Fíjate en los detalles de un recorrido habitual y tal vez hoy lo veas diferente
El ciclista es un animal
de costumbres, prepara concienzudamente la salida del día siguiente y sigue un
ritual (difícil de comprender por los observadores), pero que le permite
acudir a su cita sin haber olvidado todo aquello que puede precisar.
Un cambio de temperatura,
tal vez inusual, puede llegar a romper los esquemas del ciclista más
meticuloso: ¿Me pongo manguitos? ¿Me llevo una chaquetilla por si acaso?
Enfrascados en esas dudas
existenciales que se convierten en vitales y que trasladan a segundo término
las preocupaciones personales de cualquier ciclista, van llegando al punto de
encuentro…
Andrés, Ángel, Fernando, Galo,
Germán, Jesús, Juan Carlos, Juanpa, Luis Ángel, Nacho, Rafa, Ramón, Sergio, y
Alfonso.
La ruta de hoy tendría
algunas novedades y pocas sombras, pero estas últimas las suficientes para
acogernos al final de la ruta.
Hoy aparece Nacho con su flamante máquina y doy fe de que la está disfrutando. Buena inversión. ¡Felicidades!
Hoy aparece Nacho con su flamante máquina y doy fe de que la está disfrutando. Buena inversión. ¡Felicidades!
Y tenemos también la
sorpresa de recibir a Ramón, compañero no habitual pero que sabe que siempre es
bien recibido como todo aquel que se decide a acompañarnos.
Iniciamos la marcha por
camino bien conocido hacia la Ermita de San Isidro y, tal vez por la emoción
del reencuentro, Ramón pilla mal una rodada y se va al suelo en caída
aparatosa. Nada grave que lamentar pues seguirá el resto de la ruta a buen
ritmo.
El ascenso por el Camino
de los Castrejones nos lleva hasta la Mata de Santo Domingo, dejando a nuestra
izquierda el Arco de Santo Domingo que debería visitar todo aquel que aún no lo
conozca.
La foto grupal sobre
lancha de piedras con el alto de Cabeza Renales al fondo es parada obligada que
no eludimos tampoco en esta ocasión.
Al retomar la marcha
algunos seguirán por inercia el trazado habitual, pero hoy hay variante.
Giramos a la derecha, pequeño zona en ascenso y llegamos a la Cañada María,
donde se encuentra la antigua Cantera de Navalvillar (No te pierdas el reportaje)
Retomamos camino para
recorrer paisaje más propio de esta época, con campos de alto pasto dorado, y
descendemos por camino divertido que nos lleva junto a cancela y casilla en el
km 10 de la SG-500.
De cómo se nos extravía
Andrés y le esperamos a la puerta de la Colada de Cañadas Hondas ya daremos
cuenta en las tertulias. Mientras tanto, Rafa nos cuenta que fue socio fundador
del Club de Golf El Espinar que
podemos ver a nuestra derecha.
Ascendemos por camino con
gravilla y giramos a la izquierda sin detenernos para coger el duro ascenso por
la Vereda de los Serranos y acercarnos a visitar el observatorio de aves
conocido como el Mirador de los Buitres, poco antes de llegar a cruce con la
Vereda del Guijo.
Tal vez hemos llegado
demasiado pronto, la hora de la comida aún está lejana, y apenas podemos
distinguir un par de aves rapaces revoloteando despistadas.
Proseguimos la marcha
atacando nuevos repechos y hago recordar a los compañeros que hace no mucho y
en este lugar… este grupo se detenía en cada una de las cancelas que vamos a
atravesar, para reagrupar y dar pequeño descanso a los más rezagados, pero en
2018 nadie se detiene en las puertas salvo para abrirlas y cerrarlas.
La siguiente parada, que
no todos realizan, se encuentra junto al refugio
del Berceal (siempre bien cuidado, el
mejor que conozco), que además tiene fuente que siempre provee de agua,
aunque sea con fino hilillo como en esta ocasión.
En su zona más alta el
camino se vuelve más pedregoso, tal vez por las inclemencias del tiempo y los
fríos del invierno, pero no detienen nuestra marcha hasta llegar a La Cepeda y al cruce de las Tres Provincias
La Boca del Infierno ya no asusta ni a los niños chicos y menos a
nosotros que ya somos como de la familia. El recorrido siempre es precioso y
agradecido para disfrutar de la bicicleta.
Nos hemos introducido en
la provincia de Ávila, pero pronto atravesamos cotera y regresamos a Segovia,
por sendero complicado a tramos pero que se supera con confianza hasta alcanzar
cruce con el Camino del Ingeniero.
Hoy, a diferencia de
otras ocasiones, giramos a la izquierda y aprovechamos uno de los descensos más
divertidos de la zona, para llegar al encuentro de la Vereda de Santa Quiteria.
El resto del recorrido se
añadirá para seguir disfrutando unos minutos más de bicicleta y compañía y, con
todo y con ello, habrá quien celebre haber acabado pronto para retirarse y quienes
nos relajemos ante una buena cerveza en una terracita de la Plaza Corredera de
El Espinar.
Así me gusta... ni el frío ni el calor puede con vosotros.
ResponderEliminarUn abrazo desde Barna.
Ya ves, amigo José Antonio... nos adaptamos como camaleones al tiempo y al paisaje. Fuerte abrazo.
EliminarTodas los recorridos hechos por la vertiente Segoviana, al igual qué por la vertiente Madrileña, los tenemos trillados, pero, concurren en cada ruta muchas circunstancias... el número de compañeros,alguien que lleva tiempo sin venir y es agradable volver a ver, alguna nueva incorporación. La época del año, hace que tu vestimenta cambie y por consiguiente también las parajes a recorrer. Podemos encontrar nieve, barro, nos puede llover, verdor por doquier y frío. Por el contrario sequedad en los caminos y los campos yermos asolados por el polvo y calor....
ResponderEliminarSi, son casi las mismas rutas, pero...
( Terminar la frase, según lo veáis).
Gracias Alfonso y a todos por estar ahi
A ti también Eva. un BESO.
Un abrazo. Sed felices.
Hola a todos.
ResponderEliminarYa de regreso de mis vacaciones.
Os he seguido, ehhhh
pero sin escribir.
Ruta bonita, pero no veo mucha sombra y se que alguno, lo habra echado de menos.
Me imagino que poco a poco el grupo ira creciendo,las vacaciones ya terminan para casi todos.
Un saludo.Charo.
Intensa y auténtica mañana de MTB. Con subidas constantes por parajes ya conocidos y con un final de ruta en descenso por el no menos conocido Ingeniero, hicieron de la mañana un día realmente divertido.
ResponderEliminarYo de mayor quiero montar en bici como este domingo, y si es con AlfonsoyAmigos mejor.
Me gustó tanto la ruta , que hasta me comí las zarzas. Y hay testigos.
Deseando que se normalice ya la temporada, no solo para hacer cuantas rutas mejor, que también, si no para volver a ver a amigos que por las vacaciones hace tiempo que no veo. Se os echa mucho de menos a todos.
Nos estamos viendo ya.
La ventaja de escribir este comentario un viernes es que puedo decir con mucha seguridad que................el domingo que viene cada vez mas cerca.
Abrazo para tod@s
O las zarzas se te comieron a ti, que te cogieron como al pez el anzuelo.
Eliminar