De San Rafael a El Espinar por La Cepeda con AlfonsoyAmigos

Nada es comparable al sencillo placer de dar un paseo en bicicleta. John F. Kennedy

Cuando algunos regresaban al grupo, unos por haber finalizado sus vacaciones playeras y otros tras haber sufrido percance deportivo, tal vez pensaban que hoy tendríamos un “paseo en bicicleta”.  

Ni ellos, ni los más reincidentes y pertinaces que siempre acuden a compartir una nueva aventura con los amigos se hacían idea de la ruta que se iban a encontrar.

Hay rutas que, siendo del gusto de todos, ya apenas sorprenden  porque forman parte de trazados que se han realizado más de una vez. Se conocen los kilómetros aproximados a recorrer y el tiempo que se empleará en ello.

Pero hoy, sin conocer ninguno de estos datos, acuden a la cita: Andrés, Ángel, Juanpa, Lorena, Luis Ángel, Nacho, Santi y Alfonso. Bueno, este último si tiene una ligera idea de lo que está por llegar.

Muchos amigos ausentes y a Luis Ángel apenas lo reconocemos pues llega con la cara más negra que la del rey Baltasar. ¡Ojo amigos! Que el sol es muy traicionero.

Los saludos y abrazos se prolongan antes de iniciar marcha, pero ya estamos listos para partir… ¡Alto!, Andrés recibe llamada que no presagia nada bueno. Recibe noticia de que unos delincuentes sinvergüenzas han intentado esta noche entrar en su local comercial forzando las puertas. Tiene que regresar para averiguar lo sucedido. Ya avanzada la ruta conseguirá unirse de nuevo a nosotros.

El ascenso al Collado Hornillo se hace habitualmente con el “piloto automático” pero hoy la propuesta es diferente. Nos alejamos de Arroyo Mayor y vamos en busca de los primeros repechos del día en donde recomiendo tomarse el ritmo con calma.

En el Mirador de Peña del Águila, restaurado y acondicionado hace poco, nos tomamos más tiempo del habitual pues todavía hay compañeros que lo ven por primera vez y aprovecharemos a disfrutar todos de las vistas. Cueva Valiente nos desafía para próxima visita.

Ya en la Cañada Leonesa, la fuente de Gerardo todavía ofrece agua, a diferencia de  la mayoría de fuentes que encontraremos en el recorrido.

Lorena estrena una bici que parece tener vida propia y tirar de ella. Incluso se atreverá con el descenso más complicado tras alcanzar el Collado Hornillo. Quiere trialeras donde ponerse a prueba, pero hoy habrá de todo un poco.

Todavía no sé de nadie que no haya disfrutado del descenso que nos lleva hasta el Camping de Valle Enmedio y las caras de todos así lo demuestran también en esta ocasión.

Próxima parada en el Embalse de Cañada Mojada, que en esta ocasión nos muestra el peor nivel de agua que hemos conocido, seguramente muy por debajo de la mitad de su capacidad, pero sin perder la belleza del entorno.

Nos acercaremos mucho al Collado Gargantilla y puede que alguno piense que ya vamos de regreso, pero antes tomaremos desvío hacia el Arroyo Chuvieco para coger parte de su trazado en descenso, lo que nos llevará a atravesar hermosos prados que esta vez han perdido su color verde, pero donde descansan y pacen plácidamente rebaños de vacas con numerosos ternerillos que ven a ciclistas por primera vez.

Parece que Luis Ángel no ha visto una vaca en su vida, que quiere conocer a cada una de ellas personalmente o que realmente le enternece la estampa que contemplamos, pues se hará numerosas fotos aquí y allá y costará arrancarle del lugar.

De nuevo tenemos a la vista el Embalse de Cañada Mojada pero por su parte posterior y enfilamos nuestras ruedas por pista hacia la Fuente la Reina, adentrándonos en el enclave de La Cepeda.

Dejaremos a nuestra izquierda el desvío hacia el puente románico visitado hace un par de semanas y apenas nos acercaremos  al punto de cruce de Las Tres Provincias, pero daremos a Lorena y Nacho cumplida información sobre la zona en la que nos encontramos.

Por el Camino de Peguerinos al encuentro de la Vereda de los Serranos. Primero en duro ascenso pedregoso y después en descenso rápido en el que tampoco faltarán las piedras.

Acabaremos cogiendo la Vereda del Guijo hasta cruce con la Vereda de la Talanquera, pero sufriendo antes con durísimo ascenso hasta el mirador del Cerro Boyal, donde nos haremos foto con el Cerro del Caloco a nuestras espaldas.

Santi tiene problemas con su cambio, que le salta como si estuviera de fiesta y opta, acompañado por Luis Ángel, por descender hasta la SG-500 y regresar a San Rafael por el Camino de los Pastores. Al final comprobará que el cambio le aguantó con un solo hilo sano.

Los demás, remontaremos hasta los Prados de la Vieja para vadear el Arroyo Boquerón e introducirnos en los pinares. Senderos divertidos atravesando zona de los Prados para dejar atrás la Casa de las Lanchas y llegar a San Rafael para compartir todos juntos unas cervecitas.

Al final, sin haberlo previsto demasiado, hemos recorrido 47 kms con un desnivel acumulado de 945m. Nada mal para un regreso de vacaciones, diría alguno.

En el GPS de Santi se acumularán unos kms más por haber iniciado y finalizado ruta en El Espinar pero como él dice: “La ruta no me parece completada si no acabo con el resto del grupo”. ¡Bravo!

 
 

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