En Estado de Alerta

Desde hace varias semanas mi bicicleta reclamaba una revisión. Se quejaba con cierta timidez, pero se quejaba y lo hacía de manera un tanto discreta.

Discreta, sin llamar demasiado la atención, pero utilizando tal vez una de las formas que más molesta al ciclista... provocando ruidos extraños a cada pedalada, un crujir, un rechinar difícil de identificar, imposible de localizar.

Tal vez nada importante, ¿o sí?, pero incordiante al máximo, recordándome en cada metro recorrido que la revisión es precisa.

Y cuando te acostumbras al ruidito e intentas ya pasar de el, siempre hay algún compañero que se te acerca y te lo hace notar. Gracias, le dices, está controlado.

Pero todos quieren ayudar y te sugieren el origen del chirrido:

 “A ver si va a ser la tija, engrásala. Salta un poco... ah, pues no”

“Yo creo que son los rodamientos del pedalier. Deja de dar pedales... ah, pues no”

“Acostúmbrate, los cuadros de carbono siempre crujen... y se va tan contento”

“¿No serán los rodamientos de la dirección?” - me sugiere otro.

No se si por no soportar más crujidos o por no aguantar más sugerencias de los amables compañeros, decido llevar la bicicleta a revisión.

El mecánico de turno se monta en mi querida bicicleta y en el exterior del establecimiento fuerza varias pedaladas. Le veo dar saltos frenéticos, bajarse y probar la suspensión con todo el peso que su naturaleza le permite. Ahora frena a tope y fuerza la dirección.

¡Dios mío!, sufro lo increíble al ver al técnico realizar todas estas maniobras, temo que salten las soldaduras del cuadro o que las pastillas de freno salgan disparadas.

Regresa al taller con la bicicleta mientras cabecea de forma afirmativa y sentencia: “Es el sistema inteligente de la suspensión”. Vamos, que los casquillos están secos como mojama, aclara.

Y pensando que es cosa de pocos minutos opto por dejar la bicicleta para que le hagan “un completo”. Los amortiguadores funcionan como se espera de ellos, pero tampoco han sido revisados y aprovecho la visita.

Pero son malas fechas, los talleres están saturados. Los ciclistas de temporada quieren poner sus máquinas a punto para el verano y los de toda época revisar las bicicletas que han sufrido lluvia, barro, hielo y nieve durante el invierno.

Paseo de Gil Becerril - San Rafael
Parroquia de San Rafael Arcángel

Culpa mía, que no he previsto que en Madrid era fiesta el jueves y me he quedado sin poder compartir escapada con los amigos madrileños. Más cansado he acabado al dedicar la mañana a las labores de mantenimiento del jardín.

Escribo estas letras y aún temo no tener a “mi compañera” a tiempo para el domingo.

Y no es la única preocupación. Llevo mi teléfono colgado del cuello desde hace días, cumpliendo protocolo de estado de alerta a la espera de que en cualquier momento llegue una llamada especial, aquella que me comunique que he sido abuelo o estoy a punto de serlo.

La ruta ya está en cartera, marcada y preparada para ponernos “manos a la obra” o mejor dicho, “pies a los pedales”.

Temperaturas en ascenso, algún compañero de vacaciones, otros que este sábado se sumergen en la marabunta de la Madrid-Segovia. ¡Qué valor!

La propuesta para este domingo 7 de junio intentará mantenernos a la sombra el mayor tiempo posible.

Hora de inicio de ruta MTB: 9,00

Lugar de encuentro: Paseo Rivera de San Rafael

Y para los curiosos: El Camino del Ingeniero será protagonista.

El Sábado día 6 la Abuela tendrá su Ruta MTB saliendo desde el mismo punto, Paseo Rivera de San Rafael, a las 10,15 horas.

La Bicicleta en el Cine