A pesar de la dura salida del día
anterior, aprovechando que es fiesta para los madrileños y alguno más, Javier B
nos propone salir por la tarde a “soltar piernas”, pero es este un concepto que
no acabamos de tener del todo claro.
En la plaza del Ayuntamiento de
El Espinar, nos saludaremos un grupito. Allí están Carlos y Juan que nos verán
partir. Se une Santi Fernández, repite Daniel “Forlán” y se incorpora por
primera vez Toño Montero, con el que inmediatamente haremos buenas
migas.
Cuando pensábamos que rodaríamos
sin afrontar desniveles importantes y sin forzar la marcha, nuestro Jefe de
Ruta de esta tarde, Javier B, nos encamina por la Carretera de Ávila hacia el
Campo de Golf y el antiguo vertedero.
Ya por la carretera la marcha
será dura, pues el viento racheado nos sacude bandazos sin previo aviso, poniéndote
en peligro de acabar en la cuneta.
Javier B toma la delantera, pero
pronto notará que las fuerzas que le restan del día anterior van justitas. A
pesar de ello es firme a su propuesta y juntos dejamos a la derecha el Campo de
Golf, iniciando un primer ascenso llevadero, que se irá tornando en muy duro
según tomamos altura y el viento nos ataca cruelmente libre de obstáculos que
lo frenen.
Una rápida foto y a trepar por el
tramo más duro, hace frío. Desnivel, piedras, el viento, pero allá que vamos
intentando mantener el equilibrio.
Parto en cabeza y no se quien
viene detrás de mí hasta que no encumbro. Me resultaba imposible girar la
cabeza, pero oía el fuerte respirar de los que me seguían.
Sudor que se te queda frío si te
detienes y que te invita a pegarte a la valla de piedra, único refugio posible
en este instante.
Cuando por fin giramos a la
izquierda para encaminarnos a la casilla de madera, observatorio de buitres, el
viento se coloca a nuestras espaldas y nos hace remontar este trecho a toda
velocidad, sin apenas dar pedales. Extraña sensación ver en ese punto el Parque infantil con columpios y balancines sin alegría de unos niños.
Fuera de lo habitual, la puerta
del refugio se encuentra sin candado (están realizando alguna reparación) y no
dudamos en introducirnos.
De repente, en el interior, como si se hubiera activado un interruptor, el
ruido y el propio viento desaparecen, dándonos una calma y descanso que se
agradece.
Al salir, bromas y risas al
fotografiarnos con los restos del festín de los buitres. Que si estábamos
muertos de hambre, que si es un compañero que no ha aguantado la ruta...
Descenso rápido por pista muy
pedregosa hasta coger el Camino de la Talanquera y regresar a El Espinar. El
viento, siempre en contra salvo por el tramo mencionado, que no está dispuesto
a ayudar ni para regresar a casa. Antonio cumplirá gustosamente con la regla "novato paga", al tomarnos unas cervezas.
Men in black de cara a El Espinar |
Ruta y compañeros geniales, pero
convocaré en breve a todos a una reunión, para explicar y dejar bien claro el concepto “soltar
piernas”.
Dia de viento infernal,esqueletos y muchas risas.
ResponderEliminarQuien da mas???
(Forlan)
Para ser mi primera vez, me encontre muy agusto con los veteranos,y el caballo no se lo comieron los buitres, el caballo nos lo comimos entre los cinco,despues de tanto esfuerzo una barrita de caballo con cereales se agradece jajajajaja.
ResponderEliminarun apunte, el concepto de "soltar piernas" seguro que es lo que nos demuestra el caballo devorado,buff seguro que me he liado, mejor sera que Alfonso nos lo deje bien claro.
un saludo de Montero (Antonio)
y encantado de rodar con gente como vosotros,porque es un placer aunque el dia fuese jodidillo.
Alfonso, eres muy generoso con tu comentario.
ResponderEliminarPropuse la ruta, pero no contaba con mi falta de fuerzas, así que os fui vigilando a la distancia, y caray como tiráis.
La nueva incorporación, Antonio Montero, un lujo de compañía. Espero que repita.
Si valoro tus fotografías, te saco los colores, así que lo dejo en esplendidas.
Un saludo,
Javier B