto. Me hubiera gustado invitaros a unas cervezas pero espero que haya más ocasiones. Vaya reportaje mas bonito. Precioso. Y una currada. Un abrazo. Juan Rodriguez
ResponderEliminarLa garganta en cualquier época del año es una maravilla, con viejos y con nuevos amigos, si te encuentras con amigos que no coincidían hace tiempo, la mañana queda redonda .
ResponderEliminarSe hecho de menos a un montón de compañeros, con los que me hubiera gustado pedalear, pues en estos días de Octubre pero de 2013 tuve la suerte de disfrutar por primera vez de vuestra compañía y amistad.
Una década con vosotros y que mejor que celébralo pedaleando por la garganta.
Que conocemos de sobra, su dureza y su belleza, sus rincones, ¿todos sus rincones?
No, todos sus rincones no.
Alfonso nos mostró, senderos y rincones a orillas de arroyos y regatos, de aspecto paradisíaco, vamos que si hubiéramos llevado la tortilla, allí nos habría anochecido.
No exenta de dureza y rompe pierna nos mereció la pena, madrugar.
Gracias por estar ahí!
Sed Felices Un abrazo.