Si obedeces todas las reglas, te perderás toda la diversión – Katharine Hepburn
La
luna llena se resistía a retirarse a descansar, quería ver a AlfonsoyAmigos madrugar para llegar a
Revenga, mientras los globos aerostáticos pintaban de vivos colores el cielo
segoviano.
Las
previsiones anunciaban subidas de los termómetros y ya nada más salir de casa
estaba claro que esta vez se cumplirían y a pesar de ello acudimos a la
convocatoria: Andrés,
Jesús Blanco, Jesús Lobo, Kike, Rafa, Santi y Alfonso.
Cinco
habituales a los que se nos unen: Jesús
Blanco, que comenta que sigue nuestras peripecias desde hace tiempo y Kike,
amigo desde hace ya muchos años, de cuando nos conocimos como miembros del Club
Ciclista Luis Valtueña del que guardo tan buenos recuerdos.
De
nuevo vacaciones, fiestas populares y acaso algunos compañeros que tal vez han
preferido no desplazarse o no madrugar, pero estarán presentes los
incombustibles Andrés y Jesús, a pesar
de que esta misma semana se han marcado un rutón de 60 kms con ascenso a La Bola del Mundo.
Hoy,
desde Revenga, vamos a recorrer paisajes familiares, pistas conocidas, senderos
ya populares para nosotros… pero tampoco faltará ese pequeño ingrediente que le
dé un sabor especial.
Un
cambio de sentido, algún repecho nuevo, esos caminos vistos a través de quienes
los descubren por primera vez y la compañía de hoy completan una ruta diferente.
Los
coches quedan al sol cuando partimos y será aconsejable conservar los guantes
puestos a nuestro regreso para poder abrir unas puertas que encontraremos casi
ardiendo.
El
Embalse de Puente Alta, el de Revenga, cierra con firmeza los brazos de su
presa para evitar que se desperdicie una sola gota de esa agua que se está
convirtiendo en auténtico tesoro y el grupo reducido de ciclistas afronta el
primer repecho de la jornada.
El
mismo repecho que, como en otras ocasiones, nos acerca a La Cruz de la Gallega
y de paso ayuda a entrar en calor, aunque de ello se encarga hoy Lorenzo.
Un
par de mojones con símbolos amarillos nos recuerdan que estamos en el Camino de
Madrid a Santiago y poco más arriba, una res muerta que vemos al fondo espera a
servir de almuerzo de los buitres que evolucionan sobre nosotros.
Seguimos
adelante y a Kike hay que avisarle para que detenga la marcha de vez en cuando.
Lo mismo ocurre con “the new
Jesús”, que está fuerte de piernas y al que retenemos para hacernos alguna
foto. La
mañana está tranquila y merece la pena disfrutar del entorno.
El
Cordel de la Fuenfría se deja recorrer con soltura hasta que alcanzamos desvío
que nos alza hacia el Cerro de la Camorquilla (1687m).
Sigo
considerando que desde aquí se alcanzan unas de las vistas más bellas de la sierra,
ensombrecidas ahora porque alcanzamos a ver (señaladas por Santi) parte de las amplias zonas que ardieron en el
último y terrible incendio, cerca de las localidades de Valsaín, La Pradera de
Navalhorno y San Ildefonso.
Hoy
disfruto especialmente recorriendo la pista que circunvala el Cerro de la
Camorca y así lo comparto con mis compañeros. Por
aquí te olvidas de las altas temperaturas “del exterior”.
Porque
alguno necesita agua y porque sería inexcusable estar tan cerca y no acercarse
a la Fuente de la Reina. A pesar de que nunca la he visto
ofrecer tan exiguo chorro de agua, se agradece que siempre sea fresca y
agradable al paladar.
Apenas
veremos en la zona unos pocos ciclistas y algún excursionista, nada como en
otras ocasiones. ¿Seremos
nosotros los que tendríamos que estar en la playa?
Iniciamos
descenso y nuevamente ralentizamos la marcha, dejándonos envolver por una
naturaleza exuberante a pesar de la pertinaz falta de lluvia.
Y
más despacio aún iremos tras cruzar el Arroyo de los Horcajos y atacar el duro
ascenso “el matahombres” que a todos pone a prueba.
El
Arroyo del Retamar junto al Cargadero de Cereceda y volvemos a disfrutar de
otro paraje a veces recorrido sin reparar en la belleza que contiene. Hoy no es el caso.
Atrás
dejamos el Puente del Vado de Arrastraderos, punto de desvío de otras rutas y
seguimos adelante por el Camino a Cabezagatos hasta regresar a las Praderas de
Nava del Rey, donde nuestra opción será tomar el sendero que desciende por el
valle hacia Segovia.
La
Fuente de San Pedro también ofrecía un hilo de agua, pero hoy nadie paró y
tampoco nos detuvimos en las ruinas de las Casas de Santillana.
Seguimos adelante para coger tramo de
la Cañada Real Soriana Occidental, superando dos duros repechos y bajo un cielo
raso que permite que nuestros termómetros lleguen a marcar 36º, pero ya estamos
de regreso.
Un
regreso rápido en el último tramo para llegar al fin de ruta, a los abrazos
compartidos y ¡ojo, que os quemáis al tocar los coches!
Excelente
mañana, magnífica ruta y aún tendremos tiempo de compartir un par de rondas de
cerveza. La
próxima vez… ya lo contaremos.
Nuestro recorrido
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Un placer haber compartido con vosotros la mañana haciendo una de las cosas que más me gustan. Y encima, después de más de 18 años pedaleando por la Sierra de Guadarrama vais y me enseñáis nuevos y preciosos lugares. Kike Zayas.
ResponderEliminarEl gusto fue nuestro Kike, de pedalear esa mañana contigo. Nos vemos pronto.
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