Desde que diera comienzo la primera Ruta
Nocturna en el mes de Julio, los miércoles del Municipio de El Espinar se han venido identificando para muchos bici-os@s con las Rutas MTB Nocturnas de
Alfonsoyamigos.
Fácil ha resultado consultar este blog cada martes y enterarse de cual era
la propuesta para el día siguiente, la hora y lugar de encuentro.
Y así, gracias a que la meteorología lo ha permitido y
el ánimo de los que han acudido se ha incrementado con cada ruta, hemos podido
llegar a alcanzar la DÉCIMA. (Un saludo para los madridistas a los que les
ha podido acercar bonito recuerdo a la memoria).
Fue el 11 de Agosto de 2012 cuando algunos integrantes de este grupo, por entonces más
reducido en número, compartíamos ruta nocturna con amigos del Club Caloco. Fue el inicio de una forma diferente de montar en bicicleta. El nuevo virus ya había quedado inoculado.
En el verano de 2013 los síntomas de ese peligroso virus volvieron a resurgir como
flor de temporada y se llegaron a celebrar 6
salidas nocturnas, que se disfrutaron a tope en su momento y que dejaron un
recuerdo imborrable. La climatología adversa no permitió
realizar más salidas ese año.
Ese recuerdo, el de muchos que ya probamos
del guiso el año pasado, ha sido el que ha obligado este año a poner con
antelación y a punto todos los ingredientes necesarios en el verano 2014, para que ningún miércoles pudiera
pasar de largo sin pena ni gloria, para que pudiéramos llegar a alcanzar esta
cifra mágica.
Aves nocturnas, algún pajarraco también, atrevidos
todos que han esperado con ansiedad a que llegara la víspera de los miércoles
para preparar sus máquinas con todo cariño, adaptando luces, linternas,
reflectantes... para que nada pudiera fallar, para que la visibilidad en ruta
fuera total y permitiera disfrutar de la escapada sin temor, con el menor
riesgo posible.
La noche es diferente, no nos cansaremos de
decirlo y no tienes nada más que preguntar a los que ya la han probado. Pone tus cinco sentidos al límite y los “chutes” de adrenalina que generan
las emociones, corren por tus venas como un bólido en competición.
Tus compañeros te rodean, charlas con
ellos, pero también puedes escuchar con más intensidad los “ruidos de la
noche”.
Será algún pájaro, caballos o reses con sus
crías, ranas, conejos asustados, grillos o algún otro animal, el agua de los
arroyos, el zumbar de algún mosquito o simplemente las ruedas de tu bicicleta
al roce con las piedras de los caminos y senderos. Todo se deja oír, tus oídos se han aguzado hasta límites insospechados. Los ojos escudriñan la noche para evitar tropezar con una rama o zarza
escondida, para esquivar las piedras del camino.
Precisamente, el hecho de ir más
concentrado, de llevar todos los sentidos al 100% de sus posibilidades, te
permite un punto más de atención y con ello se evitan accidentes. Tus reflejos reaccionan antes.
Más de 400 Kms acumulados de puro mountain bike,
por trazados que se han alejado de pistas principales, que no han huido de
trialeras y zonas pedregosas y apenas ha habido que lamentar dos pequeñas
caídas o revolcones.
Una media de 18 asistentes por noche, pero hemos llegado a compartir ruta más de
45 rostros diferentes. Ya todos ellos amigos, que compartirán ruta nocturna en próximas ediciones y
seguramente más de una diurna de las que no cesan en todo el año.
San Rafael y El Espinar se han repartido para ser los núcleos urbanos de inicio
de las rutas, pero después se han visitado muchos lugares emblemáticos, como el
Alto del Castrejón, con los restos del Telégrafo Óptico, el Alto de Cabeza
Reina, La Ermita de la Losa, el Mirador de Peña el Águila, Collado Hornillo, el
Camino del Arcipreste, la Casilla de Peón Caminero, el Cerro Asperillas, la
Mata de Santo Domingo, el Molino de la Villa y no podía faltar, el Alto del
León, con preciosas vistas siempre al Madrid iluminado.
Innumerables las fuentes y pilones que han
permitido refrescar la boca: Navazos, Cañada Mojada, Nieves, Yedra, Peña
Morena, Diamante, Barrancas, Fuentecillas, Gabarreros, Teja, Botella, Cadete,
Aserraderos, Avellano y tantas otras, muchas de ellas restauradas recientemente
por el Ayuntamiento de El Espinar.
Muchos estábamos de vacaciones, pero
también han aprovechado su día libre semanal compañeros con negocios en San
Rafael y El Espinar. Ferreteros, fontaneros, fruteros, carniceros, pasteleros,
empleados de Iberpistas que no han dudado en acudir a veces sin dormir y todos,
a pesar de tener que madrugar al día siguiente.
No quiero que se me olvide comentar que
esas noches, habituados a los geles y barritas energéticas de otras salidas, se
acabó optando por una dieta más mediterránea, mucho más sana, en la que los
bocatas nacionales de jamón con tomate acabaron triunfando y se compartieron
junto con charla y risas.
Y dar la gracias a establecimientos como el
Bar Orly de San Rafael y el Bar Basilio de El Espinar que, muchas
veces después de la medianoche, nos atendieron siempre con agrado al finalizar
la ruta, en ese final en el que el intercambio de abrazos entre todos por la
experiencia compartida siempre ha sido sincero.
Que los que no pudieron asistir o no se
decidieron, sean testigos de la emoción que transmitimos los que sí nos
animamos. Gracias a todos y cada uno de los que lo han hecho posible y a Javier B por sugerirme el reportaje.
No hay duda de que, con estos antecedentes,
ya muchos estamos deseando que llegue el verano del 2015... Y no solo para
irnos a la playa.
Este reportaje ha aparecido publicado en:
El Adelantado y en el Periódico de El Espinar (pag. 37)
Pues ha quedado mucho más bonito puesto en el blog, con este reportaje lleno de colorido por las buenas fotografias que lo acompañan.
ResponderEliminarLo que está claro, es que cada día que pasa, el grupo de Alfonsoyamigos se está haciendo poco a poco hasta famoso. Un saludo. CHARO