AlfonsoyAmigos ha pactado con el diablo o con los dioses de la lluvia, o con todos ellos…
Habiendo salido de
casa mientras caía un chirimiri
amenazante, se diría que hubiera sido una buena opción quedarse en casa bien
acurrucado en la cama. Nadie imaginaría la formidable ruta MTB que nos esperaba.
Noto en las calles, y
después en la carretera, menos tráfico del habitual. Supongo que como yo, todos
vieron ayer las previsiones de lluvia pero sólo los atrevidos podrán comprobar
que los cielos se abren a medida que nos acercamos al punto fijado.
Salvo el “Yo voy” de Luis Ángel, inmediato tras
realizarse cada propuesta de ruta, no es habitual que los compañeros confirmen
su asistencia. Por ello, cada encuentro se convierte en una auténtica caja de
sorpresas.
Un par de avisos de
última hora y esto es todo. Habrá que esperar a la hora de inicio de ruta para
hacer recuento de asistentes, pero hoy no hace falta pasar lista dos veces. Hemos acudido.
Algunos compañeros
conocerán el trazado de esta ruta por primera vez, pero todos lidiaremos con
alguna variante si la ausencia de lluvia nos respeta. Así iniciamos marcha.
Nos adentramos en el
Bosque de la Herrería y antes de que la inercia de otras ocasiones confunda a
alguno, aviso de que hoy giramos a la izquierda y abandonamos el ascenso hacia
la Silla de Felipe II.
Debería haber sido
después fácil, pues ya hemos tenido este inicio en otras ocasiones, pero me
entretengo haciendo una fotito y el no ver a tiempo un desvío nos ha obligado a
dar algún rodeo y unas pedaladas de más. Como aún estábamos calentando, no ha
habido quejas exageradas y en nuestro track aparece un bonito recorrido para
disfrutar del paisaje.
El Camino del Chicharrón
es conocido por casi todos, pero hoy está precioso para recorrer y para
disfrutar. No son exagerados los charcos que nos encontramos y se circula bien. Debemos reconocer que,
sabiendo que nos aguardaba una dura ruta por delante, ninguno ha puesto
demasiado empeño en intentar superar los pedrolos de la calzada romana. Había
que reservar fuerzas.
Atravesamos La Estación y
Pajares y tras cruzar el puente sobre el ferrocarril, empezamos a rodar por el
Camino de Zarzalejo a San Martín de Valdeiglesias.
¿Qué si había charcos…?
No, charcos sólo algunos. Eran auténticas lagunas serpenteadas aquí y allá pero
que hemos ido sorteando de la mejor forma posible, pasando como de puntillas
por encima de alguna.
Después de cruzar la
M-521, cogemos nuevamente cañada y los charcos parecen haber desaparecido
gracias al desnivel del suelo, lo que nos permite coger bastante ritmo y
aprovechar para disfrutar con las bajadas.
Llevamos 24 kms de
recorrido y ya estamos junto a la Ermita
de Navahonda. Sus puertas se abren tras descorrer un vetusto cerrojo y las
luces del interior se iluminan al detectar nuestra presencia. Alguna oración siempre
viene bien o al menos guardar respeto en lugar sagrado. Hasta ahora no nos
hemos mojado y el que sigamos así el resto de la ruta es la más sencilla de
nuestras peticiones.
Es el momento de
relajarse durante unos minutos dejando que los rayos del sol nos acaricien. Se
le quita el precinto a alguna barrita energética pero también se ofrecen
frutos secos e higos al gusto. Luis Ángel va más allá, acaso retornando a la
niñez, pues se prepara un bocata de chocolate al que le sigue un plátano, “de
Canarias”.
¡Señores, ahora viene lo
“divertido”!, anuncio a los novatos de esta ruta. Tranquilos, que vamos a
recorrer parte del GR-10.
Con buena agudeza mental,
habrá quien opine que los GR no se pensaron para las bicicletas. Y puede que
esté en lo cierto cuando tenemos que salvar desniveles que aumentan poco a poco
su porcentaje y en el camino se acumulan pedrolos que resultan insalvables salvo poniendo pie en tierra.
Unos partieron antes y sé
que llevo a Luis Ángel por detrás, pero me pego a la rueda de Enrique.
Nota: Yo llevaba la e-bike, es verdad, pero os
aseguro que agota salvar desniveles a marcha muy lenta y sin querer
aprovecharse de los piñones más grandes.
Enrique me pide que le
adelante, pero le digo que voy bien siguiendo su trazado, viendo su esfuerzo, alegrándome
de verle salvar obstáculos con aparente facilidad, alucinando con lo que ha
sido capaz de hacer y felicitándole cuando alcanzamos el collado en el Alto de Navahonda. ¡Impresionante
amigo!
Apenas cuatro gotillas
debidas a la niebla y tras reagrupar iniciamos la bajada. Miguel Ángel me
ofrece la cabeza e inicio el descenso, avisando de las zonas complicadas, de
las zonas embarradas que pugnan por tirarte al suelo y del cruce con andarines,
que suben con niños y perros, disfrutando del día como nosotros.
Rápidos, rápidos, hasta Robledo de Chavela, donde atravesamos
zona urbana hasta la Ermita del “Dulce Nombre de María de la Antigua” y nos
desviamos para retomar el GR-10, que ha sido convertido recientemente en una
auténtica “autopista” que facilita el rodar de las bicicletas pero le quita
cierto encanto. Peligroso tiene que ser en sentido contrario, en bajada, pues
las bicicletas deben alcanzar mucha velocidad si se las deja correr.
Uno, dos, tres y más duros
repechos que cada cual ataca conforme a sus fuerzas. Todavía hay quien se reserva por lo que pueda venir. Temperatura, la ideal para afrontar estos
esfuerzos. Después, el camino se
convierte de a uno donde no han llegado las máquinas y es necesario de nuevo
fuerza y habilidad para salvar los obstáculos que se presentan.
Por nuestra izquierda, por la ladera contraria,
se escucha el eco de los motores de los coches y motos que suben hacia el puerto
de la Cruz Verde. A nuestra derecha ya alcanzamos a ver de nuevo Zarzalejo,
pero hoy no tomaremos el desvío que nos enseñó Patrick en anterior ocasión. La
intención es seguir adelante.
Apenas un repecho de unos
70 metros y ya estamos junto a desvío que nos introduce a zona boscosa. La desvencijada
barra de tubo que hacía las veces de portilla ha sido cambiada por una nueva y nos obliga a agacharnos.
Aparentemente ya todo es
descenso, pero ninguno esperábamos que hubiera habido una corta de pinos
reciente, que las grandes ruedas de los buldócer dejaran huellas tan profundas
y que las recientes y abundantes lluvias hicieran el resto. Un escenario
desolador.
Muy complicado avanzar
sin resbalar sobre el barro y creo que Jesús acabó por los
suelos. Si llevábamos pocas salpicaduras ahora ya es seguro que todas
las máquinas deberán pasar por el lavado exprés.
Ya en Zarzalejo y aunque
propongo alguna nueva variante, varios compañeros tienen prisa por llegar a sus
casas, por lo que tomamos el retorno más rápido, que coincide con el trazado de
esta mañana… pero sin extraviarnos en La Herrería.
823 m de desnivel
acumulado, pero la mayor parte por complicadas trialeras y 44 kms calculados sobre
un mapa a mano alzada que al final se han convertido en casi 50. Pero a las
2,10 ya estábamos en los coches.
Muchas ausencias que se echan de menos, pero
hoy ha sido una formidable ruta en un día auténticamente espléndido… y sin gota
de lluvia.
Me despido de mis amigos,
se les ve cansados, pero todos sonríen.
Ver en Relive
Puedes ver nuestro recorrido
Todas las fotos de la ruta
Ver en Relive
Puedes ver nuestro recorrido
Todas las fotos de la ruta
Pedazo de ruta, magnificamente guiados por Alfonso y advertidos en cada tramo de sus dificultades y encantos. Me encantó particularmente coronar el Alto de Navahonda tras una trialera complicada, técnica pero muy divertida.
ResponderEliminarGeniales las fotos, en un día de otoño espectacular.
Gracias Alfonso, Gracias Grupazo ¡¡
La última vez que se planteó esta ruta "me escapé" de la vuelta desde Robledo de Chavela por la zona que habitualmente bajamos y esta vez, había que ascender. La subida desde la ermita la conocía y es una subida muy disfrutona porque exige pericia y permite coger aire entre tramos y si además se te va dando bien pues todavía más divertida.
ResponderEliminarEl otro tramo del 10% -14%- 15%, ahora otra vez al 10 %, eso sí al principio por camino ancho y al final por single track, pues más de lo mismo.
Se trata de una ruta de subidas, ya que las bajadas fueron escasas.
Un buen reencuentro después de un par de semanas ausente, y como siempre un disfrute total.
Un abrazo amigos.
La verdad es que disfrutamos de una ruta, día y compañeros, pocos para los que somos en otras ocasiones, estraordinarios, parece que Alfonso nos lleva a lugares, en las últimas rutas, en el que el sol nos acompaña y las nubes con su agua, no aparecen.
ResponderEliminarUna ruta variada... en subidas, cuestas de todas las clases y todas duras y divertidas al igual que las bajadas.
Es la primera vez que la hago en este sentido y me aparecido muy buena y más amena que en sentido inverso.
Qué "fotazas" Alfonso, que junto con la crónica, es un remate de aúpa...
Sed Felices. Un Abrazo.
Cuanto me alegro del pacto hecho con las nubes!!!!.
ResponderEliminarDisfrutando de la ruta y el paisaje.
Preciosas fotos.
Unas veces acuden pocos y otras muchos.Lo importante es seguir adelante.
Un saludo.Charo.
Rutonazo sin cuartel el del domingo.
ResponderEliminarDia de otoño perfecto para rodar y subir y subir. Nos colocamos una buena paliza.
Tras un par de semanas ausente, ruton de los buenos, aunque lo mejor de todo, el “reencuentro”.
Super Domingo!!
Cuando volvia a casa ,solo pensaba en que el domingo que viene......cada vez mas cerca.
Un abrazo amig@s.