El Castañar de El Tiemblo

Desde El Espinar a una hora y siete minutos, desde Madrid a una hora y quince minutos.

El Tiemblo

Para poder comenzar la ruta desde El Tiemblo a poco más de las 9,00 de la mañana, ha habido que madrugar más de lo habitual.

Seguramente habremos comenzado rutas a más grados bajo cero, pero esta vez hacía frío, mucho frío, con un aire del norte que cortaba y dejaba la sensación térmica en un... “Carajo que frío hace”.

Luis y su hija Sofía desafían las leyes de la lógica y la sensatez y aparecen con culotte corto, les reconoceréis fácilmente en las fotografías, son los que llevan la "piel de gallina". Miguel Ángel lleva "piratas" y ya está empezando a arrepentirse.

Pero esta ruta había que conocerla de cerca, no bastaba con que te la contaran y así hemos debido de pensar los 25 biciosos que hemos acudido a la cita, sin contar con los que, queriendo venir, no han podido estar presentes por motivos personales. Nuestra felicitación y fuerte abrazo para el amigo Javier B que hoy cumple una cifra muy redonda.

Está visto que el ciclista esta hecho de otra pasta, o no se explica. Avisas de la climatología, muestras el track de la ruta y no escondes los desniveles a superar, pero aparecen un montón de amigos que, cuando regresen a casa, incluso darán cuenta de lo que se han perdido los que no se decidieron a venir.

Os garantizo que a mi me emociona ver a tantos amigos que te han acompañado a alcanzar en esta ocasión el Puerto de Casillas pero que, seguramente, se hubieran dejado llevar a cualquier otro punto. ¡Olé! y ¡Olé!

Lo dicho, frío desde primera hora de la mañana y te cuesta reconocer la cara de más de uno, que sale ya prácticamente del coche pertrechado y dispuesto a cruzar el Polo Norte. Daniel lleva puestas más capas que una cebolla y gafas que podríamos ver en cualquier esquiador.

Aquí van los nombres de los que tuvieron la osadía de acudir, para que quede grabado para la posteridad:

Andrés, Ángel Sierra, Ángel (Dicas), Daniel, Enrique, Ferluy, Fernando, Iraitz, Jorge, José Ángel, José Luis, Josete, Juan, Julián, Lourdes, Luis Ángel, Luis, Miguel Ángel, Paco García, Ramón, Santi Calleja, Santi Fernández, Sofía, Toño Montero y este plumilla.

Hasta 3 gps llevan grabada la ruta, tenemos mucha pista por delante y pocos senderillos, lo que invita a pensar que iremos todos por el buen camino.

Callejeando por El Tiemblo estamos a 690 m, pero tendremos que alcanzar los 1480 m.

En la primera posibilidad de duda, los portadores de gps ya no se ponen de acuerdo, pero finalmente cogemos un senderillo que va bordeando el Embalse del Charco del Cura y que ya nos hará conseguir algo de temperatura en el cuerpo.

Ahora el rodar es cómodo, nos dirigimos por tramo de carretera en descenso suave. Solo algún vehículo aparece de vez en cuando.

Cuando llegamos a la pantalla del Embalse del Burguillo el aire se deja notar más y llega a formar olas en el agua retenida. Al fondo vemos la cresta que hay que alcanzar, pero pocos lo saben en este momento.

Bonito paraje, ermita al fondo, ha salido un poco el sol y todavía no hemos empezado a sufrir. Buen momento para realizar una foto de grupo de recuerdo.

Y también es tiempo para otros menesteres. Llevamos a dos féminas con nosotros y se procura tener más recato que en otras ocasiones.

Algunos rayos de sol se escapan de vez en cuando entre las nubes y se agradece. El cielo parece presagiar lluvia que, con estas temperaturas, sería seguramente agua nieve, pero nos estamos librando. El que no cesa es el viento cortante y frío.

Espectaculares los parajes que recorremos pero ¡ay amigo! el disfrutar se va a acabar. La pista forestal que seguimos va tomando desnivel poco a poco. No os asustéis, el ninja de la foto es Daniel y más de uno nos preguntamos cómo consigue respirar.

Estamos rodando por la Garganta de la Iruela y numerosos arroyos, a izquierda y derecha, fluyen hacia el embalse. El grupo se estira de vez en cuando, pero de momento estamos siempre a "tiro de piedra" y las paradas para reagrupar son frecuentes.

Seres de otra galaxia se han unido al grupo llegando de las estrellas, pero pensaron que estábamos en primavera. Muy orgulloso debe estar papá Luis con la campeona que está criando.

En este punto todavía surgen las bromas espontáneas y se logran esbozar sonrisas. Posiblemente y sin saberlo, tomando fuerzas para lo que nos espera. Más de uno aprovecha para perpetuar el paisaje con su cámara.

El sufrimiento de más de uno comienza en este instante, pero todavía vamos por pista asfaltada de buen rodar.

Hemos superado un desnivel importante y estamos en la Curva de la Candeleda, muy cerrada a la izquierda y que da paso a pista de tierra algo pegajosa que te retiene a cada pedalada. Ahora ya es imposible mantenerse agrupados. Cada uno tiene su ritmo para encontrarse cómodo y os garantizo que es muy difícil coincidir.

Algunos marcharán pista arriba y otros procurarán formar pequeños grupos de apoyo y de ánimo para no dejar descolgado a nadie.

El Puerto de Casillas está cerca y la nieve empieza a hacer acto de presencia. La temperatura baja por momentos, el aire se vuelve más cortante, pero el esfuerzo no cesa.

No sabemos cuantos compañeros van delante, no piensas en los que van detrás. Miras la rueda delantera y das pedales, uno tras otro, intentando mantener un ritmo. Las lumbares hacen más esfuerzo.

Ya queda poco para llegar y puedes pensar que los compañeros que han culminado antes que tú o se han puesto a resguardo y están calentitos o pueden haberse ya quedado totalmente helados con la espera.

Podrían salir a recibir y dar ánimo a los que van llegando pero, definitivamente se han quedado helados, ya no hay duda.

Calor paternal, calor de un abrazo de amistad, saltitos sobre el terreno, alguna carrera corta... el caso es dar calor y todavía hay fuerzas para sonreir mientras se espera a los más rezagados.

Esta será la última fotografía que nos hagamos agrupados. El frío que tenemos no se logra apreciar, pero todos estamos deseando emprender la marcha y el esperado descenso. 
Iraitz sufre un pinchazo y es incapaz de manejarse con los dedos helados. Una vez más tendrá que ser nuestro hombre fuerte, nuestro lujo de mecánico Juan el que ponga en orden la situación, TE QUEREMOS.

Antes de emprender descenso, Santi comprueba que la batería de su gps ha dado su último estertor de vida y el de Enrique avisa que ya esta en la UVI. Dependemos del gps de Luis.
Tal vez por las ganas de entrar en calor nos lanzamos algunos hacia la pista que tenemos frente a nosotros, pero sin ser conscientes de que los gps y sus dueños quedan atrás. El descenso es rápido.

Alcanzo a oír grito de Iraitz para que nos detengamos, pero los que van delante de mi, grupo de cinco, ya no pueden oír a nadie, se han perdido de vista unas curvas más abajo.
Iraitz y yo tenemos que desandar camino (qué poco apetece) cuesta arriba, para enlazar con los compañeros que lograron detenerse en el punto que se iniciaba variante.

De poca valdrán los intentos de comunicar por teléfono. No conseguimos cobertura en esta zona y optaremos por tomar el camino correcto, aunque alguno dudará de que así sea, pues el track nos hace descender por camino muy, muy trialero, plagado de piedras de gran tamaño, que te obliga a prestar la mayor atención posible. Más de uno optará por poner pie en tierra y más de uno también acabará realizando análisis de la tierra y llevándose algún recuerdo en la cara.

En esta vertiente el sol se deja ver y se agradece. Se alcanza Casillas, el pueblo que da nombre al puerto y comienza una nueva prueba. Algunos ya han calentado en el primer reto y ahora van mejor y otros van sufriendo las consecuencias del esfuerzo realizado.
El anuncio de que está cerca el Castañar de El Tiemblo da ánimos a todos.

Tal vez las fotografías no den fiel reflejo del hermoso paisaje que contemplamos  a cada pedalada. Miras a derecha e izquierda, pero también tienes que estar muy atento, pues no sabes lo que esconde la gran cantidad de hojas secas caídas sobre las que ruedas.

Algunos nos hemos pasado sin verlo, pero aquí nos deja Miguel Ángel recuerdo de árbol centenario, al que el tiempo le ha pasado factura dejándolo hueco en su interior.

Dicen que su interior ha servido en numerosas ocasiones de refugio y sufrido el fuego provocado con el mismo fin, pero nos sobrevivirá a todos.

En esta zona, a Daniel se le introducirá una rama entre la cadena de su bicicleta y provocará la rotura de la patilla. Lástima no tener a Ferluy cerca, que seguramente hubiera llevado recambio.

Mientras se intenta reparar la avería, unos minutos de descanso. Ya se ha logrado hablar con el grupo extraviado y vienen tras nuestros pasos.

Habrá que quitarle la cadena para que no se le enganche y se quedará totalmente sin tracción. Tendrán que ser Luis, Juan o Toño los que le empujen a Daniel para que pueda remontar los repechos que aún se nos presentan.

Cuando alcanzamos el Refugio del Castañar del Tiemblo, sabemos que ya nos quedan unos 8 kms, cuesta abajo, para alcanzar el que fue nuestro punto de partida. Ya se ve a excursionistas a estas alturas y en la carretera hay que extremar la precaución por si te encuentras algún coche de frente.

En Casa Mariano nos espera la mesa preparada, pero aún tendremos que hacer tiempo para que lleguen los rezagados:  Ferluy, José Luis, Julián, Luis Ángel y Julián.

Algunos decidirán partir de vuelta para su casa, pero allí nos quedaremos 21 hambrientos, dispuestos a constatar que las raciones de Casa Mariano dejan satisfecho a cualquiera. Alguno hará uso del servicio de tupperware.

Qué peligro con el cuchillo en la mano

Lourdes nos sorprenderá con el resultado de sus prácticas de repostería, de la que daremos buena cuenta. Queda realizado encargo para navidades. Con nosotros tiene buenos conejillos de indias.

La valiente Sofía

Dar las gracias a Miguel Ángel por las estupendas fotografías aportadas.

Y esto es todo amigos. Agradeceros a todos vuestra presencia y por haber aportado cada uno lo mejor para que este resultara un día inolvidable.

Ojala que podamos volver a ver con nosotros a los menos habituales.

Y ya sabéis: "Si puedes leernos, puedes acompañarnos"

FE DE ERRATAS: Recibimos mensaje de nuestra amigo Juan José Frechel , al que agradezco su colaboración y doy traslado literal del mismo:

"Hola. Veo que en la ruta de el domingo pasado (24-11-2013) identificais en una foto como "el Abuelo" a un castaño que no corresponde, aunque tambien es abuelo.

Os remito la foto de "El abuelo" que está situado a unos 50 m. del refugio de Majalavilla, (hacia el oeste).

La foto es del 2010 porque el cartel indicador aún no estaba tan deteriorado con lo está hoy. El "abuelo" tiene una valla protectora, pero a pesar de ello los humanos la saltamos para hacernos la foto junto a él.

Nuestro grupo de senderismo pasamos casi todos los años por esa zona; hacemos la travesia Casillas-El Tiemblo, unos por el pico de El Mirlo o Casillas y Cabeza La Parra (versión dura) o bien la versión facil por el collado de la valla metálica....Del collado de la valla tenemos alguna que otra historieta que contar, pues le cortaron hace unos años y no nos dejaban pasar.

¡Animo bici-osos¡ "la tundra" es  vuestra.

Un saludo. jjfrechel"

Y estas son las fotografías que nos acompaña:

Foto: J.J. Frechel

Foto: J.J. Frechel