El entusiasmo es la madre del esfuerzo. En AlfonsoyAmigos somos los más entusiastas
Nunca me ha faltado el ánimo de mi mujer para que saliera los domingos a montar en bici e incluso para que me escapara entre semana a entrenar.
A
la vista de las últimas previsiones meteorológicas y la cantidad de agua que
cae el sábado por la noche, es ella, mi mujer, la que en esta ocasión se retrae
y se extraña de verme preparar los bártulos para el día siguiente.
“¿Vas a salir mañana?, te vas a encontrar
solo”
“No lo creo, la digo, seguro que acudirá
algun@ tan loco como yo”
Creo
llegar muy pronto al punto de encuentro mientras cae un suave chirimiri, pero
ya están allí, en Galapagar, Ángel y Pawel…
Apenas
unos minutos más tarde, una calle sin circulación y tranquila en cualquier
fecha del año se convierte en un auténtico “Mercado Persa” en el que se entremezclan camelleros, vendedores de
mercancía exótica y malabaristas.
Los
camelleros de hoy: Andrés,
Ángel, Enrique, Fer, Juan, Luis Ángel, Nacho, Pawel, Rafa, Santi y Alfonso.
No llueve… o sí, pero se diría que apenas lo notamos cuando damos la primera pedalada y arrancamos hacia lo que la mañana nos quiera deparar.
Encanta a todos, como en otras ocasiones por la zona, comenzar con un descenso rápido y divertido, de algo más de dos kilómetros, por la Cañada Real Segoviana hacia la desembocadura del Arroyo de la Cañada en el Embalse de Valmayor.
No llueve… o sí, pero se diría que apenas lo notamos cuando damos la primera pedalada y arrancamos hacia lo que la mañana nos quiera deparar.
Encanta a todos, como en otras ocasiones por la zona, comenzar con un descenso rápido y divertido, de algo más de dos kilómetros, por la Cañada Real Segoviana hacia la desembocadura del Arroyo de la Cañada en el Embalse de Valmayor.
El
primer vistazo al Embalse ya es desolador y lo comprobaremos más de cerca según
nos acercamos a buen ritmo hacia la pantalla del Embalse de los Arroyos, donde
no faltará una foto de grupo.
Un
poco más abajo, nueva foto, sobre puente de piedra que utilizaban los pastores
y vecinos de la aldea perdida de Navalquejigo, inundada con la construcción de
la presa en 1966.
Hoy, con AlfonsoyAmigos en ruta, las aguas parecen haberse retirado como ocurriera con el Mar Rojo bajo el báculo de Moisés y las plantas salvajes crecen reivindicando su supervivencia.
Llegamos hasta el viaducto y cruzamos el Embalse. A nuestra derecha quedan los restos del Puente del Tercio, cuyo trazado se sumerge en las aguas, acaso hacia una “ciudad perdida”.
Abandonamos la Cañada Real del Camino de Madrid para seguir trazado que a veces aparece y desaparece, por sendero que va bordeando el Embalse.
Viendo el detalle de nuestro trazado en el mapa de Wikiloc, se diría que ha debido haber algún error con los satélites, pero no es así. Hemos tenido oportunidad de irnos a la playa… y lo hemos aprovechado. Se han recorrido tramos por arenales que deberían haber estado cubiertos por el agua.
Hoy, con AlfonsoyAmigos en ruta, las aguas parecen haberse retirado como ocurriera con el Mar Rojo bajo el báculo de Moisés y las plantas salvajes crecen reivindicando su supervivencia.
Llegamos hasta el viaducto y cruzamos el Embalse. A nuestra derecha quedan los restos del Puente del Tercio, cuyo trazado se sumerge en las aguas, acaso hacia una “ciudad perdida”.
Abandonamos la Cañada Real del Camino de Madrid para seguir trazado que a veces aparece y desaparece, por sendero que va bordeando el Embalse.
Viendo el detalle de nuestro trazado en el mapa de Wikiloc, se diría que ha debido haber algún error con los satélites, pero no es así. Hemos tenido oportunidad de irnos a la playa… y lo hemos aprovechado. Se han recorrido tramos por arenales que deberían haber estado cubiertos por el agua.
Sendero
arriba, sendero abajo, el perfil de la ruta ha sido de auténticos dientes de
sierra y el recorrido, plasmado sobre el mapa, deja claro que hemos aprovechado
todos los senderos que teníamos a mano.
Disfrutando de divertidos y sinuosos descensos y calentando los cuerpos en ascensos habilidosos entre matas y zarzales, por recorridos que a veces parecen jugar al escondite. Tanto que en alguna ocasión hemos perdido a algún compañero, pero sólo ha quedado en anécdota.
Tras un senderillo aparece y cogemos el Camino del Rey hasta alcanzar el Ermita de la Virgen de la Soledad, donde tomaremos el único refrigerio de la mañana. Solamente cuando paras te das cuenta de que la temperatura es más baja que en los últimos días.
Seguimos adelante sin quitarnos el chubasquero, bajo un cala bobos que va consiguiendo que el agua entre en nuestros cuerpos por cada pequeño resquicio, pero siempre con mucho ánimo. Tanto, que cuando ya enfilamos hacia los coches y viendo que hasta el chirimiri parece haberse detenido, aún nos atreveremos a seguir adelante resistiéndonos a dar la ruta por terminada.
Antes de llegar a la Ermita del Cerrillo, giramos a la izquierda emprendiendo un rápido descenso por el Camino de las Eras en busca del Arroyo Ladrón, junto al Embalse Las Lagunas I, pero seguiremos adelante dejando también atrás el Embalse Las Lagunas II.
Rápidos, muy rápidos, zigzagueando con habilidad, ciñéndonos en cada giro sin conseguir esquivar los charcos tanto como nos hubiera gustado, pero disfrutando como críos… como críos que aman la bicicleta.
De
nuevo en la pantalla del Embalse de los Arroyos y Enrique propone recorrido
para el regreso pasando por Las Zorreras.
Disfrutando de divertidos y sinuosos descensos y calentando los cuerpos en ascensos habilidosos entre matas y zarzales, por recorridos que a veces parecen jugar al escondite. Tanto que en alguna ocasión hemos perdido a algún compañero, pero sólo ha quedado en anécdota.
Tras un senderillo aparece y cogemos el Camino del Rey hasta alcanzar el Ermita de la Virgen de la Soledad, donde tomaremos el único refrigerio de la mañana. Solamente cuando paras te das cuenta de que la temperatura es más baja que en los últimos días.
Seguimos adelante sin quitarnos el chubasquero, bajo un cala bobos que va consiguiendo que el agua entre en nuestros cuerpos por cada pequeño resquicio, pero siempre con mucho ánimo. Tanto, que cuando ya enfilamos hacia los coches y viendo que hasta el chirimiri parece haberse detenido, aún nos atreveremos a seguir adelante resistiéndonos a dar la ruta por terminada.
Antes de llegar a la Ermita del Cerrillo, giramos a la izquierda emprendiendo un rápido descenso por el Camino de las Eras en busca del Arroyo Ladrón, junto al Embalse Las Lagunas I, pero seguiremos adelante dejando también atrás el Embalse Las Lagunas II.
Rápidos, muy rápidos, zigzagueando con habilidad, ciñéndonos en cada giro sin conseguir esquivar los charcos tanto como nos hubiera gustado, pero disfrutando como críos… como críos que aman la bicicleta.
Nuestro amigo Piolín |
¿De camino a los coches? - Noooo
De camino al lavado automático de la gasolinera, donde el chorro de agua calentita aliviará la tierra húmeda, que no barro, adherida a nuestras bicicletas y a nuestras zapatillas.
Rápidos a los coches, a guardar las bicis y a cambiarse de ropa para no quedarse fríos. Y con abrazos esta vez precipitados porque ahora sí empieza a caer agua de verdad.
A juzgar por la que está cayendo durante toda la tarde-noche, se diría que hemos sido afortunados. Afortunados por mojarnos poco (para lo que podía haber sido) y por haber disfrutado una ruta más de AlfonsoyAmigos.
De camino al lavado automático de la gasolinera, donde el chorro de agua calentita aliviará la tierra húmeda, que no barro, adherida a nuestras bicicletas y a nuestras zapatillas.
Rápidos a los coches, a guardar las bicis y a cambiarse de ropa para no quedarse fríos. Y con abrazos esta vez precipitados porque ahora sí empieza a caer agua de verdad.
A juzgar por la que está cayendo durante toda la tarde-noche, se diría que hemos sido afortunados. Afortunados por mojarnos poco (para lo que podía haber sido) y por haber disfrutado una ruta más de AlfonsoyAmigos.
¿Estamos locos?
ResponderEliminarVa a ser que no. Va a ser que el pasar una jornada de domingo con los amigos dando pedales es una terapia que para algunos nos da fuerza para afrontar la semana.
Si es cierto que el agua es un incordio, pero otra ruta más en condiciones poco favorables realizada.
Un abrazo amigos.
Galapagar entre otras particularidades, tiene, el que no sabes cuantos amigos encontraras hasta justo cuando doblas la calle donde aparcamos para estas rutas. Hoy tras la incertidumbre de rutas con convocatorias a ultima hora y unas condiciones de lluvia muy complicadas, sinceramente creía que encontraría 2-3 personas, a lo sumo seriamos 4.
ResponderEliminarDoble esa esquina y zas!!! me encontré 10 amigos dispuestos a desafiar una jornada mas y ganar la batalla a la meteorología.
Cuando llegue no pude por menos que decir esa frase de “Solo los fuertes sobreviven”. Porque hoy te tiene que gustar mucho, mucho la bici para embarcarte en esta aventura de agua, barro y charcos durante toda la jornada. Ademas cuando empezamos todo apuntaba a que iría peor. Y así fue. Pero completamos una ruta sensacional, y precisamente por eso, por sensaciones y por empeño.
Es mas cuando peor arreciaba y mas calados estábamos decidimos alargar 90 minutos mas para colmar ese espíritu de superación y si, de sacrificio.
La llegada a los coches, p’verla. Ni un cm del cuerpo quedaba seco pero, y hablo en primera persona (y seguro que como mis 10 amigos) con el orgullo de haber vencido, de no habernos rendido. Solo los fuertes sobreviven.
Característica principal del día: agua, agua y mucha mas agua.
Impresionantes las trialeras y senderos rápidos llenos de agua pero que dejaban “trabajarse” de manera absolutamente intrépida.
Cuando mas llovía les decía a Pawel y Fernando: esto no va a durar toda la vida. No eso no, pero AlfonsoyAmigos si. AlfonsoyAmigos con este espíritu, y con esta predisposición, durará toda la vida.
El fin de semana que viene no estaré, al irme de viaje, pero a estas horas solo se me ocurre decir, que el domingo día 15.......cada vez mas cerca.
Ese día volveré junto a mis amigos. Esos que siempre sobreviven al ser los mas fuertes.
Un abrazo para todos.
Yo no sé vosotros, pero al llegar a casa mis nietos sacaron cubo y pala para jugar con la arena que aún llevaba encima.
ResponderEliminarBueno,parece el tiempo os dio una pequeña tregua para disfrutar de la ruta.
ResponderEliminarQué graciosos tus nietos.
No me extraña lo de la tierra.
Si hasta habéis estado en la playa.
Me alegro por vosotros.
Un saludo Charo.
¿¿Estamos locos??
ResponderEliminar¿Estamos tontos? O ¿Que..? Decimos en Zarzuela.
O "Hacemos adobes, lloviendo". Nunca mejor dicho, je,je,je.
Pero, ni locos, ni tontos, ni se nos desacen los adobes..
Otra mañana estupenda, de diversión, entre amigos y bicicletas y agua..
Lástima que en Valmayor,no sé veía mucha..pero, el día de playa estuvo así, así..no nos salió el sol y sé nos lleno la sombrilla y los pies de arena..ha! sí la sombrilla se nos olvidó.
Entoces nos dedicamos a las divertidas trialeras, a disfrutar de todo lo que nos ofrece la los alrededores de Valmayor, sin preocuparnos de la lluvia, veníamos de la playa..
ResponderEliminarAlgunos terminamos con una refrescos de limón con..
Después vino el habitual "Messi disgusto"
Pero, bueno, me fui a la cama contento, con fuerza para afrontar la semana..razón tiene Enrique.
Un abrazo. Sed felices.
Pd. La crónica, la segunda vez que la leas, todavía es mejor..voy a ver una tercera..
Siempre me pregunte, por que se dirá, estas como una regadera, pues no tengo la menor duda de lo que quiere decir, sin duda, AyA en Valmayor bajo la lluvia, jejejejeje.
ResponderEliminarPero da lo mismo, agua, nieve, viento, charcos, barro, más más y más, siempre disfrutando y divertido, como me gusta Valmayor y lo que quiera que venga.