A falta de hongos, los carteles de prohibición crecen por todos lados
Llama
la atención a propios (ciclistas) y
ajenos (andarines), encontrarse de
frente y en lugares hasta ahora muy frecuentados, carteles y placas que
prohíben expresamente el paso o el circular de las bicicletas.
Don
Francisco Gómez de Quevedo Villegas y
Santibáñez Cevallos, (¿a dónde voy yo con
mis apellidos?), más conocido como Quevedo.
En
aquel entonces, en un Madrid que tal vez nos hubiera abochornado a muchos por su
preocupante falta de higiene, las calles se encontraban sin asfaltar y a las
deposiciones y meadas de las caballerías que transitaban por las calles se
agregaban los desperdicios de las cocinas y las aguas sucias arrojadas por los
vecinos a la vía pública, desde sus puertas o ventanas, al grito de ¡agua va!
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Puerto de la Fuenfría Foto: Toñi Jordán |
Decía,
que en aquellos años era habitual orinar en cualquier rincón. Para disuadirles de que lo hicieran a
la puerta de sus casas, algunos vecinos colocaban en lugar visible una cruz o
una hornacina con un santo.
Dícese
que Quevedo, tal vez por tratarse de calle estrecha y oscura o por cogerle a la
salida de alguna taberna castiza que frecuentara, tenía la costumbre de vaciar
la vejiga en cierto portal de la Calle
del Codo (de apenas 75 m de larga),
cuyo nombre se mantiene en la actualidad. Un
día se encontró en él una cruz, lo que no le impidió orinar.
En
su siguiente visita al lugar, además de la cruz había un cartel que decía: “Donde se ponen cruces, no se mea”, a lo
que él replicó escribiendo debajo: “Donde
se mea, no se ponen cruces”.
ooOoo
A
estas alturas ¿habrá quien se pregunte qué relación guarda la anécdota con el
primer párrafo de la entrada de hoy?
Y
este domingo 9 de Septiembre de 2018
La
Vuelta disputa su Etapa 15, con tremendo final en los Lagos de Covadonga (Asturias). Etapa
icónica en la historia de nuestro ciclismo.
Los
corredores tienen que ascender al final de etapa, con más de 4000 m de desnivel
acumulado, un puerto considerado de Categoría H, (categoría especial) que en este caso equivale a 11,7 km de ascenso
a un 7,2% de desnivel medio.
Será
digno de seguirse a través de nuestros televisores…, pero un grupo nutrido de AlfonsoyAmigos irá más allá. Se trasladarán a Asturias y realizarán el último ascenso para ser testigos presenciales en la línea de
META.
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AlfonsoyAmigos en Cangas de Onís |
¡¡Mucho ánimo a todos ellos!!
ALLÍ ESTUVIERON
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AlfonsoyAmigos en Los Lagos de Covadonga |
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AlfonsoyAmigos en el Lago Enol |
¡A
disfrutar de las fiestas y del fin de semana!
Da que pensar, desde luego. Quizás quieran ahorrar en radares para bicis, porque os hayan visto que vais muy locos!!!
ResponderEliminarDecir que el sentido común va a pedales, es decir demasiado en este caso, quizás esté completamente oxidado. La prohibición si ha de ser, debería ser total y no en favor de unos frente a otros.
No se puede prohibir, la elección de pensar
ni se puede impedir, la tormenta en el mar...
No se puede prohibir, que en un vuelo interior
un gorrión al partir, busque un cielo mejor...
No se puede prohibir, el impulso vital,
ni la gota de miel, ni el granito de sal...
Ni las ganas sin par, ni el deseo sin fin
de reir, de llorar, no se puede prohibir.
(“Prohibido prohibir” Eladia Blázquez)
Buen fin de semana a todos, repleto de acontecimientos.
Un abrazo.
¡Prohibido prohibir! ... un lema del Mayo 68
ResponderEliminar¡Qué bien traída y divertida la anécdota de Quevedo!
ResponderEliminarEsperemos poder seguir meando a gusto si no en todos, al menos en unos cuantos de los sitios donde lo hemos venido haciendo desde hace mucho tiempo.
Nos vemos en los mingitorios ...jajajaj
Chicho
nos vemo
Pura omnipresencia de A&A. Siempre disfrutando y dejando prueba. Yo os acompañé en la Respingona.Un placer. Enhorabuena y saludos.
ResponderEliminarLuís Carlos