Un día brillante depende más de tu actitud que del día que haga
Vaya
rachita que llevamos con las previsiones del tiempo. Empiezo a dudar si es que
“no dan una” o es que “somos muy torpes” y no sabemos interpretar las
previsiones.
Por
suerte, después de escuchar tantas veces el grito de “que viene el lobo”, los
que hemos acudido a la convocatoria de hoy parecemos haber perdido el miedo: Andrés,
Ángel, Enrique, Juan, Luis Ángel, Nacho, Patrick, Pawel, Rafa y Alfonso.
Enrique
justifica la salida: “Si no podemos montar…
desayunamos juntos”. Lo que me hace recordar antiguo chiste que me contó mi
padre siendo yo un crío. Seguro que lo repitió más de
una vez:
El de
aquel que se hacía pasar por inspector de policía para entrar gratis a los
toros y contaba:
“Me
pongo una galleta por debajo de la solapa y hago gesto rápido de enseñar chapa
de identificación. Casi siempre me como
la galleta dentro”
“¿Y si
se dan cuenta del engaño y no te dejan pasar?”
“Pues
me como la galleta fuera”
Sólo anímate a salir, ya
encontraremos las motivaciones
Al
alba, en el Paseo Rivera de San Rafael, nos encontramos grupo de ciclistas, la
mayoría ya talluditos, pero con espíritus juveniles, intercambiando abrazos
antes de comenzar una nueva aventura. ¿Llevamos
los chubasqueros? ¡Vamos allá!
Conocemos
distintas rutas para encaramarnos hasta el Alto del León y una de nuestras
preferidas, conocida ya por muchos como “alfonsina”, es la que hemos iniciado
durante muchos años cerca de la estación de tren de Gudillos y las
instalaciones de Iberpistas. Sin embargo, hoy es
diferente.
Los
compañeros se extrañan de que nuestras bicicletas recorran los primeros
kilómetros de camino hacia a la fuente de los Aserraderos y el
nacimiento del río Gudillos, otro recorrido clásico entre los clásicos,
que muchas veces disfrutamos ya de regreso.
Por un tiempo, tendremos que olvidarnos de “la alfonsina”, “los helechos”, las ruinas del chozo y la fuente de la Majada Pericón y quizás incluso de una de las sendas hacia la Peña del Arcipreste.
Recientemente
se ha realizado una tala de pinos en la zona, donde los vehículos oruga o con
grandes ruedas encadenadas dejaron profundas cicatrices en el terreno. La
propia naturaleza tendrá que lamer y curar sus heridas. Al
pasar, sentimos una enorme tristeza por lo que contemplamos, no lo podemos
evitar.
Nos
agrupamos en el Alto del León, en el puerto de Guadarrama, donde hay
un notable tráfico de vehículos y de ciclistas, estos últimos equipados de forma
diferente a la nuestra, más pertrechados. Parece que no los veremos descender
hacia el lado segoviano.
Rodamos
por la pista de la Mina, haciendo una breve pausa junto a la fuente de la
Hondilla. No para rellenar nuestras botellas, sino para tomar
desvío por la izquierda, que encontramos en mejor estado que en otras
ocasiones, pero que nos hace recordar las veces que lo hemos sufrido en
ascenso.
Es un
placer pedalear por pista en buen estado, inmersos en la naturaleza, con el susurro
de los arroyos y vistas espléndidas. Incluso
cuando cogemos variante empinada que nos cambia algo el recorrido habitual,
pero nadie emite queja alguna.
Ignoramos
los senderos que en otras ocasiones nos han llevado a explorar zona de antiguos
búnkeres, trincheras y nidos de ametralladoras, pero no descarto la posibilidad
de tomar uno de esos caminos en próxima ocasión, descender hasta al cruce de
Conejeras y seguir la vereda del Agua hasta el lugar donde ahora nos
encontramos, junto a la fuente del Arroyo de las Chorreras (1190 m)
Lo que vale la pena NO LLEGA, se alcanza
Creo
que ninguno de mis compañeros se ha detenido a coger agua, aunque sabemos que,
desde aquí, la ruta no va a parar de ascender hasta tener a la vista el Collado
de la Mina (1709 m)
Siempre
espectacular el paso por el altiplano de La Gamonosa, pero hoy no nos
detenemos ni desviamos hacia el Cerro de los Álamos Blancos. El
viento sopla con fuerza y las nubes se acumulan anunciando lluvia inminente.
En el
collado de Lagasca (1604 m), nos reunimos con un grupo de andarines y
excursionistas que, al igual que nosotros, aprovechan para abrigarse más o
enfundarse en sus chubasqueros ante las primeras gotas de lluvia esparcidas por
el viento.
Un poco
más adelante, hacemos otra parada cerca del nacimiento del arroyo de la
Chorrera, tomándonos un respiro que nos permite hacernos una foto grupal… aunque
Pawel ya se nos adelantó. La niebla/calima limita
nuestra vista del paisaje, pero un claro entre las nubes nos regala unos rayos
de sol.
En el
collado de la Mina, bromeamos con la posibilidad de visitar el refugio de La Salamanca, pero buen amigo que nos hemos encontrado nos avisa del mal
estado del camino. Mejor, seguir adelante hasta
el collado Hornillo (1637 m), testigo de innumerables de nuestras rutas
y hoy, del emotivo encuentro con nuestro amigo Fer y su familia, que ejercían
de andarines.
Sintiendo
que la ruta llega a su fin y sin que se hayan cumplido los pronósticos de
lluvia, solamente nos queda descenso por la Cañada Leonesa, más
pedregosa que nunca, breve parada en el mirador de Peña del Águila,
“toboganes” por Aguas Vertientes, Prado Raso y arroyo Mayor, para, sin perder a
nadie por el camino, que ya es mérito, acabar junto a la fuente de La
Botella
A
juzgar por la cara de mis compañeros, el tiempo empleado en preparar la ruta ha
merecido la pena sobradamente… “lo que me llena de orgullo y satisfacción” que
dijo, más o menos…
Gran mañana de MTB con durísima subida hasta Lagasca y poder visitar un nuevo mirador hacia La Jarosa que nos descubrió Alfonso. Y con un postre sensacional de esa nueva vuelta a casa por las inmediaciones de San Rafael que nos sorprendió a todos. Sensacional fin de ruta. Gracias por estudiarte y enseñarnos este nuevo track Alfonso.
ResponderEliminarUn abrazo y buena semana.
Una gran alegría encontrarme con vosotros esta mañana, el recorrido tenía puntos en común pero difícil en horario, me ha llenado de satisfacció qué mi hijo conociera a mi grupo
ResponderEliminarGracias por forzar el encuentro.
Alfonso diseño una ruta pistera, en la que no encontramos agua ni barro. Si nos encontramos con Fer y familia y les saludamos encantados. Nos enseñó trazos nuevos y un mirador al valle de Guadarrama donde nos salió el sol después de un intento de lluvia.
ResponderEliminarEntretenida hasta el final, gracias Alfonso.
Sed Felices.Un Abrazo.
Un gusto compartir la mañana y los pedales con los amigos. Un final novedoso y precioso.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre que recibo la convocatoria para el próximo día, releo la crónica de la pasada ruta, y mas que nada para saber que el domingo SI que esta cada vez mas cerca.
ResponderEliminarReleyendo la crónica me doy cuenta que en mi comentario sobre la misma no había mencionado el emocionante encuentro con Fer y con su hijo. Difícil no ver a Fernando en una ruta de los domingos con nosotros, pero esta vez acompañado de su hijo nos demostró que en la vida lo mejor que se puede hacer es compartir los grandes e importantes momentos con los amigos, pero sobre todo con la familia y por supuesto con tus hijos.
Un abrazo Fernando, esperamos verte muy pronto, pero si es por motivos tan grandes como estos, te esperaremos y con ello darte un gran abrazo.
Hoy por hoy te mando otro muy fuerte