Las inclemencias del tiempo nunca han echado para atrás a AlfonsoyAmigos y mucho menos las previsiones
Ayer
era un día incierto en cuanto a lo que la climatología se refiere, pero como el
grupo siempre está dispuesto a completar su domingo, la propuesta inicial de
llevar la ruta hacia Navahonda sería cambiada a última hora para llevarnos a
los terrenos de Torrelodones. Todo
con tal de rodar y rodar juntos una jornada más.
Por
eso y aunque la mañana amanece un tanto fea, a las 9,30 nos daríamos cita en el
aparcamiento de La Berzosa: Alfonso, Andrés, Ángel, Enrique, Eva, Fernando,
Jesús, José, Nico, Patrick, Santi y Luis Ángel.
Algún
pequeño retraso haría que el inicio se demorase más de la cuenta, pero las
ganas y la ilusión estaban presentes, como ya es habitual.
El
inicio es un tanto incierto, ya que algunos iniciaron la ruta antes de que
alguno pudiera llegar antes, debido a algún imprevisto de transporte de última
hora.
Pronto
nos reuniríamos, si bien el inicio de track para el primer grupo sería mucho
más duro, ya que por algún motivo equivocaron trazado lo cual les hizo empezar por zonas
durísimas tanto de subidas como de
bajadas. El
segundo grupo, con Patrick y su track a la cabeza, realiza las primeras
incursiones en terreno de bajada y sinuoso con zonas divertidas y complicadas
en algún tramo, lo cual marcaría el devenir del resto de la mañana.
Una
vez reunidos, empezamos a subir por pista muy rota que se asemeja más a un
sendero inexpugnable y que supone el primer escollo en cuanto a esfuerzo se
refiere. Ahora
hemos coronado esa primera loma, el Cerro de la Lechuza y nos dirigimos al
primer test serio, muy serio de la mañana. A la postre seria la zona
diferencial del día, el mayor obstáculo. Sí,
estamos hablando del Escalón Rojo.
Si
hay que catalogar esta bajada, me atrevo a decir que es de las bajadas
ciclables más serias de todo el calendario. Y posiblemente no por su dificultad en sí, si
no por como a medida que hemos pasado por
esta bajada en diferentes ocasiones hemos ido comprobando que la erosión del
terreno la hace más y más complicada.
Ayer
fue uno de esos días, en los que aventurarse a bajarla era una asignatura
difícil de aprobar. Creedme
si os digo que la zona estaba seriamente complicada y los cinco sentidos eran
pocos para poder pasarla con garantías.
Por
delante Nico y Fernando bajan con decisión, yo sigo a Enrique y Jesús detrás mío.
La bajada es difícil,
complicada, con muchos surcos, rodadas y escalones que hacen difícil dominar la
bici. Conseguimos
llegar a ese escalón dominando la bici, pero yo al bajarlo y una vez salvado
comprobaría como mi rueda destalonaría completamente.
Por
detrás, los compañeros bajan esa zona con el cuidado que merece este terreno y
al final nos reunimos en una pequeña explanada, en una loma desde donde se
divisa la parte norte de Madrid. Allí
es donde haríamos un primer avituallamiento y aprovecharíamos para reparar
rápidamente mi rueda y continuar la marcha sin mayor problema.
Impresionante
esa bajada. Tardaremos
muchas semanas en olvidarla, pero a ciencia cierta que volveremos y además
volveremos a desafiarla. Enormes
todos mis compañeros, aunque solo sea por haberla desafiado desde lo más alto.
La
mañana transcurriría entre bajadas y subidas constantes, ya habíamos pasado lo
peor, con lo cual cualquier tramo por complicado que fuera parecía mucho más
asequible.
Cierto es que no completaríamos muchos kilómetros pero ese constante sube-baja hace que aunque la distancia recorrida no sea grande la sensación dejaría colmados... a casi todos.
Cierto es que no completaríamos muchos kilómetros pero ese constante sube-baja hace que aunque la distancia recorrida no sea grande la sensación dejaría colmados... a casi todos.
Toda
la mañana estuvo amenazando lluvia y nuestro personal Track-man Enrique así
nos lo iba cantando, pero como una broma del destino la lluvia no aparecía y la
temperatura era más que agradable para recorrer todos esos senderos, infinitos
senderos.
José
nos acompañó por primera vez y ante un comienzo incierto por parte del Grupo,
creemos que disfrutó tanto como nosotros. ¡Bienvenido! y esperamos verte con nosotros tanto como tú quieras. Nosotros somos fieles a cada domingo, a cada
destino y por supuesto a cada nuevo amigo que quiera venir con AlfonsoyAmigos.
Al
final de la mañana el tiempo empieza a enrarecerse y amenaza con ponerse muy
feo. Estamos llegando al
aparcamiento de donde había partido la excursión y se decide finalizar en ese
momento la ruta.
Pero... Patrick y Eva proponen seguir hacia otra trialera ya conocida por nosotros de anteriores ocasiones. Sin embargo el ánimo de finalización, como es lógico, se apodera de casi todo el grupo.
Mención especial del grupo ayer a Eva, que habiendo estado lejos del grupo durante unos meses por motivos profesionales, nunca deja de sorprender con su ilusión, fortaleza y sonrisa, contagiando y de qué manera al grupo. No hay nada que se le ponga por delante con esa valentía ante cada situación. ¡¡Bravo Eva!!
Pero... Patrick y Eva proponen seguir hacia otra trialera ya conocida por nosotros de anteriores ocasiones. Sin embargo el ánimo de finalización, como es lógico, se apodera de casi todo el grupo.
Mención especial del grupo ayer a Eva, que habiendo estado lejos del grupo durante unos meses por motivos profesionales, nunca deja de sorprender con su ilusión, fortaleza y sonrisa, contagiando y de qué manera al grupo. No hay nada que se le ponga por delante con esa valentía ante cada situación. ¡¡Bravo Eva!!
Y todavía hubo tiempo para una trialera más. Ángel también se unió a la propuesta anteriormente comentada y yo no tuve más remedio que decir... ¡¡Voy!!!
Y
así completamos los cuatro, 30-40 minutos adicionales a otra mañana de Hoyo de Manzanares que siempre nos
permite tener una alternativa a días climatológicamente complicados.
Esta fue la historia de un domingo y así os la hemos contado. Incierto al principio y durante toda la mañana, aunque todos deberíamos saber a medida que transcurren las rutas, las semanas, y los años, que AlfonsoyAmigos siempre gana la batalla. Siempre.
Nos
vemos pronto, en la próxima batalla de AlfonsoyAmigos, que con toda seguridad
sean cual sean las circunstancias, acabará venciendo. Eso será la semana que viene, en ese domingo
que está... cada vez más cerca.
Nuestro recorrido con Bonus final
A base de realizar rutas por estos lares se diría que ya nos deberíamos conocer cada rincón, pero lo cierto es que Patrick sacude la coctelera y nos ofrece una “nueva ruta” (al menos a mí me lo parece) sin recorridos largos (por que usted no quiere) pero que se reparte el honor de ser exigente, habilidosa y disfrutona al gusto de cada usuario. Otro día que volvemos contentos a casa... y habiéndonos escapado de la lluvia.
ResponderEliminarNo se me ocurre mucho que decir.
ResponderEliminarComo siempre el grupo es invencible,tanto a climatología como al terreno.
Una ruta más superada y un domingo disfrutado.
Un saludo Charo
LLega el tiempo inestable y las trialeras de Hoyo y Valmayor son refugios habituales. Pocos kilómetros pero muy intensos, sube y baja constante. Un nuevo día de disfrute con los amigos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Genial compañia como siempre! Y genial tiempo sin una gota de agua y con rayos de sol...Una buena mañaba de BTT.
ResponderEliminarUn abrazo
Rutita divertida, divertida.. Trialeritas por aquí, trialerita por alla y lo mejor vosotros y vuestra compañia. Un besito enorme y como dice Luis Angel el domingo que viene más cerca... Y deseando 😁😁😁
ResponderEliminarBueno.. después del susto, al abrir la crónica, me atrevo a escribir; aunque enseñe los dientes es un " animalico" majo.. aunque, no muy dócil.
ResponderEliminarLo
Parece que el susto no sé me ha pasado del todo...
ResponderEliminarLo que quería decir, es qué empezamos un poco anárquicamente, pero fue divertidísimo y la sierra de Hoyos es perfecta para diás (quizá para cualquier día) con probabilidad de lluvia, que bien expuesto quedaen los comentarios.
Un abrazo. Sed Felices.
Hola, gracias por vuestro recibimiento. Al comienzo un poco de lío, pero en este deporte siempre hay pinchazos, averías, etc. Lo importante es el compañerismo. Siempre que pueda repetiré. Un saludo.
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