Los retos son los que hacen que la vida sea interesante y superarlos es lo que hace que la vida tenga sentido
Así
debe creerlo nuestro amigo Fer cuando nos propone ruta MTB para este domingo y
seguro que éramos del mismo pensar los que hemos acudido a la cita.
Un
“puente largo” que parece invitar a cambiar de rutina, quizás a tomarse un
respiro, pero ¿qué ocurre cuando lo que haces cada domingo es precisamente lo
que más te gusta?
Pues
que ni el frío, ni las amenazas de lluvia, ni “puentes” maravillosos impiden
que AlfonsoyAmigos lance la
propuesta esperada y en el punto de encuentro aparezcan:
Andrés,
Ángel, Fer, José María, Juan, Nacho, Santi y Alfonso.
Frío,
mucho frío cuando iniciamos la marcha. En
San Rafael ha caído una buena helada y nunca apetece tanto como hoy empezar
ruta en ascenso para entrar en calor pero ¿ha sido así?
Pues
no, no ha sido así, porque Fer lidera al grupo sin tomar desnivel que ayude a
calentar hacia el Camino de los Pastores, para alejarnos de San Rafael y
enfilar hacia El Espinar.
Según
avanzamos, Santi se da cuenta de que nos aproximamos más y más a la puerta de su
casa y que se podía haber evitado unos kilómetros extras y unos minutos de
madrugón, pero se lo toma con buen ánimo… ¡Qué
remedio!
El
Cerro de la Hoya a nuestra izquierda, donde desde hace unos años se suele
celebrar en El Espinar “La Hispania de los Vikingos” y seguimos rodando en
descenso a buena marcha, soportando -2º
y una sensación térmica algo inferior.
Pasaremos
junto al Molino de la Villa,
vestigio tal vez olvidado de épocas pasadas probablemente mucho más duras que las
actuales y donde las piedras de sus muros resisten heroicas el transcurrir del tiempo.
En
la zona de Las Rinconadas disfrutamos de sendero habilidoso y seguimos en
descenso al encuentro del Embalse de los
Ángeles y el Puente el Deseo,
que muestra placa con el siguiente mensaje:
“El deseo del
éxito radica en el esfuerzo, sacrificio, tesón y perseverancia que durante el
paso del tiempo hemos compartido visualizando el proyecto que hoy es una
realidad, cumpliendo así nuestro sueño”. Diciembre 2010
Creo
que es ahora, poco antes o tal vez más adelante cuando Nacho acuña el título de
esta crónica soltando su primer “Vaya
ruta”, refiriéndose a que los kilómetros van cayendo sin que hayamos dejado
de bajar.
Todos
entusiasmados con el fácil rodar, pero a ninguno se nos escapa que en algún momento
habrá que subir y subir… y que no será fácil tratándose de una propuesta de
Fer.
Y
no nos equivocamos, pues tras casi 18 kms de bajar y bajar, nos vamos a topar
de lleno con la primera pared de las varias que hoy tocará superar. Miro a Fer y le descubro esbozando una
extraña sonrisa que como un flash me recuerda al Joker.
Ningún
humano se queja y todos atacan la cuesta con su mejor voluntad. Sin embargo, es la máquina de Nacho la que
se resiente del esfuerzo al que es sometida y su cadena salta con lastimosos
crujidos. Habrá
que parar la marcha para realizar ajuste fino del cambio.
Pasaremos
junto a los campos de fútbol en los que entrena el Atlético de Madrid en
pre temporada y ¿por qué no?, nos haremos una fotito.
La
veda ha quedado abierta, ya no hay retorno posible. A partir de ahora, los kilómetros hasta
final de ruta se irán superando con un continuo ascenso, a veces con múltiples
toboganes que castigarán las piernas y otras con lomas casi verticales que
acabarán de ponerlas al límite.
Pero
no se escucha ni una queja, si acaso un ¡Vaya
ruta! soltado aquí o allá por
uno o por otro, más como grito de guerra que como queja. Ante cada pared el esfuerzo de cada uno y la
alegría de todos cada vez que un compañero logra la hazaña. ¡Vaya ruta!
Por
la zona más complicada, por aquella en la que el camino añade al duro desnivel
un auténtico pedregal, dejaremos que nos adelante grupo de jinetes claramente
acostumbrados a montar sus caballos por terrenos tan difíciles.
Tratando
con cariño su bicicleta, Nacho ha conseguido que máquina y hombre compartan
esfuerzo y superarán tramos imposibles, pero no serán los únicos. ¡Bravo por todos!, incluso por los que remontan
empujando sus bicis. ¡Vaya ruta!
Por
encima del apeadero de los Ángeles tomamos ya camino de regreso por un Cordel
de las Campanillas que acumula mucha humedad y donde es difícil esquivar las
zonas embarradas en las que se hunden las ruedas.
Nos hemos acercado hasta la Casa de Venta Quemada y junto a la puerta que cierra el paso del ganado al Área Recreativa de La Panera comenzará a llover.
Nos hemos acercado hasta la Casa de Venta Quemada y junto a la puerta que cierra el paso del ganado al Área Recreativa de La Panera comenzará a llover.
Cuestión de segundos detenernos,
sacar de la mochila y ponernos los chubasqueros para quedar listos de nuevo para
la marcha, más rápidos que con un cambio de ruedas en Formula 1. La práctica de las últimas salidas.
Se diría que lo aconsejable era coger el camino más corto de vuelta a casa, pero un vistazo al reloj nos indica que aún estamos a tiempo de proseguir nuestra ruta y, al fin y al cabo, ya llevamos puestos los chubasqueros ¿no?
Se diría que lo aconsejable era coger el camino más corto de vuelta a casa, pero un vistazo al reloj nos indica que aún estamos a tiempo de proseguir nuestra ruta y, al fin y al cabo, ya llevamos puestos los chubasqueros ¿no?
Cruzamos
puente sobre el Río Moros, con sus
aguas rugiendo valle abajo y por pista acabaremos dejando atrás el Puente Negro en busca de la Puerta de Campanillas, donde volveremos a
encontrarnos con los caballistas de kilómetros atrás.
Nadie
pone reparos cuando optamos por rodar cinco kilómetros más hacia las ruinas de
la Casilla de Peón Caminero para
mostrarles un nuevo descenso, no conocido por la mayoría, hacia las
instalaciones de Iberpistas.
Ya
hace un rato que dejó de llover, pero no llegaremos secos para tomarnos juntos, una apetecible cervecita y un aperitivo. Se
han notado las ganas de Fer al prepararnos la ruta, gracias, y el entusiasmo de todos ha
hecho el resto.
¡Vaya ruta!
Esta crónica no quedaría completa sin reconocer el esfuerzo de Santi, que se ha marcado 15 kms más que el resto por salir desde El Espinar, que se ha hecho toda la ruta aquejado de dolores de espalda y que ha sido capaz de fotografiarse junto al escudo del Atlético de Madrid sin padecer por ello ningún mal aparente.
Esta crónica no quedaría completa sin reconocer el esfuerzo de Santi, que se ha marcado 15 kms más que el resto por salir desde El Espinar, que se ha hecho toda la ruta aquejado de dolores de espalda y que ha sido capaz de fotografiarse junto al escudo del Atlético de Madrid sin padecer por ello ningún mal aparente.
!VAYA RUTA Y ADEMÁS ESTA YA NO NOS LA CUENTAN!
ResponderEliminarEsa sin duda era la sensación reinante al terminar nuestro recorrido.
La ruta fue preparada con todo el entusiasmo y cariño de siempre por nuestro amigo Fernando y eso se nota. No hubo quejas ni lamentos. Si las cuestas no se subían circulando, para eso están las piernas. Si el sol no nos quiso acompañar, para eso vamos bien pertrechados siempre. Si la niebla primero y la lluvia después decide mojarnos, para eso llevamos chubasqueros. Y si la ruta es larga, mejor para nuestras piernas.
Gracias por las fotos Alfonso, las bicis siempre lucen a la perfección.
Un abrazo a para todos.
Ya tocaba comenzar bajando, bajando y bajando,todos sabíais que las cuestas llegarían, sin cuestas no sería ruta investigada, preparada y propuesta por mi, bravísimo por todos los asistentes, valla subido es que se marcó Nacho, chapo.
ResponderEliminarSe repetirá para los que no pudisteis acudir por diversas circunstancias.
Espero tu mejoría Santi, seguro que estar junto at escudo y los colores te hace sentir mejor.
VAYA RUTA!!
Pues sí.
ResponderEliminarHasta a mí leyendo la crónica se me ha hecho dura.
Vaya ruta¡¡
Perfecto titular
Reto difícil
Pero como siempre conseguido
Enhorabuena
Un saludo. Charo
Gracias Fer,por una ruta solo de bajada y por la segunda sólo de subida y subidas de pared, que contentos..
ResponderEliminarPero, a pesar del tiempo y de más impedimentos, salió una mañana divertida, dura pero,no podía ser de otra forma, pero acompañado de manera, como siempre, magnífica.
¡¡Vaya ruta!! Fer ¡¡VAYA RUTA!!
Agusto te has quedado.
Sed felices.Un abrazo.
Pd. Gracias Alfonso, por el plumín y el pincel.