Dejamos atrás un año más, acaso un año diferente, un año que ha querido tener su particular protagonismo en la historia y quizá haya dejado huella en la vida de muchos de nosotros
Afortunadamente,
el tiempo pasa sin pausa y el ser humano, tal vez por instinto de supervivencia,
es capaz de avanzar haciendo criba en sus recuerdos, ejecutando una vez más un
“borrón y cuenta nueva”.
Ayer,
el primer día del año, ya hubo amigos que no pudieron esperar a la cita del
domingo para salir a pedalear. Estrenaron
2022 con espléndidas sonrisas, con la ansiedad de quienes necesitan descubrir
cuanto antes, si el nuevo año será para todos mejor que el anterior.
¡¡SEGURO
QUE SÍ, AMIGOS, SERÁ MEJOR!! Aunque en gran medida dependerá de nosotros y
de nuestra actitud.
Convencidos
de ello y con el buen augurio de unas temperaturas cuando menos no frías,
acudimos a la primera cita: Andrés,
Ángel, Enrique, Fer, Juan, Luis Ángel, Nacho, Rafa y Alfonso.
Estamos
en Soto del Real (antigua villa Chozas de la Sierra) donde
no podemos reprimir la alegría del encuentro y el primer cruce de abrazos del
año antes de ponernos en marcha.
Con
cierta parsimonia y ritmo pausado pedaleamos atravesando la zona urbana de Soto
y necesitaremos recorrer casi 6 kms y superar un primer repecho, para
acercarnos al promontorio rodeado de moles de granito en donde se encuentra la ermita de San Blas, un lugar santo en
medio de dehesas ganaderas. Formidables
vistas a La Pedriza y al embalse de Santillana.
Ángel
y Enrique no esconden que hoy el Atlético de Madrid juega a las 16,15 y que
quisieran estar en el estadio para el pitido inicial. Tampoco lo disimularán en los kilómetros que
vamos a recorrer.
Un
nuevo repecho nos acerca hasta cruce de caminos. Dejamos
a nuestra derecha el desvío hacia Miraflores de la Sierra, desde donde hemos
accedido en otras ocasiones y nos adentramos en el Camino de la Fuente del Cura
al Monte Aguirre.
Pista
ya conocida de decenas de ocasiones, bien por trayecto similar al de hoy o para
acercarnos al puerto de la Morcuera y desde ahí a otras preciosas rutas que
quedan marcadas en nuestro calendario.
Ascenso
por pista forestal, sin rastro de regueros de agua, sin nieve, con la
vegetación más seca de lo habitual, pero el desnivel es el de siempre por muy
en forma que se esté. El
grupo de cabeza se estira, pero se detiene para reagrupar en los cruces.
La fuente de la Parada del Rey, a la que
dan acceso unos escalones de piedra, queda oculta en nuestra última curva antes
de tomar el Camino del Mostajo que, ahora sí, recorremos a muy buen ritmo.
Hacía
algún tiempo que no realizábamos esta ruta, pero los carteles de prohibición
para las bicicletas han crecido y multiplicado como hongos en temporada alta.
Descenso
por sendero divertido y trialerillo, a tramos complicado pero que salvamos sin
problemas y que nos lleva hasta cruce con el Camino Forestal a San Blas y la Casa Forestal. Buen momento para reagrupar y tomarnos un
respiro y la foto de recuerdo. Más
de uno podemos comprobar el paso de los años comparando las fotos realizadas en
este mismo punto.
Superamos
el monolito que indica que dejamos atrás la Puerta del Hueco de San Blas, un valle formado entre La Pedriza y
el extremo oriental de la Cuerda Larga. Dicen
los que entienden, que estamos rodeados de robles, pinos silvestres, piornales
y roquedos… y también de algunos tramos de pista rota y pedregosa que
dificultan el avance.
Cinco
kms engañosos, aparentemente sin grandes desniveles pero castigadores, para
alcanzar el final del camino y disfrutar de nuevo de las vistas. Con el embalse de Santillana en primer término
y más allá Madrid, destacando sus torres
sobre el horizonte. Mucho
más cerca, reposando al sol sobre una peña, una cabra montesa que parece estar tomando
el sol ajena a los que la observamos.
Cogemos
un amplio camino que parte antes de volver a la fuente y avanzamos con
precaución por entorno agradable hasta que su trazado nos obliga a descender
por cuesta que pondrá al rojo los frenos y a extremar la precaución hasta llegar
a cruce con pista forestal más amplia.
La pareja atlética sigue tirando de un grupo en el que algunos parecen preferir disfrutar del paisaje, pero ¡tranquilos!, que llegaréis a tiempo.
Se diría que bajamos directos hacia el pequeño embalse de los Palancares (1981), que abastece a Soto del Real pero, después de disfrutar de rápido zigzagueo por el sendero, nos desviamos de nuevo hacia el arroyo del Mediano, que acabaremos cruzando por el metálico, casi colgante y en apariencia poco seguro con las bicicletas puente de Carlitos, pero que cumple con su propósito.
Desvío
hacia el Camino Mendocino a Santiago, por cañada que nos regresa a Soto, pero
donde tendremos un pequeño despiste en zona urbana. Unos esperando a un par de rezagados y estos
hace tiempo que ya han llegado a los coches.
Formidable
ruta en la que dejaremos para otra ocasión compartir unos minutos con unas
cervezas en la mano. Cualquier
precaución es poca con tanto virus suelto.
Adiós amigos, hasta la próxima. Adiós Enrique… ¡ah!, no, que ya ha salido pitando.
Y comienza en año y volvemos a montar con los amigos, a disfrutar de su compañia y a comprobar que aunque los años pasan el grupo cada vez está mejor subiendo cuestas y bajando trialeras.
ResponderEliminarUn gustazo disfrutar con los amigos de la ruta.
Nos vemos en la próxima.
Primera ruta de este recien estrenado año y comprobamos que para muchos de nosotros el animo de acudir a cada convocatoria y montar con el grupo sigue inquebtantable aunque vayan pasando los años.
ResponderEliminarCon muchas ganas de que llegue la siguiente, y la siguiente, y la siguiente….
Por eso a estos Reyes les pido que nos traigan las mayores y mejores rutas posibles juntos.
Felices Reyes.
Un abrazo para todos.