Esta semana nos apetecía un cambio de tercio después
de los últimos recorridos cuasi alpinos que veníamos realizando
Crónica: Santi Calleja
Y en las actuales circunstancias buscar nuevas rutas y nuevos recorridos no siempre es fácil. Pero para esto están las nuevas tecnologías y las herramientas informáticas y las aplicaciones de uso habitual entre ciclistas y otros usuarios para buscar rutas están a nuestro servicio. Sin querer hacer publicidad, una de estas herramientas Wikiloc pone a nuestra disposición una serie de opciones muy interesantes.
Una de ellas consiste en elegir un determinado lugar
que te apetezca conocer y hacer un rastreo de rutas que salgan o pasen por ese
lugar. Los filtros posteriores que se pueden aplicar te permiten descartar
rutas de otras actividades, longitudes, recorridos circulares, etc. De este modo, encontrar rutas es algo más sencillo
siempre que no tengas buenos exploradores y mucho tiempo libre para poder
buscar.
La convocatoria de esta semana fue del agrado de los siguientes compañeros que acudieron a la misma: Andrés, Fernando, Nati, Santi Fernández, Sergio (que se reencuentra con el Grupo y le echábamos de menos), Pawel, Toño y yo mismo, Santi Calleja. A esas horas en Navas de San Antonio la mañana era fresca pero muy soleada. Los partes meteorológicos y las predicciones desde el aeropuerto de Villanubla (Valladolid), eran inmejorables. Se encienden los motores y nos dan la orden de despegue.
El recorrido inicial nos lleva paralelos a la
carretera SG-7222 que lleva hasta la localidad de Zarzuela del Monte y en pocos minutos gracias a la suave pendiente
nos presentamos en la localidad. Se trata de un municipio de 442 habitantes, destacando en ella la Iglesia
de San Vicente mártir, bien de interés cultural con su ábside mudéjar. Gentilicio: Machoter@. No podemos dejar de acordarnos de nuestro amigo y
compañero Ángel y dejamos recuerdo fotográfico en el frontón muy cerquita de su
casa. Hicimos un
recorrido por sus tranquilas calles cruzándonos con algunos paisanos que nos
recuerdan que los domingos son días para el descanso. Nosotros somos así.
Salimos de Zarzuela y nos dirigimos en dirección a Monterrubio. Los caminos son anchos y bien asentados por lo que ciclar por estas pistas es un verdadero placer. No nos encontramos con prácticamente nadie aunque en los campos hay labores propias de estas fechas primaverales.
Con pequeñas dudas acerca del camino a elegir salimos de la localidad en dirección a nuestro siguiente destino: Abades. Por el camino nos encontramos con nuestro querido y familiar Río Moros, el cual conocemos desde su nacimiento y curso alto por su valle tantas veces recorrido en la Garganta del Río Moros. Lo conocemos en la Risca del Río Moros, lo conocemos en los pantanos de El Espinar, de Los Ángeles de San Rafael. Tan abajo de su recorrido no lo habíamos visitado y el puente de 6 arcos refleja que por aquí a veces pasa con demasiada agua.
Sin darnos cuenta… estamos en Abades. Se trata de la población más poblada de las que visitamos hoy con 857 habitantes conocidos como abaderos. Un pueblo tranquilo de la campiña segoviana con orígenes medievales. El dato histórico que merece la pena recordar fue la figura de un hijo del pueblo: “el labrador apodado Mariscuela, un famoso guerrillero durante la invasión francesa que trajo en jaque a las tropas de ocupación y al que se le recuerda una famosa fuga de su prisión en el Alcázar segoviano”. Casi tenemos el guión para una película con poco más que esto. Aprovechamos para tomar un pequeño descanso al pie de la iglesia de Abades con su magnífico reloj solar (eran las 9 y media solares en aquel momento). De nuevo en ruta nos encontramos y desviamos a la salida del pueblo para ver la ermita de Los Remedios.
Tomamos dirección por el mismo camino recorrido a la ida hacia Lastras del Pozo. Localidad de 62 habitantes y conocidos como lastreños. Un pueblo tranquilo con una bonita iglesia muy bien cuidada y dedicada a San Juan Bautista. Desde aquí recorremos caminos diferentes hasta llegar de nuevo a Monterrubio. El sol está en todo lo alto y empieza a sobrar la ropa, al menos en mi caso… mis compañeros resisten mejor.
Pasamos de nuevo cerca de Zarzuela que dejamos de lado. Un poco más adelante Toño propone que conozcamos un camino nuevo bien conocido por el por sus excursiones cinegéticas y que nos llevaría hasta la Ermita de San Antonio del Cerro, que aunque no era parte de nuestro recorrido planeado a todos nos parece muy buena idea. La verdad que es una zona de gran belleza con un recorrido entre berrocales, robles y arroyos llenos de flores. Con algo de esfuerzo llegamos a la ermita para hacernos la foto de rigor.
Un pequeño refrigerio en la casa caracol de Toño y Nati que como siempre nos tratan mejor de lo que merecemos.
Un abrazo amigos y cuidaros mucho todos, a uno y
otro lado de la sierra.
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