jueves, 26 de mayo de 2016

Alas sobre el Guadarrama

  AlfonsoyAmigos presenta desde hoy una nueva serie de publicaciones, de la mano de nuestro amigo y colaborador Jesús Vázquez Ortega, autor de “Guerra en las Cumbres”, (que todavía tenéis disponible en el blog)  
En esta ocasión, nos sorprende con estudio sobre la historia de la navegación aérea en la Sierra del Guadarrama.  
Interesantísima colección que no os podéis perder.



Alas sobre el Guadarrama (I)



La novela “Último vuelo” del holandés Edwin Winkels, rememora el siniestro acontecido en el Puerto de Pasapán el 15 de diciembre de 1958. 

La tragedia del “Languedoc” tuvo una repercusión mediática desconocida hasta entonces, añadiéndose a una serie de desgraciados accidentes ocurridos en otros tantos lugares de nuestra Sierra

Jesús Vázquez Ortega


Biplano Henry Farman
13 de Marzo de 1911
Primer aeroplano español

Pero sería bueno remontarnos varias décadas en el tiempo y efectuar un recorrido sucinto a través del devenir de la navegación aérea en nuestro país. En futuros capítulos conoceremos acontecimientos desconocidos acaecidos en nuestro entorno geográfico, sin olvidar a quienes pagaron un alto tributo falleciendo en acto de servicio.

Primeras azafatas de Iberia -14 Dic 1927


El preludio de una nueva era


Los ecos de la I Guerra Mundial y la llegada de los grandes vuelos en los años veinte, impulsaron ostensiblemente la carrera aeronáutica, traduciéndose en una mejora de la tecnología y el crecimiento de la industria aeromóvil en el concierto internacional. Mientras España, con una incipiente incorporación, comenzó su andadura más tarde que el resto de naciones.

En mayor medida fue el Ejército quien asumió el rol de director, marcando las pautas y aportando un gran contingente humano, si bien la colaboración de la ingeniería civil fue análogamente decisiva en la consecución de objetivos.


Hidro Dornier "Plus Ulra"

El más destacado, el vuelo del Plus Ultra, una proeza que asombró al mundo a principios de 1926 cuando el comandante Ramón Franco y el capitán Julio Ruiz de Alda lograron cubrir los 10.270 kms. que separan el Cabo de Palos de Buenos Aires, a bordo de un Dornier Do J Wal en tan sólo siete etapas, un hito que marcó un antes y un después en la historia de la aviación a nivel mundial. Seis años después, Fernando Rein puso el punto y seguido desafiando a los elementos, volando desde Madrid a Manila en solitario, en un viaje plagado de problemas, lo que no fue óbice para que repitiera doce meses más tarde
.
Así, uno tras otro, fueron sumándose una serie de retos jamás exentos de riesgo, que conjuntamente contribuyeron a cimentar la base de un futuro prometedor.


Rohrbach Ro VIII Roland
De los primeros aviones de Iberia
Matrícula M-CBBB (M de España)

Aclaración:
En 1944 se elaboró en Chicago el anexo 7 al Convenio sobre Aviación Civil Internacional que adoptaba las primeras normas por las que todos los aviones debían ser registrados por la autoridad aeronáutica de su país. En España, antes de que se establecieran estas normas, los primeros registros que se llevaron a cabo empezaban por la letra M.

El despegue


Con la creación de las aerolíneas comerciales, el espacio aéreo comienza a poblarse paulatinamente de ruidosos aparatos que cruzan el cielo a respetable velocidad, ante la estupefacción de los profanos. Las pioneras Iberia (1927) y LAPE (Líneas Aéreas Postales Españolas, 1932) son punta de lanza en el negocio del transporte, uniendo ciudades en tiempo récord y perfeccionando los servicios de forma continua. La oferta de destinos se incrementó de forma gradual, y para 1934 la red de aeródromos contaba con más de una decena repartidos por los puntos más importantes. 


Avión de las Líneas Postales Españolas (LAPE)

Pocas zonas quedaban sin cubrir y las aeronaves sobrevolaban el territorio nacional en su totalidad, incluyendo áreas que revestían una notable dificultad orográfica y las condiciones meteorológicas propias de su situación, destacando entre las más comprometidas la barrera del Guadarrama, al Oeste de la capital del Estado. La cercanía a Madrid convertía en ineludible el paso de aeronaves por dicha cordillera en los trayectos occidentales, lo que simultáneamente encubría un azar proceloso a la par que apetecible para los pilotos más audaces.


Aquel lejano día de junio


Pero mucho antes ya hubo quién abordó los escollos serranos con grandes dosis de valentía, a los mandos de precarios aparatos que volaban entre fuertes turbulencias. La fortuna, y quizá alguna invocación divina ampararon a muchos osados en sus recorridos celestes para llegar a puerto sanos y salvos, circunstancia que no siempre tenía un final tan deseado.

Es posible que el primer incidente acaecido en nuestro ámbito comarcal, fuera el sufrido por el capitán Carlos Alonso en la primavera de 1913  cerca del Alto del León, cuando al intentar remontar el vuelo a 1.800 metros de altitud, su motor dejó de funcionar. 

El oficial, que regresaba a Madrid procedente de Valladolid, hizo gala de gran pericia haciendo que el avión planeara paulatinamente hasta chocar contra una arboleda próxima a San Rafael, saliendo ileso del trance si bien la aeronave quedó completamente destrozada. 

Tras superar el susto y ser auxiliado por personal de civil y de la Benemérita, el capitán Alonso regresó a la capital pucelana a bordo del tren rápido, donde probablemente tuvo mucho tiempo para meditar sobre el percance del día anterior.

(Continuará)


Jesús Vázquez Ortega © 2016








5 comentarios:

  1. Interesantísimo
    Federico Corral de Castro

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  2. Parece mentira, contrastar las penosidades descritas en el relato, con la facilidad, comodidad y seguridad con que sobrevolamos nuestra sierra, actualmente.

    Siempre que despegamos desde el aeropuerto Adolfo Suarez, es vista obligada reconocer, las urbanizaciones próximas (Ciudalcampo), el circuito del Jarama las carreteras nacionales y, esperar siempre la primera visión de nuestra sierra de Madrid: La pedriza. el pantano de Manzanares y así ir recorriendo desde arriba toda la panorámica de nuestra sierra.

    Siempre siento la necesidad de comentar con el pasajero de al lado cada uno de los puntos que recorremos en nuestras rutas, pero siempre observo que, o bien van leyendo o están en los brazos de Morfeo. Pero yo, ilusionado, no me canso de hacer fotos. Termina mi recorrido, hasta que llego a la garganta del Rio Moros, reconozco Pasapan, S. Rafael y El Espinar...lástima.

    Muchas gracias por las publicaciones. Magnificas como todas las narradas por su autor. Gracias a él y a ti Alfonso.

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  3. Habéis conseguido intrigarme. Estaré pendiente de las proximas publicaciones. Muchas gracias y saludos. Gema.

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  4. Interesante reportaje sobre una epoca no tan lejana!! Siempre me gusta como Juan intentar reconocer lugares conocidos desde el avion y a veces con la perspectiva no es facil pero que alegria divisar algun lugar conocido.
    Seguiremos las proximas entregas con mucha expectativa.
    Un abrazo...

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  5. Mas que atrayente y además ofrece continuidad. He oido hablar a mi abuela del accidente de avión en el Pasapán en aquel duro invierno. Me gustará leer sobre ello. Muchas gracias por vuestro esfuerzo. Saludos.
    David Cam

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