Este mundo es demasiado GRANDE para pasar nuestro TIEMPO en un solo LUGAR
Entramos por una
de esas puertas y nos vamos a la vertiente sur de la sierra de Guadarrama, en
las cercanías de Bustarviejo, villa
fundada por Alfonso VI, para encontrarnos en el aparcamiento del área recreativa
del Puerto de Canencia (1524 m), que comunica las localidades de Miraflores de
la Sierra y Canencia.
¿Quiénes acuden a
la cita?, Pues yo os lo cuento: Ángel, Enrique, Ernesto, Juan, Luis Ángel, Rafa y Alfonso.
El día fresco a primeras horas, pero con trazas engañosas de mejorar a lo largo de la mañana. El aparcamiento, tranquilo y muy despejado, panorama muy alejado del que encontraremos a nuestro regreso. La zona ya nos resulta conocida de anteriores ocasiones y la memoria nos trae a todos del recuerdo tramos de dureza que seguro que hoy tampoco van a faltar.
Nuestras primeras
pedaladas recorren una pista ancha que en apenas kilómetro y medio nos lleva
hasta la antigua Casa del Hornillo, hoy el Centro de Educación Ambiental el
Hornillo y desde aquí a la primera bifurcación de caminos que cogemos por la
derecha para seguir la Senda del Arroyo del Sestil del Maillo.
Nos acercamos al
Mirador de la Chorrera de Mojonavalle, junto al arroyo del Toril y hacemos
algunas fotos. Se podría subir a pie hasta la mismísima Chorrera
(cascada), que surge en el nacimiento
del arroyo, pero no con las bicis.
Son casi 5,5 kms y
en ascenso continuo con desniveles que no bajan del 8 y 9% en muchos tramos, hasta
el Collado del Hontanar (1731 m),
donde parece que han abierto todas las Puertas
de la Sierra de Guadarrama y nos falta poco para acabar todos volando. Nos cuesta ponernos a cobijo para tomar tranquilamente una barrita y un trago de agua.
Trazamos un bucle nuevo en lugar de coger el primer tramo del cortafuegos, pero apenas ganamos unos metros antes de volver a tomar trazado ya conocido hacia el punto más alto de la ruta en el Cancho de los Altares (1768 m). Por delante, el cordel hasta el Alto del Espartal (1733 m) que te hace recorrer una serie de duros toboganes que impresionan a la vista y que cada cual ataca con sus fuerzas, olvidándose de amigos y conocidos.
Subidas duras y
descensos a gran velocidad por los Altos
del Hontanar, sin opción a disfrutar de las vistas generosas que nos
rodean. Un respiro al alcanzar el punto geodésico
e irremediable las fotos para el recuerdo. Juan pregunta si
reconocemos los montes que nos rodean:
"He subido a miradores, balcones u oteaderos naturales en las sierras madrileñas y vecinas con magníficas vistas de todo su entorno. Pero el Espartal es posiblemente el mejor mirador de las sierras de Madrid. Desde su cumbre podemos observar la Cuerda Larga, El Pto de Cotos, Peñalara y pto del Nevero, el Reventón, Malagosto, los Hoyos Borrascoso y Cerrado, El Nevero, Pto de Lozoya/Navafría, Los Reajos, Colgadizos, Pto de Somosierra, Cebollera Vieja, Cuerda de la Pinilla con el Lobo, el Cerrón, el Ocejón, Tornera, Centenera, Peña la Cabra, el Mondalindo, Cabeza de la Braña y el Collado Cerrado, el Pto de Canencia, Sierras de la Morcuera, nacimiento y cabecera del arroyo de Canencia, los pueblos de Garganta de los Montes, Canencia, Lozoya, Pinilla, y Rascafría con el Paular; así como el amplio Valle del Lozoya con el embalse de Pinilla...Si con todo esto este "balcón natural" no es el mejor de estas sierras, que alguien me diga otro con mejores vistas."
Rafael Rodríguez, https://www.guadarramaymas.com/
Estamos en el
punto más bajo de la ruta al alcanzar la M-629, pero rápido la abandonamos para
coger de nuevo pista forestal que en los primeros 3 kilómetros ya nos será
conocida, pero sólo hasta alcanzar encrucijada de tres caminos. Ángel marcha delante de mí a buen ritmo y pienso que ha tomado el
camino correcto. Yo hago amago de entrada a las tres
opciones para estar seguro de que no interpreto mal el GPS y cuando llegan
Enrique y Ernesto les indico: Por la derecha.
Allí me quedo, en
un pequeño espacio soleado, mientras llegan los demás y para darles la misma
indicación y que no haya extravíos. Preocupa que el
camino se inicia con gran bajada que, naturalmente, habrá que recuperar.
Walkies, ¿para qué
os tenemos?... “Ángel, ¿vas delante?, ¿has cogido el
sendero de la derecha?” La respuesta no es la esperada,
Ángel ha cogido por inercia el giro habitual y conocido, con lo que le tenemos
detrás de nosotros. Me quedaré a esperarle mientras el
resto avanza.
Este nuevo trazado
alarga y endurece la ruta, pero lo cierto es que nos ofrece unos parajes
abiertos y muchos más bellos por los márgenes del arroyo de los Tejos y
adentrándonos en el Prado Toril que rezuma
agua por todos sus costados en el nacimiento del arroyo de las Chorreras,
además de conservar bastante nieve sobre la que tendremos que rodar. La temperatura está bajando.
Delante parece que
aprietan la marcha, hay algunos compromisos para llegar pronto a comer y ahora,
para hacer el resto del recorrido, me quedo con Juan y juntos avanzamos disfrutando
del hermoso espectáculo que se nos presenta.
Vadeamos el arroyo
del Toril y ¡hemos dejado de subir! Los cinco kilómetros que tenemos por delante ya son en descenso rápido,
al menos la primera parte y hasta llegar de nuevo a la Casa del Hornillo, pero
el resto será muy lento, cruzándonos con gran cantidad de excursionistas que,
con niños corriendo o en cochecito, con perros atados o sueltos, con grupos de
a uno o “jugando a tapar la calle” encontramos a contra marcha obligándonos a
proseguir en continuo zigzagueo de esquivo.
¡Caray! ¿Qué regalan aquí? La zona está plagada de vehículos,
aparcados en las zonas habilitadas y en cuantos márgenes de la pista o
carretera les ha permitido… Y que conste que
el día está nublado y refresca. ¿Qué será cuando
haga buen tiempo? Todos necesitamos respirar aire puro y
disfrutar de la naturaleza.
A tiempo de ver
las caras de los compañeros que muestran una mezcla de cansancio/satisfacción difícil
de explicar. Tremenda ruta la de hoy, por su dureza y
por su belleza que, no lo dudéis… volveremos a recorrer JUNTOS.
Espero que os gusten las fotos. Pincha en la carpeta para ver todas.
Como me comentó Alfonso, buena pinta tiene la ruta, sí señor, sin duda está pendiente de recorrer todos juntos, esperemos que más pronto que tarde.
ResponderEliminarFuerte abrazo amigos.
Impresionante ruta. De las mas duras y bonitas que recuerdo. Se mezclan las vistas interminables, la sensación placentera de estar SOLOS en los montes (siempre bien acompañado por AyA) e integrados en ellos. Te deja una sensación final de haber hecho un buen trabajo, sobre todo por el esfuerzo interminable y final, cuando ya llevas un buen puñado de km y de desnivel en las piernas.
ResponderEliminarAgradecido a Alfonso como compañero final de este difícil tramo, que se sube con la cabeza, como siempre. Una vez superado te fortalece física y mentalmente, y todos sabemos lo importante que es tener un control mental para afrontar y superar los tramos difíciles.
Deseando repetirla y en compañía de nuestros compañeros del otro lado de la sierra, que añoramos en cada ruta. Pronto reunificados.
Y como no, con los de este lado del muro, compañeros infatigables domingo tras domingo. Gracias a todos por estar ahí.
Ruta impresionante esta de hoy.
ResponderEliminarRuton de los antologicos. Recorrida toda la cuerda de Canencia con vistas imponentes para acabar subiendo esos últimos 7 km y 700 metros de desnivel. Una auténtica tortura esos km para llegar a los coches. Por un momento crei que esa subida SI IBA A DURARA TODA LA VIDA. Un martirio inacabable, aunque al final todo se acaba.
Y sin embargo la llegada a los coches un “desastre”, sabiendo que era sábado y mañana no montaremos, con lo cual no puedo decir eso de.....El domingo que viene cada vez mas cerca.
Preciosa ruta, imponente en todos los sentidos y marcada por esos 39 Km y 1370 mts. de desnivel (!!!!)
Un nivel del grupo increible, ilusión y buena forma física en ambas mismas dosis.
Recuerdos para todos los que por un motivo u otro no pudieron montar con nosotros, pero siempre con nosotros.
Terrible fin de ruta que saco lo mejor de cada uno de nosotros. Extenuados pero deseando que llegue la próxima semana y convocatoria. Verdad amigos?
Un abrazo para todos.
una gozada, los comentarios y las fotos, pero... ARRRRG, no va el enlace hacia wikiloc... snif, cuando podais, arreglarlo, plis.
ResponderEliminarSolucionado. Gracias.
EliminarA estas alturas ya no sé si la vena poética es contagiosa o innata en lo más profundo de algunos seres sensibles. En cualquier caso, bienvenida sea y me alegra. Muy bonito Ángel.
ResponderEliminarEntusiasmados Jesús y Edu con la posibilidad de acompañarnos este próximo domingo.
¡Ah! en una de las fotos en el punto geodésico hay un gazapo...
Vamos carnicero de El Espinar, dale cana..
ResponderEliminarVamos chicos, a por todas....soys grandes....
ResponderEliminarUn gusto poder descubrir nuevas rutas y que sean del agrado de todos. Estamos acumulando muchos recorridos inéditos para el grupo y ese pensamiento de que el mundo es muy grande y merece la pena explorarlo, ya que estamos encontrando rutas, paisajes y caminos fantásticos.
ResponderEliminarPd.- Aquí quiero reseñar que fue Chicho el que una vez en la Chorrera de Mojonavalle nos indicó la trialera que cogimos ayer, si bien al no tener claro como continuar la descartamos. Ya os digo, que esa trialera se incorporará a las rutas porque no tiene desperdicio.
Ángel Sierra 22 de febrero de 2021, 18:34
ResponderEliminarOjiplatico sigo, dos días después, recordando el sábado. Recorriendo con la crónica, los comentarios, la mente y ,sobre todo, las espléndidas fotografías del álbum de nuevo las cumbres y valles, las pistas, los senderos… y llegar al mirador de El Espartal. A pesar del oscuro y ventoso día, o quizás por ello, con la altura, los ojos miraban hacia abajo pueblos, como Canencia, embalses, como Riosequillo, pinares, Peñalara nevado… ¿Cómo dejar de mirar?
Costó dejar el mirador solo otra vez, quedándose desolado con nuestra marcha o alegre por volver a la serena soledad, quietud y silencio, únicamente roto por el viento racheado. De allí partimos, sabiendo solo a medias, lo que nos esperaba por la dureza del trazado hacia los coches. Sin embargo, no sabíamos del cambio de tiempo, con la bajada de temperatura.
La cabeza. Si, Juan. La cabeza es más importante. Quizá, más que las piernas y tener a alguien como Alfonso a tu lado.
Pero a pesar del esfuerzo hecho, del aire helado, del agua, del barro y de la nieve en las pistas, los parajes seguían siendo una maravilla. Después, de tanto "escalar dando pedales", aparece esa bajada maravillosa y... que felicidad esos apenas dos kms. Para... para! para!
Rafa! Uffff!! De repente, la barabunta!!
No, no eran las temidas hormigas de Sudamérica pero lo parecía. Nos costó llegar al aparcamiento, dónde fue todavía peor. La Romería, sin San Ántonio, también me impresionó.
Pero ese sabor en la "boca" de entusiasmada felicidad no nos la empañaron, felicitandolos por lo vívido, esperando repetir con quién ya sabéis.
Sed Felices. Un abrazo.
Pd. Gracias Enrique por proyectar y producir rutas tan fantásticas!!