EN UN LUGAR DE LA MANCHA… DE RECUERDO INMEJORABLE
Desde hace tiempo, siempre me rondó por la cabeza visitar aquellos paisajes y lugares de mi juventud, para recuperar la inocencia de la mirada, esa que nos hace ver las cosas más grandes y perfectas de lo que realmente son
Juan Pérez Pedrero
Bastó que Ernesto, en una
visita a las Lagunas de Ruidera, lanzará el desafío: “Este lugar bien merece
una visita de AlfonsoyAmigos”, para que, tirando de orgullo patrio, me lanzara,
de manera casi eléctrica, al ruedo y reclamará como propio el reto.
Poco a poco fui enlazando imágenes, recuerdos, sitios y, de manera fluida, empezaron a surgir puntos (ahora los llamaríamos “waypoints”), con la única finalidad de unirlos para formar el “track” de la ruta.
Dicho y hecho, ya solo faltaba gestionar algo de intendencia, tener siempre un punto de apoyo logístico en la zona (Hostal Matías) y ¡equilicuá!, todo planificado, pero… faltaba lo más relevante: compartirlo. Y aquí es donde entran los verdaderos actores de todo: los componentes de AlfonsoyAmigos.
Poco a poco fui enlazando imágenes, recuerdos, sitios y, de manera fluida, empezaron a surgir puntos (ahora los llamaríamos “waypoints”), con la única finalidad de unirlos para formar el “track” de la ruta.
Dicho y hecho, ya solo faltaba gestionar algo de intendencia, tener siempre un punto de apoyo logístico en la zona (Hostal Matías) y ¡equilicuá!, todo planificado, pero… faltaba lo más relevante: compartirlo. Y aquí es donde entran los verdaderos actores de todo: los componentes de AlfonsoyAmigos.
Podemos tener las mejores ideas y deseos en nuestro interior, que si no los exteriorizamos y compartimos se quedan imperfectos y olvidados. Los seres humanos somos eminentemente sociales y necesitamos la compañía para comunicar nuestras vivencias, ahora diríamos “necesitamos estar conectados”.
Pero tenía una duda,
aquellos sitios que recordaba, ¿seguirían siendo accesibles ahora?, o
¿existirían limitaciones al tratarse de un Parque Natural? Estaba claro: tenía
que confirmarlos previamente. De ahí que puesto en contacto con los
exploradores de AlfonsoyAmigos organizáramos una ruta previa de inspección. A
tal efecto, lance la idea y la recogieron: Andrés, Ángel, Enrique, Ernesto y
Luis Ángel.
La experiencia fue muy
positiva y el día 15 de septiembre certificamos el recorrido inicial en su
totalidad. No necesitábamos retocar ni un milímetro.
Ya solo tocaba esperar y
rezar para que el tiempo nos acompañara. Recuerdo que en la visita previa del
día 15, Luis Ángel me lanzo una pregunta: ¿tenemos plan B, por si hace mal
tiempo? Creo que no le conteste y si lo hice fue de una manera vaga, como no
queriendo pensar en la pregunta, pues realmente no tenía plan alternativo.
En fin, llegado el día 4 de octubre, todos nos desplazamos a Ruidera con la ilusión y el deseo de pasar un fin de semana inolvidable. Allí estuvimos: Daniel (Forlán), Fer, Fernando, Javier (Galo), Lourdes y Pepo, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Pawel, Santi, Toño y Nati, el que suscribe y Alberto que nos acompañó solo a la ruta del sábado, ya que tenía que atender otros compromisos.
En fin, llegado el día 4 de octubre, todos nos desplazamos a Ruidera con la ilusión y el deseo de pasar un fin de semana inolvidable. Allí estuvimos: Daniel (Forlán), Fer, Fernando, Javier (Galo), Lourdes y Pepo, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Pawel, Santi, Toño y Nati, el que suscribe y Alberto que nos acompañó solo a la ruta del sábado, ya que tenía que atender otros compromisos.
La predicción meteorológica no podía ser mejor, por lo que, contando con la espectacularidad de los paisajes, estaba casi todo garantizado.
Así iniciamos la ruta prevista. A las 9:00 horas del sábado día 5. Quedada general e inicio de ruta a la salida del pueblo. Primero visitamos el Hundimiento, una depresión del terreno que acentúa la natural comunicación entre las lagunas al formarse una catarata entre la del Rey y la Coladilla. Hay que recordar que el conjunto lo componen 16 lagunas y las visitamos casi TODAS, en las dos rutas programadas (nos quedó la laguna Blanca, quizás para otra ocasión).
Continuamos, sin prisa, bordeando la laguna del Rey, disfrutando de sus vistas, cuando Toño avisa de que su rueda trasera ha perdido aire. Paramos, Toño inyecta una dosis de líquido tubeless y tapona con una mecha, lo que nos permite continuar, hasta que, Galo en un alarde del mejor regateador, pisa una rama la levanta y cuela entre los radios de su rueda trasera, partiendo la válvula de aire. Vuelta a parar y reparar. Parece que la ruta no llega a arrancar.
Salvados estos inconvenientes proseguimos, hasta que, a medio recorrido de la Colgada, abandonamos su orilla y serpenteamos hacia el sur por una cañada que nos sitúa al pie de un cerro. Aviso general: “meter hierro y apretar los dientes”, ya que nos desviamos a la derecha hacia un sendero roto, de piedra suelta, el cual vamos salvando de trecho en trecho los menos habilidosos y de un tirón aquellos con más destreza y suerte.
Ya sólo queda seguir la
cuerda, hasta alcanzar tres miradores, uno de los cuales pasan de largo los más
distraídos. Miradores situados a diestra y siniestra con unas vistas
panorámicas sobre las lagunas Colgada al oeste y Batanas y Santo Morcillo al
este. Estas últimas con vistas al salto de agua que las conecta. Quizás uno de
los puntos más atractivos y de mayor valor paisajístico de todo el recorrido.
Bajamos por trialera a
media ladera, hasta ponernos al nivel de la Batana y la acompañamos, junto a la
Santo Morcillo, la Salvadora y la Lengua, hasta que, por otra cañada nos orientamos
al sur, perdemos de vista el agua y volvemos a subir por camino roto, hasta
pista que nos devuelve, por desviación que acaba convirtiéndose en trialera
pedregosa, al norte, al borde la laguna San Pedro.
Desde aquí, seguimos sin
perder de vista la San Pedro, salimos a la carretera, pasamos la Tinaja y en
curva cerrada, volvemos a girar al sur, por sendero que cambia a trialera de
subida, dura y exigente hasta un poblado de tipis hechos con medias tinajas,
invertidas y convertidas en aparente asentamiento aborigen.
Más bien se trata de la idea del propietario de la construcción en ruinas aledaña, que dispondría de estas grandes vasijas en su bodega y que ya en desuso, corto, transformo y destino a improvisado campamento indio, seguramente para entretener a los más pequeños de la familia. No es que sea muy experto en arqueología, pero el corte a “radial” de las entradas a las tiendas “cerámicas”, me da que pensar en esto.
Seguimos ruta, lomeando los cerros, otra vez hacia el sur y vuelta a girar hacia el norte, visitamos el mirador sobre la Conceja y bajada rápida, divertida y pedregosa hasta camino a sus pies.
Más bien se trata de la idea del propietario de la construcción en ruinas aledaña, que dispondría de estas grandes vasijas en su bodega y que ya en desuso, corto, transformo y destino a improvisado campamento indio, seguramente para entretener a los más pequeños de la familia. No es que sea muy experto en arqueología, pero el corte a “radial” de las entradas a las tiendas “cerámicas”, me da que pensar en esto.
Seguimos ruta, lomeando los cerros, otra vez hacia el sur y vuelta a girar hacia el norte, visitamos el mirador sobre la Conceja y bajada rápida, divertida y pedregosa hasta camino a sus pies.
La seguimos bordeando, sin
dificultad y a buen ritmo hasta cruzar el cauce del rio Pinilla por puente
improvisado de “palés”, deshaciendo por la orilla contraria el camino hacia el
noroeste. Tramo sin dificultad y rápido, con vistas de variedad cromática,
sobre la Conceja. Visita rápida a una construcción en ruinas, con vistas a esta
laguna y a la Tomilla y abordaje general del baño de las Mulas.
Y, bien digo, ya que, ante la tranquilidad del sitio, con bañistas tímidos que comprueban una y otra vez la temperatura del agua con el dedo gordo de su pie a modo de termómetro, aparecen l@s quince, que uno tras otro y sin más dilación se sumergen estrepitosamente en sus tranquilas aguas. Este fue el regalo inesperado, si cabía alguno más, con el cual no contábamos. Conocíamos el sitio, pero la temperatura, la hora a la que llegamos y el cansancio acumulado hizo que de manera espontánea recuperáramos el tono muscular y las fuerzas.
Aprovechamos para dar buena cuenta de bocadillos compartidos y de unas generosas cervezas, a las que Nati quiso invitarnos con motivo de su cumpleaños. ¡Felicidades, Nati! ¡Y muchas gracias!
Seguimos ruta, ahora recortando la laguna San Pedro hasta cruzar el arroyo Alarconcillo, siendo testigos del destrozo sobre el terreno de las inundaciones que semanas atrás, asolaron el pueblo de la Ossa de Montiel. Aquellas avenidas, por fuertes precipitaciones, se canalizaron de manera natural en su escaso cauce, inundando tierras, cultivos y fincas hasta desembocar en dicha laguna. Donde en la ruta de exploración cruzamos un puente, ahora salvamos fango, mezclado con vegetación y resto de troncos.
Continuamos hasta la ermita de San Pedro de Verona, iniciando subida hacia la cueva de Montesinos. Camino muy roto de tierra rojiza, descarnado, que con habilidad y superando lanchas de piedra nos sitúa al borde la cueva y de la estatua ecuestre de D. Quijote y Sancho Panza. Foto general de grupo y vamos girando hacia el oeste a buscar la laguna Redondilla. Al principio por camino entre sembrados para, poco a poco, ir enfilando una torrentera natural del monte, con saltos de piedra y fondos arenosos, muy peligrosos. A su inicio, Luis Ángel avisa de la perdida de aire total de su rueda trasera. Procedemos al desmontaje de la cubierta y a su reparación.
Desde aquí, subimos al antiguo canal que servía aguas a la central hidroeléctrica de Santa Elena, junto a la Colgada, ya en desuso y abandonada. Como si se tratará de una autopista a media ladera del monte vamos siguiendo el curso del canal, ahora seco, atravesando túneles y vadeando acueductos cerrados, hasta el sumidero que precipitaba el agua canalizada a través de tubería a la central. Vistas generales de la Colgada y por una pequeña trialera nos plantamos en el ya abandonado albergue Alonso Quijano. Aquí Fer, destalona la rueda trasera y ayudado por Pepo, consigue retomar la ruta.
Tramo por carretera, hasta
que pasado el hostal la Cañada, cogemos desvío por pista que arranca a la
derecha de la carretera. Subida, otra vez, hacia el norte, para volver a bajar
por torrentera hasta el club náutico. Desde aquí iniciamos la subida al
abandonado Hotel Gran Prior, empuja-bike corto inicial, para seguir por sendero
hasta camino de acceso, de gran pendiente, sinuoso y de piedra suelta que puso
a prueba la resistencia del grupo. Subida muy exigente y semi-final de ruta.
Desde este punto, tomamos un poco más de altura para bajar por sendero y
trialera hasta la parte posterior del Hotel Matías.
Terminamos el día
visitando Villanueva de los Infantes, por sus calles transitaron
Lope de Vega, Bartolomé Jiménez Patón, Francisco de Quevedo, que murió aquí en
el Convento de Santo Domingo, y por supuesto Miguel de Cervantes. Aquí,
compartimos las experiencias y vivencias del día, rodeados de buenos platos.
Al día siguiente,
recorrimos las lagunas situadas más al norte: Cueva Morenilla, Coladilla,
Cenagosa y el pantano de Peñarroya, hasta llegar al Castillo que le da nombre.
Ruta estira-piernas, con pista acondicionada para paso de vehículos,
senderistas y pescadores.
Iniciamos esta parte de la
ruta a primera hora, por lo que pudimos disfrutar de los paisajes, mezcla de
grandes encinas, sembrados y tierras de labor, con un contraste de colores
digno de cualquiera de los cuadros y tablillas del gran pintor tomellosero Antonio
López Torres.
El grupo se estiró, desde
los que querían probar la velocidad de sus bicicletas hasta los que preferimos detenernos
para observar el paisaje. Así llegamos a los pies de la presa del pantano y,
alentados desde su atalaya por los compañeros que ya habían salvado el desnivel
de la presa, nos adentramos en el sendero de zetas que, tramo a tramo, nos permitió
subir hasta los muros del Castillo.
La vuelta la realizamos
por caminos que permitieron rodar a muy buen ritmo, llegando a la parte trasera
del Hotel Matías a buena hora para asearnos, recoger las maletas, compartir
comida juntos y desearnos un buen viaje y vuelta a nuestras localidades de
origen.
Solo queda expresaros las gracias, por haber tenido tan grata acogida e interés generalizado por esta ruta, desde su concepción. También la sorpresa e ilusión que habéis dejado en cada mirador, vuelta, y recodo del camino.
Solo queda expresaros las gracias, por haber tenido tan grata acogida e interés generalizado por esta ruta, desde su concepción. También la sorpresa e ilusión que habéis dejado en cada mirador, vuelta, y recodo del camino.
Agradecido a cada un@ de
los que habéis asistido y estar seguros de que hemos recordado y echado en
falta a los que por unos u otros motivos no habéis podido y hubierais querido
acompañarnos.
Al final todo sale bien, y
siempre podemos volver a vernos en Ruidera.
No te pierdas TODAS LAS FOTOS
Nuestro recorrido 1 y Nuestro recorrido 2
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Nuestro recorrido 1 y Nuestro recorrido 2
Fenomenal fin de semana rodeado de gente espectacular, una pena los que no pudisteis Ir por unas cosas u otras, dar las gracias a JuanPa por su gran labor antes, durante y después de todo este pedazo de fin de semana, a mis compañeros por regalarnos miles de abrazos, sonrisas y disfrutes mil. La verdad creo que una de mis mejores salidas completas de bici…… por sus vistas, disfrutes, tiempo, acompañantes y risas muchas risas y a las fotos me remito, esas caras de felicidad no pueden ser fingidas.
ResponderEliminarLa crónica de diez…… enhorabuena Amigo
Besoabrazos para tod@s
Fue un fin de semana impresionante.
ResponderEliminarBuen rollo, armonia
Un ambiente de cordialidad exagerado.
Es lo que tiene AyA, amistad, respeto y compañerismo a raudales.
Fin de semana para recordar por siempre
Fin de semana de lujo!!!
ResponderEliminarMe alegro de haber compartido ese lugar tan espectacular de la infancia de Juan Patricio con tod@s vosotros. Hasta la próxima.
Un abrazo ��
Solo con ver las caras de felicidad del grupo ya está dicho todo.
ResponderEliminarPrecioso lugar y con chapuzón incluido.
Disfrute a tope del deporte y satisfacción personal. Qué más se puede pedir??
Echo de menos a una persona
Supongo que no pudo asistir
Enhorabuena por la crónica y a todos.
Un saludo. Charo
Qué buena crónica!!! Tras leerla es como si os hubiera acompañado. Me alegro mucho del buen tiempo y de que lo pasarais tan bien, sobre todo con el baño improvisado. Enhorabuena y gracias a Juan por la estupenda organización de las 2 visitas. Un saludo.
ResponderEliminarNo hagas planes con mucha antelación salvo que estés dispuesto a cambiarlos, diría yo.
ResponderEliminarMe alegro de que lo pasarais genial y siento no haber podido acompañaros, pero ocasiones no van a faltar de compartir pinceladas de felicidad.
Enhorabuena al nuevo cronista, de lujo.
Nos vemos este domingo, que aún estáis a tiempo de apuntaros.
Fuerte abrazo para todos.
Alfonso
Fantástica crónica, Juan. Vaya fin de semana bueno que os habéis pasado. Me quedé con muchas ganas de acompañaros, pero a veces los compromisos mandan.
ResponderEliminarPor cierto, Alfonso, y en honor al padre de Juan, Don Martín, buena y querida persona donde las haya, no le quites el apellido (Juan Patricio Pérez Pedrero). Un fuerte abrazo a todos.
Deseo fácil de cumplir que además hace honor al padre y a la verdad.
EliminarQue buena ruta, un abrazo para todos
ResponderEliminarFrancisco Valiente
Buen momento elegisteis para hacer esa ruta.
ResponderEliminarÁngel Manuel Martín Vielva
Fantástico fin de semana, sin escatimar belleza, buenísimas fotos aunque siempre se dice, las fotos no hacen honor a la verdad, nunca mejor dicho, ver las lagunas desde los miradores, buf, se te habré la boca sola.
ResponderEliminarSe echó de menos ha compañeros afines a las salidas programadas de fin de semana.
Sólo me queda dar las gracias, gracias Juan por tan gran y perfecta organización, si un solo defecto, muchas gracias.
Enhorabuena Juanpa!!! Por la ruta, la cronica (Don Juanpa de la Mancha) y la organizacion... un 10.
ResponderEliminarOs lo habeis pasado pipita!
Un abrazo
Llego tarde a los elogios, pero es que siendo merecidos a Juan Patricio Pérez Pedrero hay que darle la enhorabuena por lo bien que nos trató, guió y cuidó a todos. Inclusive nos proporcionó un baño que a algunos buena falta les hacía a esas alturas de la ruta.
ResponderEliminarMe encantó conocer las Lagunas de Ruidera y todos los alrededores, sin duda algo que merece la pena conocer y que desde la bicicleta se puede apreciar en toda su extensión.
Es por algo que nos gusta la bicicleta ¿no?. Bueno a Luis Angel todavía no le gusta pero le irá cogiendo el tranquillo.
Un abrazo para todos.
No!! Algunos creerán que es un fin de semana para recordar, y no, es un fin de semana para soñar.
ResponderEliminarQue sitios hemos visto estos dos días!! Para poder decir aquello de......a que sitios nos lleva la bici!!
Hemos echado de menos a muchos y a todos del grupo, pero seguiremos haciendo rutas “extramuros” ya que siempre hay lugares maravillosos de España y ahí podremos contar con cuantos mas mejor.
Por ultimo y mas importante, la genial e impecable forma de organizar un fin de semana inolvidable de Juan Patricio. Desde alojamiento, intendencia, tracks, tiempos de recorrido, y todo ello con una ilusión, empeño y generosidad, que emociono a cada uno de los 14 que nos dimos cita y le acompañamos en Las Lagunas de Ruidera.
Este fin de semana ocupara un lugar muy especial en los anales de AlfonsoyAmigos como una de las salidas más espectaculares que recordamos.
Gracias a cada uno de mis 14 compañeros de estos dos días y una vez mas
JuanPa, GRACIAS Y ENHORABUENA por haber construido el mejor fin de semana posible de bici-amistad.
Un abrazo para todos.
Y acordaros, soñar, soñar, aunque este fin de semana haya sido de verdad auténtica.