MTB a la Laguna del Neila y Garganta del Río Lobos

Fin de semana muy completo

Crónica de Luis Ángel Domínguez-Sol

El pasado viernes,  AlfonsoyAmigos iniciaba un nuevo fin de semana fuera de sus dominios. El destino era San Leonardo de Yagüe, desde donde afrontaríamos dos rutas:

La ascensión a la Laguna Negra del Neila y 

El recorrido por el Cañón del Río Lobos.

Antes de empezar nuestra crónica, queremos mandarle un abrazo especial de ánimo a nuestro buen amigo Juan Patricio y desearle que se recupere muy pronto de una caída con muy mala suerte, para verle con nosotros dentro de muy pocas semanas.  Animo Juan ya sabes lo mucho que se te aprecia en este grupo.

El primer día y con bastante mas frío de lo que cabría esperar por la época del año y por las semanas precedentes, iniciaríamos la ruta hacia la Laguna Negra desde Quintanar de la Sierra.

Siete de nosotros, Alfonso, Andrés, Juan Carlos, Lourdes, Luis Ángel Jr., Miguel Ángel y Luis Ángel, comenzábamos la ascensión por el puerto que nos llevaría a nuestro primer destino de estos dos días.

Pronto comprobaríamos, por carretera, que las rampas eran duras y exigentes y nos haría emplearnos con mucho esfuerzo durante esta primera parte de la ruta. No obstante las prendas no sobraban en exceso, aunque Alfonso fue el primero en quitarse alguna capa que le permitiese subir algo más ligero.

Y la subida no podía ser menor, ya que pronto comprobaríamos en un árbol una inscripción en una chapa que decía “Aquí pinchó Miguel Induráin”.  La foto en ese punto era imprescindible y así lo hicimos para dejar patente nuestro paso por allí. 

Igualmente luego veríamos innumerables pintadas en el suelo de ánimo a los que por allí recorrieron en su día la etapa reina de la vuelta a Burgos. Ahora comprendíamos la exigencia del puerto.

Luis Ángel Jr., comenzó a tener algún dolor en una rodilla, que le incomodaba, y era consecuencia de sobrecarga de ejercicio durante varias semanas. Juan, que en su mochila lleva de todo (de todo!!!!), le dio un antinflamatorio que le calmó el dolor y le permitió seguir sin mayor problema.

Me reafirmo en lo que digo siempre. ¿Qué haríamos en ruta si no estuviera Juan?

Estamos ascendiendo al Alto de las Lagunas de Neila, de categoría especial en la Vuelta Ciclista a Burgos.

No tardaríamos en abandonar la carretera de ese puerto para adentrarnos en pista forestal que nos llevaría hasta la primera de las lagunas, y con algún venado que se nos cruzó y viendo grandes acantilados por encima de nosotros llegaríamos a la Laguna de la Cascada. 

Impresionante y espectacular, no solo por la naturaleza sino por la neblina y humedad que se veía por las lluvias de la pasada noche. Un espectáculo, casi misterioso que nos hacía contemplarlo mientras reponíamos fuerzas para proseguir y llegar hasta las lagunas de más arriba.

Para ello deberíamos volver a tomar la carretera y continuar el puerto que llevase hasta la cima de esa etapa reina. Ahora si que las piernas tenían que emplear todo el esfuerzo ya que la subida se hacía dura de verdad. 

Curvas con rampas que no terminaban de subir pero que acabamos coronando. Tras Miguel Ángel y yo, comprobé que a escasos metros aparecía Jr., lo cual suponía comprobar con gran alegría que el dolor inicial le había remitido completamente. 

Y sería Andrés, que siempre sube con ese ritmo natural y desenfadado el que llegaría inmediatamente, con Alfonso tras él. Alfonso que por una vez en varias semanas veía como el tiempo le daba una tregua para rodar sin esos calores que tanto le incomodan en estos meses.

Llegaría también  Lourdes con su sonrisa eterna y con Juan cerrando el grupo. Esta reunión desataría los primeros abrazos del día al haber coronado la cima del puerto.

Ya solo habría que recorrer un falso llano de 500 metros para adentrarnos en la zona de las lagunas. Y ahí contemplaríamos la Laguna de los Patos, la Laguna Larga y la Laguna Negra.

Impresionantes todas ellas con la sierra al fondo y magníficas en extensión y naturaleza. Hicimos todas las fotos posibles ya que lo que contemplábamos era realmente magnífico. 

Aquí apuntar que tener a Miguel Ángel como compañero es garantía doble, por una parte de ánimo y disposición para cualquier cosa y garantía de un magnifico reportaje fotográfico en cada ruta. Un lujo.

Tras alguna pequeña caída de algunos de nosotros, sin importancia y algún pequeño susto de Jr., que casi en parado y resbalándose la rueda se hizo algo más de daño, decidimos descender ya en busca de una merecida comida en algún punto  de la vuelta hacia nuestra meta. 

El descenso fue rápido y largo, y ahí pudimos ser conscientes del puerto que habíamos subido. 

Finalmente al no encontrar ningún sitio donde aliviar nuestro agujero en el estómago, decidimos llegar hasta el inicio de la ruta, donde pudimos disfrutar de unos refrescos y bocadillos en un restaurante con un pinar, comentando las anécdotas y fotos de una magnífica ruta.

Habíamos acabado la primera de las dos jornadas de nuestra aventura burgalesa.  

Era sábado, y el domingo cada vez estaba mas cerca…

Foto: Luis Ángel

Tras una cena distendida el sábado, esperábamos a las unidades que se  nos unirían el mismo sábado por la noche:  Ángel Hernanz, Ferluy, Miguel y Toño. 

Gran alegría de poder reunirnos con ellos. Todos traían un ánimo especial y nosotros les agradecimos que aunque fuera para una sola ruta, viniesen a compartir con nosotros la excursión del segundo día. ¡Un detallazo chavales!

Foto: Miguel Ángel Berrocal

Con todos nosotros ya juntos comenzaba la ruta que recorrería el domingo el Cañón del Río Lobos. Y si la ruta del día anterior fue magnífica, la del Río Lobos fue casi más espectacular.

La calavera observa nuestro paso

Comenzamos la ruta desde el mismo San Leonardo de Yagüe, adentrándonos poco a poco en los bosques. Una primera subida larga para entrar en calor y llegar al pueblo de Casarejos, desde donde ya empezaríamos a ver los inmensos riscos y desfiladeros que nos metía cada vez más en un serpenteante y divertido sendero.

El transcurso de la ruta se hacía sin mayor problema, con las paradas casi obligadas para ver las inmensas moles de piedras y paredes de roca entre nosotros, pronto empezaríamos a ver los buitres sobrevolándonos y posados que hacían disfrutar aún mas de un paisaje sensacional.

Llegamos hasta la Ermita de San Bartolomé, antes Iglesia de San Juan de Otero, del 1er. cuarto del Siglo XIII, con aquella cueva inmensa en la que entramos con las bicis hasta lo mas profundo. En principio era la mitad de nuestra salida. La ruta no era exigente en absoluto pero si magnífica en todo lo que nos rodeaba. 

Desde allí nos dirigiríamos a un ramal diferente al que habíamos tomado desde el principio, con las mismas características que lo ya recorrido y que nos llevaría al Puente de los Siete Ojos, puente que a alguno y si no a todos dejó bastante decepcionado, ya que creíamos que era algún monumento antiquísimo. Nada más lejos de la realidad.

Ermita de San Bartolomé desde la gruta

Allí quedaba decidir, o volver por carretera a San Leonardo, en principio era el final de la ruta, o bien continuar 12 kilómetros más por senderos menos conocidos del Río Lobos. 

Ermita de San Bartolomé

La decisión fue la acertada. Y fue la acertada por que decidimos continuar ese sendero que finalmente fue el aspecto diferenciador de la ruta del domingo.

Ese camino serpenteante y rapidísimo se cobró un pinchazo de Luis Ángel Jr. que se solventó de manera rápida y fue testigo de un ritmo trepidante por parte de algunos miembros especialmente, Toño, Ferluy y Miguel, con Andrés que había salido unos minutos antes tras la avería comentada. Todos rodamos a un alto ritmo.

La ruta tras este último tramo se convirtió en grande, grande. Fantástica.

Sin duda alguna diversión para todos hasta llegar a Hontoria, pueblo en el que comeríamos magníficamente en El Rincón de María con gran atención por su parte que nos hizo disfrutar de unas raciones bien merecidas por todos. Tendremos que volver.

Conocimos allí a Paco, amante del MTB y que nos recomendó diversas rutas por toda la zona y se ofreció a acompañarnos cuando volvamos. Sin duda lo haremos amigo. Gracias por tus indicaciones y amabilidad.

Tan grande - tan pequeñitos

El mismo nos indicó como llegar a San Leonardo, relativamente cerca y desde allí nos pusimos en camino con mucho calor para finalizar la ruta en nuestro punto inicial de por la mañana.

Cueva frente a la Ermita de San Bartolomé

Al final, los abrazos y exclamaciones ponían de manifiesto lo que había sido un domingo como todos esperábamos, magnífico y memorable. Nos alegramos por todos nosotros, pero especialmente por los cuatro mosqueteros que decidieron venir el sábado por la noche para acompañarnos el domingo.

Puente de los Siete Ojos

Ellos fueron casi los mas impresionados de esa ruta del Cañón del Río Lobos.

Habíamos completado un fin de semana tal como lo habíamos pensado desde que se programó en la agenda de AlfonsoyAmigos.

Como en cada ruta nos acordamos de todos los que no pudieron venir y en especial de los que por motivos de última hora tuvieron que cancelar su viaje con nosotros, Santi y Luis, con un abrazo especial para Ángel Sierra que finalmente tampoco pudo venir por una intervención a su mujer. Le deseamos una pronta recuperación.

A todos ellos como a todos vosotros un fuerte abrazo amigos.

Ha sido un fin de semana inolvidable.

PD. Como la frase célebre ya ha quedado dicha entre líneas, solo decir que para la nocturna del miércoles…………no queda nada.

Ruta en Wikiloc Río Lobos