AlfonsoyAmigos se "refugia" en Valdemorillo

Confinados o limitados de movilidad

El Coronavirus nos tiene acongojados a la mayoría de los seres humanos… o tal vez sólo a aquellos que todavía conservamos un poco de sentido común.

Puede que nos creamos inmunes, que somos más fuertes que otros, que sólo se contaminan los demás, pero el virus acecha a la vuelta de cualquier esquina y es mejor no tomarlo a broma.

En AlfonsoyAmigos seguimos pensando que el hacer ejercicio y respirar aire puro en medio de la naturaleza son la mejor solución para combatir al Coronavirus o al menos para mitigar las secuelas sicológicas que nos está provocando a todos, para intentar paliar el estrés que aflora por nuestros poros.

Con la tristeza de ver a nuestro Grupo disgregado, disperso por la geografía madrileña y segoviana, pero sin perder la esperanza en que muy pronto podamos volver a cruzar esos abrazos que tanto echamos de menos.

Nuestro amigo Enrique toma una semana más la iniciativa, consulta las mil y una rutas que AlfonsoyAmigos ha realizado en los últimos años, localiza territorio no confinado y lanza propuesta de ruta por Valdemorillo.

Y a la hora prevista aparecen: Edu, Enrique, Jesús, Juan, Nacho y Rafa.

También acudirá Ángel, pero el olvido inoportuno de sus zapatillas le obligará a darse otro paseo de ida y vuelta, para acabar realizando la misma ruta pero en solitario. “No quise llamaros para no fastidiaros esperándome”. Luis Ángel griposo en casa y Alfonso confinado en la torre del homenaje en la fortaleza de Numancia.

 

Los presentes afrontan ruta que ya la realizamos en abril de 2017 con el mismo trazado de hoy y un grupo más numeroso, pero en aquel entonces los pinchazos estuvieron a la orden del día, hizo un calor de justicia y la escasez de agua se hizo notar hasta llegar a desesperar.

Hoy la ruta volvió a ser muy completa, variada y dura, con algunos tramos de barro, pero la climatología y los cielos cubiertos ayudaron a que fuera muy diferente. El Río Perales se pudo vadear sin dificultad aunque no faltó algún porteo para superar algunos tramos y poder superar el Puente del Pasadero.

Al final de ruta todos satisfechos con el esfuerzo, pero con una sensación extraña en el regreso a casa… nos faltaban los compañeros, los abrazos, las risas de otras ocasiones.

¡¡MUY PRONTO!!  

Y por tierras segovianas