Éxodo generalizado y no precisamente hacia tierras de Egipto y el Sinaí
Los
atrevidos que partieron hacia “La France” nos comunicaban a las 13,35 que
habían alcanzado el puerto mítico del Alpe
d´Huez a 1860 m de altitud
Mucho
antes de que nos llegaran esas noticias, en el Paseo Rivera de San Rafael ya
habían aparecido Germán y Pawel que, no habiendo leído con detenimiento la convocatoria,
pensaron que la ruta daría comienzo a las 8,30.
Cuando
yo acudo cerca de las 9 horas, con cierta tranquilidad, ya encuentro también a
Patrick y compruebo que los tres están perfectamente listos para la marcha.
Sabíamos
de bajas anunciadas y los compañeros que podrían haber acudido ya hubieran
estado presentes así que, tras los abrazos y saludos, se da la orden de marcha
tras cinco minutos de cortesía.
Ayer
mismo, en otra salida sabatina con viejos amigos y nuevas amistades, no sé si
fue una piedra o una rama las que golpearon
el disco de freno trasero, provocando que
se doblara sin posibilidad de solución. Menos
mal que ya estábamos de vuelta.
Llegué
a pensar que hoy tendría que dejar la e-bike en casa si no me quería perder la
ruta pero, viendo a los compañeros que hoy se me han unido, agradezco a los amigos de Moskitobike de San Rafael que me solucionaran el problema con prontitud.
Debo
reconocer que llevaba tiempo dándole vueltas al trazado de hoy, con entornos
conocidos y con algunas novedades, pero sin que se hubiera podido contrastar
con antelación. Tanto
es así que, cuando partimos, tengo cierto temor a que la ruta se nos vaya de
hora. Ya
veremos.
Dejamos
el campo de futbol de San Rafael a nuestra izquierda, con su césped artificial
y con las nuevas gradas que se están instalando. ¡Tiene buena pinta!
Parece
que la mañana va a ser tranquila pero Germán y Pawel dicen llevar cierto tiempo
sin coger la bici y esa noticia me inquieta. Pronto
se verá que ambos están a deseo de imprimir ritmo a sus pedaladas y sólo me
tranquiliza escuchar el sonido del motor de mi máquina.
Recorremos
un trozo de la pista forestal y en lugar de tomar altura descendemos en busca
de la carretera nacional y las proximidades de la Ermita de la Virgen del
Carmen. Mis
compañeros no entienden bien cuál es el propósito.
Sin
cruzar la nacional giramos a la derecha, vadeamos Arroyo Mayor y cogemos una
nueva pista de arena cuya intención de su construcción no nos queda muy clara: Un corta-fuegos, acceso a fincas,
arrastradero de pinos ya restaurado.
Apenas
algo más de kilómetro y medio pero con unos toboganes que calientan las piernas
y que nos acercan a la Fuente de Las
Fuentecillas, donde el poco tráfico a esas horas nos permite cruzar sin
problemas hacia la vía de servicio que conduce a las instalaciones de
Iberpistas.Echo
de menos a aquellos perros, creo que un san bernardo y un labrador, que no
paraban de ladrar cuando nos acercábamos a esta zona, la que por puerta
metálica nos permite acceder a la “alfonsina”.
El
ritmo es bueno, por encima del habitual diría yo y pronto nos situamos en el Camino
del Agua hacia la Casilla de Peón Caminero. Tengo
que dar aviso para que una parada nos permita hacernos la primera foto.
Ascendemos
hacia el Alto del León, por detrás de
una antigua Casa Hilario que siempre
parece estar en reconstrucción y en la zona más pedregosa rompe Patrick la
cadena. Le
hago compañía, le ayudo en lo que puedo, pero el afectado se vale perfectamente
por sí mismo para solventar el problema en pocos minutos.
El
Restaurante Alto del León, las antenas de las instalaciones militares, bunkers
a derecha e izquierda y seguimos. Ni
siquiera paramos en esta ocasión en la Fuente
de las Hondillas, mis compañeros van sobrados de agua.
En
el Camino del Viacrucis, del que apenas quedan en pie un par de cruces, encontraremos
algún que otro ciclista que parece ir atrancado, pero quedarán atrás. Hay fuertes desniveles y hace cierto calor,
pero no hay parada hasta llegar a la puerta metálica en el Collado de la Gasca.
A
duras penas consigo hacer una foto del Embalse de La Jarosa y tomarme una
barrita. Ya
me reclaman para continuar cuando nos alcanza grupo de endureros electrificados
que se encajan sus protecciones antes de emprender el descenso. Les veremos más adelante.
Descenso
divertido por la zona de Los Talleres, donde encontraremos mucha tierra
levantada por el arrastre de pinos. Provocar
nubes de polvo es inevitable.
Descenso
por toboganes y no faltará tener que remontar unos tramos duros para acercarnos
a cruce con la Cañada Leonesa, pero el ritmo no decae, al contrario. Además, cada vez que les resulta posible
Zipi y Zape (Germán y Pawel) entran en lícito pique.
Superamos
con nota el repecho de Peña el Águila y volvemos a coincidir con el grupo de
endureros, que parecen haberme leído el trazado en el pensamiento. A diferencia nuestra, meterán el turbo para
superar la Cañada hasta el Collado Hornillo, aunque Germán se resistirá a ser alcanzado.
Veo
la hora, el buen tiempo que hace y lanzo la posibilidad de subir hasta el
refugio de La Salamanca. La
conformidad no será unánime, ¡menos mal!, así que cogemos pista y hacia el
Collado de la Mina, o de la Cierva (que
preguntabas Patrick), donde me quedaré con ganas de hacernos foto porque
nadie para.
La Pista
de la Mina está muy rota y con mucha piedra levantada a pesar de que la
arreglaron años atrás. Habrá
que tener cuidado, pues ya a esta hora hay muchos andarines por la zona y nos cruzaremos
con numerosos coches.
Tengo
que sujetar a mis compañeros de las orejas para que paren y se dejen hacer una
foto. Ahora
la propuesta de descenso es diferente; cogeremos directamente el trazado
vertical del propio arroyo, que resulta inédito en su primera parte para
nosotros pero que disfrutaremos como si lo conociéramos de siempre. El segundo tramo ya le habíamos hecho hace
poco, pero no estuvieron presentes 2 de 4.
Cuando
llegamos a las cercanías del Puente
Umbrión lo primero que nos encontramos es toda la tierra levantada, tanto
que resulta casi imposible avanzar, puente improvisado de troncos sobre el
arroyo y una máquina de grandes dimensiones aparcada en el lateral, con sus
enormes ruedas cubiertas de cadenas.
A
duras penas nos acercamos hacia el depósito de agua y cogemos la variante por
la derecha para disfrutar de último descenso. Bueno, casi la última, porque añadiré
variante que nos hará pedalear por sendero casi perdido entre altos helechos.
La
Cerca de las Monjas nos da aviso de que ya estamos casi en casa tras una ruta
dura, por la intensidad que se la ha impuesto, pero que ha acumulado poco
kilometraje a pesar de haber tenido de todo.
Poco
más allá de las 12,30 y ya estamos tomando cervezas en Las Farolas, pero con la
sensación del deber cumplido y de que la escapada ha merecido la pena de
verdad. La
ruta ha quedado lista para proponerla en otra ocasión. Hasta la próxima.
Seguro que el diseño de la ruta es bueno y bien visto por el resto del grupo, de lo de la madera, la maquina, la autocargadora y el desastre del terreno, ni me hables, hacía mucho tiempo que no veía algo parecido, esta tarde hemos bajado Nacho y yo desde los toboganes para pasar por debajo de la N-VI, quisimos bajar por la trialera que termina en el deposito, ha desaparecido, me daban ganas de llorar, aseguro que me ha dejado tocado, todo esto tiene mala pinta, me parece excesivo la agresion que se esta realizando en cualquier punto de nuestros montes, y en esta ocasion no tengo mas remedio que decirlo bien alto, pese a quie le pese, el otro dia me encontre con una situaccion aberrante, en mitad del GR que sube desde La Garganta a Pasapan, en mitad de la cuesta mas dura en mas de 300 metros, completamente hormigonado para que puedan subir los camiones para cargar los pinos, se aproxima la gran corta, si amigos, esto tiene mala pinta.
ResponderEliminarY luego está el PRUG dichoso diciendo que las bicis erosionan el monte, esto es lo que hay.
EliminarParece que como buenos "Rodríguez" habéis disfrutado de lo lindo en ausencia de la familia "alfonsina". Aprovechad estos días de libertad para hacer las rutas que os plazca...jeje.
ResponderEliminarBuena semana para todos.
Chicho