Se está mejor en casa que en ningún sitio – El mago de Oz 1939
La buena Dorothy se
equivocaba, pero seguramente porque no llegó a conocer las Rutas MTB de AlfonsoyAmigos.
En estos días la lluvia
se deja ver con timidez, pero las temperaturas acusan un descenso brusco, tanto
que nos hace replantearnos la propuesta inicial que teníamos programada para
este domingo.
Ya habrá ocasión de subir
al Puerto de Cotos (1830 m), a nosotros no nos queda ninguna duda, pero hoy
optamos por recurrir a una de las “rutas comodín” que mejor conocemos, por las
proximidades del Embalse de Valmayor.
Tras la dureza e
intensidad de jornadas anteriores, el cambio a una ruta con menos desnivel
acumulado no parece disgustar a la mayoría del grupo. Hoy han pensado lo mismo:
Ángel, Chicho, Chupo, Daniel,
Eva, Ferluy, Forlán, Jesús, Juan, Luis Ángel, Patrick, Pawel, Samuel, Santi,
Toño y Alfonso.
Galapagar ya sabe de
nuestras visitas aleatorias, pero siempre nos ofrece sus calles tranquilas para
nuestras quedadas, las mismas que revolucionamos con la alegría de nuestros
encuentros.
Hay ocasiones en las que
el Alto del León es como la “puerta dimensional
entre dos mundos”, o así se lo debió parecer a
los compañeros que acudieron desde San Rafael y El Espinar dejando atrás
una densa y fría niebla, y que encontraron al otro lado de la “puerta” un día
claro en el que el sol ya se dejaba notar generoso.
Los saludos entre todos y
las felicitaciones a Patrick por su cumpleaños demoran la salida unos minutos,
pero pronto empezamos a pedalear en dirección al Embalse de Valmayor.
Sendero sinuoso,
divertido, en descenso, ideal para entrar en calor con el mínimo esfuerzo a la
vez que disfrutas al máximo. Forlán encantado con estos inicios de ruta y lo hace saber. Nos apuntamos todos.
Y a este le sigue otro que requiere más habilidad
y que nos sitúa en el Embalse de los Arroyos, lugar que siempre invita a hacer
una breve parada, disfrutar de las vistas y hacer una fotito.
El pequeño embalse con
bastante agua en la que juguetean numerosos patos, pero al otro lado de la pantalla
la imagen es muy distinta, con las reservas de agua a un nivel muy bajo.
Nuevos senderos de a uno, no hay pérdida posible, para seguir disfrutando hasta que llegamos al viaducto en la M-505 y lo
cruzamos para coger la Cañada Real del Camino de Madrid.
Afrontamos el primer
repecho de la ruta, tal vez el de mayor desnivel de los dos que recorreremos
hoy. Y en las cercanías de la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad tenemos
que detener la marcha porque avisan de avería o pinchazo. Los que íbamos delante retrocedemos, pues nos pareció ver que era algo de mayor gravedad.
Casi cuatro kilómetros de
un rodar rápido hasta cruce con carretera M-510 que nos lleva de nuevo hasta
pantalla del Embalse de Valmayor, donde hoy no nos detenemos y seguimos hasta
llegar a rotonda para volver a las cañadas y senderos que es donde nos movemos
como peces en el agua.
Obviamos dos paradas
habituales y seguimos dando pedales a buena marcha. Ya nos hemos quitado algo
de ropa de abrigo gracias a que el sol sigue presente, pero el aire que llega
por ráfagas es fresco. Ángel y Santi se mantienen con manga corta.
¿Paramos para tomar un refrigerio?
Bien, vale. Pero sin dar ocasión a quedarnos fríos seguimos marcha a los pocos
minutos. Patrick me avisó de que nos tenía preparada sorpresa al final de ruta
y hago todo lo posible por evitar demoras innecesarias. Las propias incidencias
de la ruta ya se encargarán de marcar paradas obligadas.
Se aprecia que el ritmo
general es muy alto, que se disfruta con el recorrido que realizamos, que no se
forman grupos pero porque los senderos son de a uno en la mayoría de los casos y
apenas hay grandes márgenes entre cabeza y cola.
Con todo y con ello, Samuel
reconoce que lleva algún tiempo sin montar y su bicicleta dará enseguida
muestras de que lleva justo el mismo tiempo sin ser revisada. Alguna pérdida de
aire, un par de pinchazos de Chicho, que se resiste a tubelizar sus ruedas, y
no sé si alguna leve caída.
Por tierras de Zarzalejo
y desde ahí hacia San Lorenzo de El Escorial por esos senderos y restos de
calzada romana que hemos recorrido tantas y tantas veces, pero que hoy
encontramos con la hoja caída sobre los caminos, con un color que gusta a todos
y con un trasiego de ciclistas, andarines y jinetes a caballo fuera de lo
habitual.
Chicho nos sugiere una
variante que nos obliga a cruzar las vías del tren, tal vez de manera no muy
ortodoxa, pero que nos permite tomar el Camino del Chicharrón y disfrutar de
senderos nuevos. Hemos perdido a Toño, que se ha pasado el desvío, pero nos
juntaremos algo más adelante.
Ya en El Escorial
atravesamos por Las Cañadillas, con pinchazo incluido, y nos vamos directamente
a la Colada de Navalquejigo, atravesando los descansaderos de Navazuelas, del
Cerro y de Puerta Hernando, aunque del grupo no descansa nadie salvo para
arreglar otro pinchazo.
Poco más que añadir a una
ruta que se queda al borde de sumar 50 kms y en los que apenas ha habido
oportunidad de dejar de pedalear. Sin grandes desniveles, sin zonas demasiado
complicadas, pero que acumula en las piernas el esfuerzo realizado. ¿Verdad
Samuel?
Los abrazos se mezclan
con el agua que salpica de lavar las bicicletas en la gasolinera y nuevos
abrazos y felicitaciones, (así somos de cariñosos), para todos y en especial para
Patrick, que ya nos espera con un ágape, sobre el capó de su coche.
¡Felicidades Patrick!
No, no se está mejor en
casa.
Felicidades a Patrick¡¡¡¡.
ResponderEliminarEstá bien que esta ruta haya sido algo más tranquila que la anterior. Como bien dicen, después de la tempestad, viene la calma.Así habéis disfrutado de una buena ruta y cogido fuerzas para la siguiente, que seguro, ya se está planeando.
Un saludo. CHARO.
Jeje, nos la queríamos perder, las rutas de Valmayor no defraudan nunca, son trazados con muchas veredas muy rápidas y muy divertidas, pocos repechos con poca inclinación y en tramos técnicos, pistas anchas y largas para meter puño, es decir un auténtico rompe piernas, y si además le pones ritmo e intensidad, pues sale lo que salió, una ruta sin ningún desperdicio.
ResponderEliminarGracias Patrick y muchas felicidades.
Como cantaba el Dúo Dinámico, resistiré....(o al menos por el momento...). Insisto en que las paradas por algún pinchazo nos vienen estupendamente a algunos para reponer fuerzas y en general a todos para intercambiar chascarrillos y chanzas. Así que no olvidéis que en el fondo, los que llevamos ruedas sin tubelizar os hacemos un favor a todo el grupo...jejeje.
ResponderEliminarHasta el domingo y esperemos que tengamos un otoño lleno de rutas y pinchazos como el que disfrutamos el año pasado.
Abrazos.
Chicho
Que razón tienes Chicho y añado: "Y para hacer alguna foto", que al ritmo que vamos no hay quien las haga en marcha y con una mano. Salvo los selfi de Toño... y últimamente salen movidas Je Je.
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