Me encanta la fotografía
que mantenemos en la portada de este blog, (que nos hizo el amigo Grifas), la que hicimos cuando estuvimos en
Sonseca y ascendimos al Pico del Amor.
Casa del Baldío |
Es difícil captar una
fotografía en la que todos los personajes que aparecen, y en esa ocasión éramos
22 amigos, sonríen de oreja a oreja a pesar de que en ese momento ya teníamos
en el cuerpo una buena zurra, al haber superado la parte más dura de la ruta...
puede que fuera por eso.
Curiosamente y a pesar de
que este grupo tiene una rotación de sus miembros bastante destacable (comentada en otras ocasiones), los 15 (la niña bonita), que hemos acudido hoy a
la cita, aparecemos precisamente en esa foto.
Tal vez bastaría con algún
montaje fotográfico para borrar la cara de los ausentes, si no supiéramos que
han estado también con nosotros enviándonos ánimos para lograr el objetivo de
hoy y porque les hemos tenido presentes.
Permitidme que os diga que
nos hemos acordado…
Especialmente de Enrique,
al que le gusta tener marcadas en su libreta, como "superadas", todas las rutas
del grupo.
Amigo Enrique, no te podemos garantizar que esta ruta la volvamos a
hacer en breve, no insistas, al menos antes de que se nos borre de nuestra
memoria y me temo que será difícil,
el tramo que ha requerido de bestial empujabike….
Lourdes, Daniel… ¿qué os
ha pasado? Estábamos en San Rafael, aquí
al lado, con una Garganta del Río Moros
en todo su esplendor, generosa con sus aguas y el colorido salvaje repartido en sus campos y laderas. Y vuestros amigos os esperaban para compartir todo cuanto hemos podido
disfrutar.
Aquí están los quince:
Andrés, Ángel, Eva, Juan
Carlos, Ferluy, Juan Patricio, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Miguel Ángel, Patrick,
Rafa, Samuel, Santi, Toño y Alfonso.
Es obligado llegar a la Puerta de Campanillas para adentrarte
en el Valle del Río Moros, pero hoy hemos
iniciado marcha cruzando el apeadero deSan Rafael y pedaleando en paralelo a las vías del tren.
Casa del Baldío |
Cuando ya teníamos a la
vista el Puente del Colchonero y el Río Gudillos, hemos realizado un
pequeño ascenso (que completo se convertirá
en parte de ruta en próxima ocasión) para dirigirnos hacia el Baldío, superar tramo de pista en
muy malas condiciones, deteriorados por la lluvia y el barro y hacernos foto en la Casa Forestal del Baldío.
Puente Negro sobre el Río Moros |
La Casa Forestal de Campanillas a nuestra izquierda pero descendemos hacia Puente Negro, con un Río Moros que salta feliz sobre las piedras
que encuentra a su camino, dejando eco de su proeza en el oído de los
presentes.
Desde aquí “empieza lo
bueno”, ascendiendo por sendero junto a embarcadero de reses. Al principio
suave, después mayor desnivel pero superable.
Puente Negro sobre el Río Moros |
El grupo se alarga, la tensión
del esfuerzo no te permite volver la cabeza para ver quién marcha detrás…
solamente ves a alguno de delante o a algún compañero que pugna por tomar el
mismo aire que tú.
Al cruce con el GR-88 está
claro, preferimos tomar los tramos complicados, embarrados, habilidosos y duros
que nos dirigen hacia el Pino Cardosillo (por su localización), Pino de Esteban (responsable de su mantenimiento) o Pino Presidente (por ser el más importante y con mayor valor dentro de la Garganta).
A
este pino se le supone más de 250 años. Tiene unos 7 m3 de madera, su diámetro supera
el metro cuarenta y su altura es cercana a los 35 metros.
Pino Cardosillo |
Retomamos la pista
forestal y ascendemos disfrutando de cuanto nos rodea. El agua fluye por todos
los pequeños arroyuelos, incluso en los que apenas vimos antes agua, y se
derborda por los arroyos principales.
Pino Cardosillo |
La ruta había que hacerla,
el recorrido con su variante “graciosa” tenía que ser del conocimiento de todos
para poder hablar de ella. No puedes recorrer la Garganta por la parte de la
Solana decenas de veces y comentar cada vez:
-- “¿Veis ese arrastradero
salvaje?, pues algunos ya lo hemos descendido y subido más de una vez. En la próxima ocasión…
Esa ocasión había llegado.
Ascendiendo a la Pedriza del Gamonal |
Ferluy, Samuel y
JR. lo intentan montados durante los primeros metros, pero pronto tienen que
desistir.
Hacia la Pedriza del Gamonal |
A los pocos minutos, el
que no tenía los gemelos a punto de estallar o la espalda contracturada por el
esfuerzo, boqueaba intentando respirar como pez fuera del agua. Ignoro cuanto
hemos tardado en lograr el ascenso, pero se me ha hecho muy largo.
Veía compañeros sentados a
mitad de recorrido, (por hacer una foto, claro), otros que trepaban tras de mí y yo no conseguía encontrar ningún
aliado que me ayudara a mantener el ritmo. Cuando faltaba el resuello era
inequívoca señal de que tenías que detenerte.
Pedriza del Gamonal |
Cuando ya el ascenso toma respiro en horizontal y tenemos a la vista la impresionante Pedriza del Gamonal, es
momento de un breve descanso y allí nos cruzamos con Kike de La Serrata, que fuerte
como el solo salió a nuestro encuentro y ha hecho el recorrido al revés.
Las vistas impresionantes, se divisa todo el valle.
Todavía nos restan dos
duros repechos, cortos pero duros, con la piedra muy viva y un último tramo de
pista que hacemos muy en grupo hasta alcanzar el Collado de Pasapán (1846 m), en la Mujer Muerta, donde encontramos monolito de piedra en el que se lee
“Puerta de Pasapán”.
Collado de Pasapán o Puerta de Pasapán |
Aquí hace frío y la hora
se nos ha echado encima. Los compañeros dan por buena la decisión del jefe de
ruta y se emprende el descenso. Ya subiremos al refugio en próxima ocasión.
Alto del Casetón |
San Rafael, ¡allá vamos!
Lo que nos queda es descender… y bien que lo aprovechamos, sobre todo Ferluy
que se lanza como un rayo y olvida su mochila en el alto.
Lo hacemos primero con una
breve parada en el Alto del Casetón
(1728m). (Ferluy mantiene que el conocimiento popular le da otro nombre, pero así aparece en los mapas) y después en rápido descenso hasta el pie del Cerro del Retamarón, para coger nuevamente pista forestal hasta
tomar el GR-88, que coincide con la Cañada Real Leonesa.
Todavía podemos disfrutar
de un sinuoso y divertido descenso por la zona de Las Chufardas y nos adentramos en La Panera, donde las cocinas y parrillas de los “domingueros” huele
que alimenta.
La Pedriza del Gamonal al fondo |
Acabaremos en San Rafael y
en Las Farolas, cruzando abrazos y degustando unas cervezas y aperitivos que
hoy nos hemos ganado con creces.
Como ya os comenté anoche tuve que causar baja por un imprevisto que surgió ayer, pero bueno, queda pendiente la subida al refugio de Pasapán y la foto en el monolito nuevo, el empujabike marmotero casi que me lo salto.
ResponderEliminarTened piedad de mi el domingo en los Sexmos, se os hecha de menos amigos.
Un abrazo,
Enrique,
Pd.- Mucha fuerza a los que participéis en la Madrid-Segovia.
A mí me flipa la de nombres que se sabe Alfonso de las zonas x donde pasáis. Immmm....presionante!!!...
ResponderEliminarMalegro q hayais disfrutado dl RUTÓN!!!...
Y esooo... disfrutar la Madrid-Segovia!!!...
Ya nos contaréis.
Tropezamos en los Sexmos ;")
Lou.
Me alegro de vuestra ruta. Me imagino que con todas las lluvias caídas recientemente, todo el paisaje estaría verde y los campos casi inundados.
ResponderEliminarMe alegro del regreso de Alfonso y para los que hagáis Madrid/Segovia, suerte y que las fuerzas os acompañen.
Un saludo. CHARO.
Estoy de acuerdo, en qué la foto de portada tiene un punto de expresividad, tenemos muchas fotos de grupo estupendas y algunas reflejan momentos fantásticos. Esta ipnotiza a medida que vas recorriendo uno por uno los integrantes de la estampa.
ResponderEliminarIpnotizados seguimos de la ruta de ayer, cuanto más altura se coge los paisajes se agradan y más bellos e impresionantes, con ese color verde fuerte de esta primavera llena de agua por doquier.
Ipnotizados, más, si cabe por ese arrastradero, en el que su pendiente parecía una escalera y no al cielo precisamente, pues a medida que lenta y pesadamente ascendiamos parecía que nos acercavamos al averno pero lo superamos y nos reímos acordándose de la marmota y demás aventuras pasadas en.. iba a decir, en similares circunstancias pero similar al arrastradero...???
Como he comentado, la torrentes rebosantes con infinidad de cascadas y saltos de agua dio una belleza a la ruta como si nunca hubiéramos recorrido la garganta de Río Moros.
No parecen gran cosa los 37 km. recorriendos pero los abrazos y el aperitivo del final nos supieron a gloria del cielo después de bajar los más de 1300 m. acumulados.
Te superas Alfonso, no se como lo haces
pero ENHORABUENA!!!
Nos superamos compañeros, tampoco se como lo hacemos, pero ENHORABUENA!! '
Un abrazo. Ser felices.
Grandes todos ¡¡ y gran ruta, aún con el empujabike tedioso que sufrimos, pero todo esfuerzo tiene recompensa y este lo tuvo : como estaba en general toda la Garganta. Tenemos un lujo de base de operaciones con San Rafael y El Espinar, ..y un lujo de grupo.
ResponderEliminarabrazo a todos y buena semana. Suerte a los que vayan a la Madrid-Segovia y mucha fuerza ¡¡. Nos vemos pronto
A pesar del incómodo barro y agua que había para rodar que se ve en alguna foto, yo también me quedo hipnotizada, como dice Ángel, con el resto de las fotos, los colores (que supongo que son al natural, sin Photoshop ni nada de eso). Ese color verde es impresionante y las fotos del puente sobre el Río Moros y la del pino cardosillo (esa que estáis uno solo, Juan Carlos creo) son muy buenas fotos, me encantan. Del disfrute de la ruta nos llega bastante, como siempre, pero dais mucha envidia por cómo tiene que ser en vivo y en directo (con el ruido del agua incluido), en ese paisaje incomparable de la Garganta del Río Moros. ¡Ya estáis tardando, tenéis que hacer una exposición gráfica algún día de estos!
ResponderEliminarY me uno al deseo de Charo, más arriba, respecto al pedazo de competiciones previstas para el fin de semana que viene. Sólo deciros señores ciclistas, bici-osos: suerte, que no sufráis ningún percance y sobre todo cuidado con los sobre-esfuerzos, que son muy peligrosos.
Abrazo.
Dos cosas impresionaron en la ruta del domingo. Por una parte la cantidad de agua que manaba por todas partes, y por otra, esa subida interminable empujando la bici, donde si es imposible subirla montado, tampoco me quiero imaginar la bajada intentando no poner ni un solo pie. No obstante mereció la pena, ya que al final llegar al Puerto del Pasapán por esa vertiente es también un espectáculo imponente. Grandes vistas y parajes una vez has coronado. No subimos al refugio por niebla pero lo dejamos como asignatura pendiente.
ResponderEliminarA la postre un auténtico RUTON con todo el valle inundado de agua y corriendo por todas partes. Y además finalizando con esas bajadas interminables y rápidísimas, desde el Pasapán, que hacían casi olvidar ese rato de empujabike que sin embargo y como ya he comentado, mereció mucho la pena.
Hacía un par de semanas que no montaba con A&A y se me hizo muy largo. Siempre es una aventura montar con el grupo, haciendo de cada salida un día especial. El domingo lo fue, por ruta, por vistas y sobre todo por vosotros.
Este domingo no podré acompañaros a los Sexmos, ni tampoco a la Madrid-Segovia. Se me escapa este fin de semana, pero ya estoy esperando al siguiente para volverme a reincorporar. Amigos, 15 días son muchos días sin A&A, muchos.
Nos vemos muy pronto. Un abrazo a todos y suerte en vuestras rutas de este fin de semana.