No sabemos lo que nos depara el nuevo año, pero con nuestra actitud podremos ayudar a que sea mejor. Empecemos por sonreír, dispuestos a afrontar el 2023 con todo nuestro ánimo
Hacía unas horas, seguramente estábamos
izando nuestras copas para brindar por un nuevo año mejor que el anterior y sin
apenas tomarnos un respiro, ya nos dirigíamos con nuestras bicicletas en busca
de la primera ruta del año.
Hoy no es día festivo en todas partes y
puede que alguno se haya tenido que escaquear de sus obligaciones, pero es
mejor no preguntar y disfrutar de los abrazos especiales. Llegué
a pensar que solamente estaríamos un grupo reducido, pero hemos acudido: Andrés,
Enrique, Fer (que viene acompañado de
formidable catarro), Jesús, Juan, Luis Ángel, Rafa, Santi y Alfonso, además de
Pawel, que se ha dormido pero ha sido capaz de alcanzarnos.
Nos hemos desplazado hasta la localidad
de Soto del Real que, como muchas
otras tierras de estos contornos, fue poblada originalmente y tras la Reconquista
por pastores segovianos. La ruta no se prevé dura en principio,
pero nos va a permitir compartir con los amigos las primeras horas del nuevo
año.
En marcha, a pedalear… atravesando
antes que nada un tramo de zona urbana y después dejando atrás, a nuestra
derecha, la ermita de Nuestra Señora del Rosario, de 1954, patrona de Soto. Creo
que con las puertas metálicas cerradas. Una ardilla nos desea buena ruta.
Más adelante, sí que nos acercamos a
visitar la pequeña capilla de San Blas,
que está acostumbrada a nuestra visita y a dejarse fotografiar con vistas a La
Pedriza y al Embalse de Santillana. Ya empieza a sobrar ropa (foto censurada).
Seguimos calentando en subida continua,
para superar el arroyo del Espino y afrontar un duro repecho hasta roquedal que
nos resulta muy familiar y propicio para alguna foto más. Es
aquí donde se nos une un jadeante Pawel.
Nos adentramos en el Parque Regional de la Cuenca Alta del
Manzanares, por el camino de la Fuente del Cura al Monte Aguirre. La Fuente del Cura la hemos visitado en
otras ocasiones partiendo desde Miraflores de la Sierra.
Por delante un largo tramo de pista
forestal que hoy, gracias a las últimas lluvias, muestra la vegetación más
exuberante que el año pasado en idéntica fecha pero, eso sí, sin nada de nieve
como también la hemos conocido.
Hoy me hubiera gustado hacer toda la
ruta muy agrupados, formando una piña…, pero una vez que te sientas sobre la
bicicleta son las piernas las que toman el control, tal vez el catarro que no
deja respirar o alguna digestión pesada reciente.
Para los compañeros que no la recuerdan
o no la conocen doy aviso de que en curva cerrada y bajo unos escalones de
piedra se encuentra la fuente de la
Parada del Rey, pero solamente Pawel probará de sus aguas generosas. Poco
más adelante, propongo más en broma que en serio tomar camino de la derecha y
ascender hasta el puerto de La Morcuera,
pero “la falta de respuesta es suficiente respuesta”.
Seguimos adelante por el camino del Mostajó, que sin desniveles
anima a acelerar la marcha por un buen tramo, pero que después se convierte en
descenso donde hay que andar muy hábil para resolver tramos y curvas complicadas
que además no están libres de escalones de piedras y ramas caídas.
Reagrupamos junto a los restos de
antigua casa forestal, restaurada hace años pero de la que ya no queda tejado
en pie; buen lugar para aportar otra foto de recuerdo a nuestra historia. Estamos
en cruce con el Camino Forestal a San
Blas que ahora vamos a seguir de nuevo en ascenso. Volveremos
a este punto ya de regreso en nuestro recorrido.
Un monolito de piedra nos indica que
estamos a las puertas del Hueco de San
Blas u Hoya de San Blas, encajonado entre La Pedriza, las cumbres de Cuerda
Larga y La Najarra, la montaña más oriental del cordal. Para ver otras puertas de la Sierra de Guadarrama.
Tomamos sendero de la derecha avanzando por la Ladera de la Plata y algunos nos detendremos en mirador siempre privilegiado a pesar de que las nubes bajas y algo de niebla enturbian hoy las vistas.
Observamos
con curiosidad que muchísimas copas de los pinos están cargadas de nidos de
orugas procesionarias, se distinguen con facilidad. Tememos
por la plaga que nos podamos encontrar en próximos meses y sus consecuencias.
La Fuente
de 1874 ofrece agua en esta ocasión; parece que ha sido limpiada y cambiado
su caño y en cambio, más adelante, el caño del depósito de agua junto arroyo del Mediano no suelta una sola
gota. Aquí otra breve parada, pero ya hay
compañeros que han salido disparados monte arriba.
Por delante, un recorrido de unos cinco
kilómetros hacia las buitreras, donde la pista parece jugar con nosotros,
aliviando a tramos su desnivel antes de mostrar seguidamente los repechos más
duros.
El arroyo del Niestro, el arroyo de Matasanos y el arroyo de la Herrada van quedando atrás con el estruendo de agua que corre desbocada por sus cauces, rompiendo la monotonía del sonido de las ruedas sobre el camino. Una maravilla para el oído y para la vista, que cuesta reflejar en unas fotos hechas con precipitación.
Hemos llegado al punto más alto de
nuestra ruta, aunque parece intuirse que el camino va más allá, que aún
podríamos descubrir nuevos rincones, alargar nuestra ruta… pero el track es el track que nos hemos
marcado y los cuerpos se relajan inconscientemente. De
nuevo un mirador privilegiado por el que casi habría que pagar.
En anterior ocasión pudimos fotografiar
una cabra montesa tomando el sol sobre una peña y hoy son los buitres los que
hacen acrobacias sobre nuestras cabezas. El cielo se cubre de nubes más negras y
amenaza lluvia, la temperatura baja de repente y nos quedamos destemplados tras
el esfuerzo de la subida. Es hora abrigarse y de regresar.
Rápidos en descenso y te das cuenta de
lo que acabas de superar en sentido contrario, hasta que cogemos desvío por la
derecha, por la senda de la Abutarda
que nos lleva hasta casi tocar el arroyo
Mediano y continuar por pista fácil hasta volver a la “puerta del Hueco” y
más adelante hasta la casa forestal.
Una puerta metálica con muelles nos da
paso al Sendero Prado Montero, donde
rodaremos a buen ritmo por dehesa con vacas y caballos y disfrutando en descenso
paralelo al arroyo del Mediano Chico, para desembocar el uno y los otros en el Embalse
de los Palancares (1981).
Seguir el camino, seguir el track, aquí
no hay pérdida hasta encontrar pequeño desvío hacia el puente de Carlitos,
metálico y que no ofrece mucha seguridad pero que nos libra de mojarnos los
pies.
Rodamos rápido por el Camino Mendocino
a Santiago y la Cañada Real Segoviana, tan rápido como ahora acabo la crónica
de esta estupenda ruta.
¡Ah!,
antes de regresar a casa pudimos brindar por el nuevo año y a la salud de
tod@s. Gracias por la invitación,
Os recordamos
que pulsando en el enlace “Carpeta Fotos” siempre podréis ver muchas más no publicadas.
Muy buena ruta la de hoy a pesar de que las Navidades hacen estragos y cuesta lo suyo seguiros a todos.
ResponderEliminarMe alegro mucho comenzar el año en vuestra compañía amigos.
Ilusiona mucho veros con esos ánimos y que anden ya esos proyectos para el futuro en marcha.
Santiago Calleja
Feliz año 2023!!!!
ResponderEliminarAlvaro Navarro
Y van 9 eneros montando con Alfonso y Amigos y espero que haya muchos mas.
ResponderEliminarRuta con cuestas de inicio para calentar y un final que nos dejó con buena gana de celebrar.
A por la siguiente.
Un abrazo.
Cuando en el primer tercio de ruta ya has ascendido 700 metros, eso quiere decir que la ruta es mucho mas fuerte que lo que se presuponía.
ResponderEliminarYa son muchas rutas clasicas,hechas varias veces como en esta ocasión y sin embargo siempre se sacan vivencias nuevas con el grupo. Hoy las fotos son magnificas y alguna de ellas con una magia especial.
Con todo el 2023 por delante, a los Reyes le pedimos cuantas mas rutas juntos, mejor.
A por todas ellas!!
Luis Ángel