Yo soy de Reyes Magos
Post recuperado del 5 de Enero del 2015
En
estas fechas, muchos niños y algunos mayores (solo aquellos que se hayan portado bien durante el año que finaliza)
estarán disfrutando de los regalos que seguramente habrán recibido de manos de Santa Claus.
Aunque
soy partidario de respetar las creencias que se nos acercan allende los mares o
los Pirineos, debo reconocer que en
el fondo soy fan de los Reyes Magos de
Oriente y en concreto, como muchos niños de mi época, del Rey Baltasar que fue el destinatario de
las cartas ilusionadas de mi niñez.
A
propósito del Rey Baltasar... No, tal
vez no sea el momento de razonar sobre si las personas racistas nacen o se
hacen.
De
una parte, tenemos el cariño heredado hacia los Reyes Magos, serios y estirados, enraizado gracias a las enseñanzas
de nuestros padres y de aquellos primeros profesores de religión, los mismos
que, poco a poco, han ido desapareciendo de las aulas.
Y
por otra parte, el marketing televisivo, el cinematográfico hollywoodense y el
superpoderoso Internet, que nos muestra a un Santa Claus grande, barbudo, bonachón, siempre rodeado de luces de
colores, en ocasiones vinculado a alguna conocida marca de refrescos y que
además adelanta su presencia, como las rebajas de los grandes almacenes.
¿Quién
se puede resistir?
Pensemos
que lo esencial y más importante con el uno
y los otros debería ser conseguir la
sonrisa de un niño.
El
resto, son ganas de divertirse. Pero, por si acaso, colgaré mis calcetines.
¡¡Felices Reyes!!
Fotografías: Álbum personal de viaje a Túnez, donde compartí ruta por el desierto con Reyes Magos y pajes.
Fotografías: Álbum personal de viaje a Túnez, donde compartí ruta por el desierto con Reyes Magos y pajes.
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