La Selva de Irati y el Valle del Roncal
Crónica:
Luis Ángel
Hace
alguna fechas Toño Montero propuso hacer alguna ruta mtb lejos de los dominios
habituales de AlfonsoyAmigos. Prácticamente
sin darle tiempo a explicarnos donde y cuáles serían las rutas propuestas,
tanto Andrés como yo mismo dimos un paso al frente para decir, ¡¡vamos!!
Días más
tarde tanto Chupo como Juan Carlos, confirmaban que nos acompañarían a explorar
y conquistar tierras de Navarra. Para ello nos reuniríamos todos en
Roncesvalles, cuartel general para los dos días que se avecinaban.
Los
dos días que se plantearon fueron para hacer dos rutas en dos valles
diferentes. El primer día rodaríamos por la Selva de Irati, siendo nuestro
punto de partida el pueblo de Orbaitzeta.
Desde primera hora la espectacularidad
de colores fue lo que más nos llamó la atención, caminos, senderos y paisajes
de una belleza indescriptibles se abrían paso a nuestras andanzas en este
primer día de excursión. Además el día tan espléndido de sol y luz nos
acompañaba para poder disfrutar de un día que recordaremos siempre.
Y es que
desde primera hora las ganas de transcurrir por esos valles, de recorrer el Embalse
de Irabia, y contemplar todo lo que nos íbamos encontrando a nuestro paso, nos
hacía olvidarnos de los kilómetros que íbamos recorriendo. El punto culminante
del día fue el llegar hasta la cima del monte Abodi (1.531 mts), un monte desde
el cual se puede divisar toda la belleza y esplendor de esta Selva de Irati y
contemplar los magníficos Pirineos, huérfanos todavía de las primeras nieves
del invierno.
Llegar
al monte Abodi no sería fácil, ya que para ello tuvimos por una parte que
salvar un puerto de pista forestal en la localidad de Ochagavia de 13 kilómetros,
para finalmente coronar por terreno difícilmente ciclable, aunque pudimos
recorrerlo en toda su extensión sin apearnos de nuestras bicis. Fue allí,
contemplando semejantes paisajes infinitos donde aprovechamos para reponer
fuerzas ya que el día había sido largo y con gran desnivel acumulado y poder
así emprender nuestra vuelta al punto inicial.
Pero como las subidas, no duran
toda la vida, encontramos finalmente nuestra recompensa en la bajada. Una
bajada muy larga en la cual volveríamos a quedar impactados por todas las vistas
que íbamos contemplando en cada tramo.
La llegada
a Orbaitzeta fue como en muchas otras ocasiones épica. Habíamos recorrido 68 kilómetros
y 1.500 metros de desnivel acumulado, pero el grandísimo día que habíamos
pasado sin la más mínima incidencia en toda la ruta ponía el punto máximo a
nuestra primera ruta de este viaje.
Era
momento de descansar, y de compartir en la cena todos esos momentos vividos
durante el día y sabiendo, que aun estando muy cansados por la excursión que
habíamos realizado, todavía nos quedaba el día siguiente. Toño avisó durante
esta cena que cuidado, porque la ruta del día siguiente sería mucho más dura. Y
no se equivocó.
Ese
segundo día, recorreríamos el Valle del Roncal, siendo Isaba, el pueblo que nos
vería partir para esta jornada. Y desde luego que Toño estaba en lo cierto.
Desde el primer momento, la pista forestal que se adentraba cada vez más y más
en el propio valle era en subida continua con cuestas constantes del 10-12% que
nos hicieron sufrir durante 8 kilómetros con un desnivel acumulado de 800
metros para empezar el día.
Tras esos kilómetros encontraríamos en lo alto del
valle rampas que en ningún momento nos planteamos en subirlas en nuestras
bicis, ya que las pendientes del 30% y en algunos tramos con piedras, arena y
curvas cerradas hacían imposible lograr culminarlas sin apearnos de las
bicicletas.
Estamos
en lo más alto del valle, pero ahora empieza un auténtico rompe-piernas con
rampas inimaginables que nos castigan excesivamente. Son sencillamente
imposibles teniendo que sumar a ello el esfuerzo del día anterior. Hoy el día
también es soleado pero el viento empieza a soplar muy fuerte hasta que se hace
prácticamente insoportable.
Es el momento en el que encontramos el Refugio del
Oso donde poder reponer calorías y emprender la bajada con mucho cuidado, ya que
los senderos no están marcados en sus primeros inicios y el viento no permite
ninguna estabilidad en la bici.
Estamos en el kilómetro 20, y hemos cumplido 1.750
metros de desnivel acumulado. Quedan 20 kilómetros de bajada, que se convierten
en una maravillosa trialera entre pinares que hacen que pudiéramos desquitarnos
del "sufrimiento" de todo el día.
Y como si de un premio especial se
tratara llegamos a un desvío que nos indica la dirección a la Cascada Belaabrce,
un rincón maravilloso muy cerca del final de la ruta, que culminaba otra
excursión más dura si cabe que la del día anterior pero igual de impactante por
su belleza. Al final completaríamos la ruta con 43 kilómetros y 1725 metros de
desnivel acumulado (!!!)
Esta
ruta no podría haber sido mejor, ya que a su espectacularidad, su belleza y su
intensidad, había que sumar el cumpleaños del inigualable Andrés, que no dudo
en celebrarlo con nosotros en un día tan especial.
Y
hasta aquí este relato de lo que fueron dos días por estos valles. Los dos días
habían sido inmejorables, una compenetración perfecta tanto en los mejores como
en los más difíciles momentos de cada ruta y además sin una sola incidencia
personal ni técnica.
Además
habíamos conseguido el objetivo principal del viaje, con estas dos rutas para
la historia, y que no era otro que poder decir que AlfonsoyAmigos había
conquistado el Reino de Navarra.
Gracias a
todos y un abrazo por vuestro interés
durante estas dos rutas que nos dieron ánimos para recorrer estas preciosas
tierras de España.
Conquistadores y conquistados me parece a mí, del Pirineo franco español, parajes mágicos de Irati. Qué belleza de imágenes!
ResponderEliminarDice la leyenda que Irati es un bosque encantado, donde habitan seres mitológicos que lo protegen, ni que decir tiene que encantados y fascinados quedamos nosotros, los que disfrutamos a través de este blog con vuestras estupendas crónicas y estas postales tan otoñales que muestran sin filtros, ni arreglos ni artificios, la intensidad de colores de un hayedo místico del que Hemingway jamás quería marcharse y del que decía: “Lo más parecido al cielo o al más allá podrían ser aquellos días que pasamos juntos en el valle de Irati”.
Me alegro enormemente que haya sido esta, una escapada tan fructífera para todos, por tierras vascas. Gracias por querer compartirlo.
Abrazo
Espectacular¡¡¡¡. Una experiencia dificil de olvidar. Maravilloso lugar con maravillosas vistas, disfrutadas por los que habéis conseguido este logro.
ResponderEliminarDejando bien alto el listón, que a nivel personal y en representación del grupo y gran familia de AlfonsoyAmios, se ha conseguido con satisfacción.
Bravo, por el organizador y los acompañantes.
Un saludo. Charo.
Y vaya que si la conquistamos, además por la puerta grande. Maravillosa crónica y que recuerdos, unos días espectaculares…… como decía tu padre Luis Angel, esta ya no nos la cuentan.
ResponderEliminarDar las gracias a las seguidoras fieles por sus palabras y con suerte seguiremos informandoos d mas y mas sitios como estos.
Un besoabrazo
TOÑO Montero